martes, 14 de abril de 2009

Mitos y Lienzos Taínos


Por Danilo de los Santos

La pintura nació como arte para expresar el mito, cuando todavía las palabras no podían ser escritas porque no existía el alfabeto. Entonces el pincel es diálogo, voz y alma. El pincel es además cuento, leyenda o anécdota. El pincel es fundamentalmente prehistoria o historia. Y aún hoy, si quisiéramos escuchar a nuestros aborígenes, a los taínos, sólo bastaría con observar sus pinturas en cuevas y cavernas: esos trazados milenarios nos hablan en el Universal idioma de la imagen. En la única lengua en que se expresan las divinidades, revelando al mundo terrenal misterios y secretos.

Los taínos eran los pobladores más numerosos e importantes que habitaban en la Isla al momento del descubrimiento. Habían logrado el desarrollo de una cultura independiente, pero menos avanzada si es comparada con las sociedades amerindias de los incas, mayas y aztecas. Eran grandes artistas y, aunque desconocían la escritura, tenían lengua común, elaboraban las cerámicas con fines rituales y para uso cotidiano.

Fabricaban ídolos y amuletos, confeccionados de piedra, madera, concha y otros materiales. Los jefes taínos, llamados caciques, se rodeaban de un vistoso conjunto de objetos religiosos y suntuarios que los diferenciaban de los demás.



En “Mitos y leyendas taínas” Marcial Báez interpreta en el lenguaje pictórico su visión de las tradiciones místicas de los aborígenes de Quisqueya. El discurso atrayente persuade, sus recursos artísticos dibujan una emoción poderosa de un pasado que sobrevive en recuerdos y leyendas. Su canto tiene vuelo. Marcial logra plasmar en esta recreación lo que ha encontrado tras una serie de estudios y análisis, dejando su maravillosa muestra a la consideración de los beneficiarios de la colección histórico-pictórica Lienzos de la Identidad Dominicana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario