viernes, 24 de enero de 2014

POETAS DOMINICANOS DEL SIGLO XX


Abil Peralta Agüero

Todo un conjunto de acontecimientos y fenómenos de carácter socio-político y cultural, marcan las diversas etapas de desarrollo que alcanzo la literatura dominicana durante la centuria correspondiente al siglo XIX. Estas variables en la producción literaria de esa época se acentúan en el género de la poesía, debido a que era, y lo es aun, el género literario de mayor vigencia en la republica Dominicana.

PERIODO DE CONTRADICCION
El siglo XIX se define como un periodo de pura contradicción en las luchas políticas sociales que dan identidad nacional a la vida social dominicana., sobre todo si tomamos en cuenta que es en el siglo XIX cuando se producen los más importantes acontecimientos históricos que dieron origen a nuestra identidad política y cultural. En primer lugar, la proclamación de independencia en el año 1844, y, en segundo lugar, el de la restauración de la República, a mediados del referido siglo.

Dentro de este marco fenomenológico, la poesía dominicana del siglo XIX nace paralela a un conjunto de acontecimientos que, si bien es cierto, no admiten comparación categorial con el e la independencia y la restauración; per o es menso cierto que incidieron de manera notable en la formación filosófica, política y cultural de nuestros escritores, sobre todo en los poetas (elementos dominantes en la acción creadora de un arista).

DIVISION POLITCA CULTURAL
La vida política y cultural dominicana correspondiente al siglo XIX, puede dividirse en cinco etapas fundamentales:

a) Cesión de la parte oriental de la isla a Francia, consagrada en el Tratado de Basilea en 1809(principios de siglo).
b) La reconquista y el periodo de la “España Boba”.
c) Ocupación haitiana por parte de Boyer durante 22 años.
d) El periodo de la Independencia de 1844 y el despertar independentista.
e) La restauración.

VARIABILIDAD EN LA PRODUCCION POETICA
Como puede apreciarse, por las diversas etapas y acontecimientos históricos sucedidos en la vida dominicana de entonces, es deducible el porqué la producción poética de este  siglo no guarda una efectiva coherencia temática y conceptual, sin o que alcanza una gran variabilidad, desde el tratamiento costumbrista folklórico de Juan Antoni Alix, transitando por la poesía política, patriótica y militante de Félix María del Monte y Manuel Rodríguez Objio, hasta la poesía clásica y pura de Salomé Ureña de Henríquez.


LA ACTIVIDAD CREADORA
La actividad creadora del os escritores del siglo XIX puede definirse como “puramente heroica”, debido a que mayor parte de su producción literaria estuvo ausente del foco cultural que ofrecen los centro académicos. Por ejemplo, la Universidad de Santo Domingo fue cerrada por más de dos ocasiones, provocado la emigración de un gran número de nuestros escritores: este desborde emigratorio hacia el extranjero, se acentúa cuando España entrega la parte oriental de la isla a Francia, lo cual fue visto como una acción catastrófica, por la gran fe en el coloniaje español que existía entre la intelectualidad dominicana.

LA EMIGRACION DE ESCRITORES
La mayor cantidad de escritores emigró hacia cuba, puerto rico y Venezuela, países donde consideraban seguro el mantenimiento de su tranquilidad espiritual y propios para su formación y desarrollo intelectual. Entre estos sobresalen: Francisco Nuñez del Monte, natural de Santiago, emigro a Cuba; Esteban Pichardo y Tapia. También de Santiago, emigro a Cuba, donde desarrollo una valiosa labor intelectual, donde dio a conocer las obras” Fatalista”(novela), “Geografía de la isa de Cuba” y “Gran Carta Geográfica de Cuba”; José Antonio Bernal y Muñoz, catedrático de la Universidad de la Habana; Juan de Mata Tejeda, introductor de la litografía en Cuba y José Francisco Heredia, quien se trasladó a Caracas.

UNA GRAN FIGURA LITERARIA
LA figura literaria de más alto relieve entre os escritores que emigraron de la colonia, lo fue el historiador Antonio del Monte y tejada, quien hasta donde se tienen noticias, no cultivo el género de la poesía, porque consagró su intelecto a la investigación histórica. este importante escritor muere en La Habana, Cuba, y deja para la bibliografía dominicana la valiosa obra “ Historia de Santo Domingo desde el descubrimiento hasta nuestros días”, terminada en 1853.

El giro de los acontecimientos políticos, en este segundo periodo, se traduce en un florecimiento de nuestra cultura, por el apego político y cultural que existía hacia España. El retorno de la Colonia a España, luego de vencer a las fuerzas francesas, marca una nueva e importante etapa dentro del desarrollo cultural del país.

LA LITERATURA EN LA “ESPAÑA BOBA”
Durante este periodo es bien sabido que en la colonia se desarrollaba una etapa histórica, conocida como la”España Boba”, algo así como la “Española en Paz”, lo que favoreció notablemente a la cultura y al desarrollo intelectual dominicano, en lo cual incide la reapertura de la Universidad Santo Tomas de Aquino, a lo cual se suma el haber dado os primeros pasos para la fundación de los primeros periódicos que registra la historia del periodismo dominicano.

Evaluando los acontecimientos, se desprende la conclusión de que en este periodo se alcanza un importante “florecimiento cultural e intelectual”, que motiva el regreso de la mayoría de los escritores que habían emigrado huyéndole a la presencia francesa en la Colonia en 1809.

Es durante el periodo de la “España Boba”, y bajo la luz de la Universidad de Santo Tomás de Aquino que emergen figuras inmortales de las letras dominicanas, entre las cuales se pueden citar a ose Núñez de Cáceres, gestor e impulsor de la independencia Efímeras; José Gabriel Aybar, Bernardo Correa y Cidron, Juan Vicente Moscoso y Juan Ramírez Garrido.

Sobre los hombros de estos intelectuales estuvo la responsabilidad de formar a las mas jóvenes generaciones de escritores que se venían formando en torno a la apertura de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

PERIODICOS
Es durante esta etapa cuando aparecen los primeros periódicos del país: “El telégrafo Constitucional de Santo Domingo”, aparecido el 5 de abril de 1821, bajo la dirección de Antonio María Pineda, y “El Duende”, bajo la dirección del doctor José Núñez de Cáceres. Estas publicaciones vienen a complementar el cuadro de apertura cultural que reino durante todo el  periodo de la “España Boba”.

En la etapa correspondiente a principios del siglo XIX, la poesía dominicana alcanza su máxima expresión con el Dr. José Núñez de Cáceres, quien se desarrolla como libertador, fabulista y poeta.

OCUPACION HAITIANA Y RETROCESO CULTURAL
Durante la ocupación haitiana por parte de Boyer, de 1822 a 1844, se produce en el país un oscuro retroceso cultural que provoco un espantoso estado de desorganización y barbarie que obligo a las más sobresalientes figuras literarias del país a emigrar de nuevo a playas extranjeras, tal y como sucedió durante la entrega de la parte oriental de la isla a Francia en 1801. Entre los escritores más destacados que se vieron obligados as emigrar por la presencia voyerista en la Colonia en la Colonia, figuran: José Núñez de Cáceres, hacia España, Felipe Dávila Fernández de Castro, hacia Puerto Rico; José María Rojas, hacia Venezuela, y Andrés López Medrano hacia Cuba, y junto a ellos, mas de una decena de escritores que se vieron precisados a abandonar su tierra por la presión y la inseguridad intelectual y física.

La presencia de Boyer en el país cerro todas las vías de acceso a la cultura, sobre todo cuando ordeno el cierre de todas las escuelas de la Colonia, con la finalidad de convertirlas en Institutos de estudios denominados “Colegios Nacionales”, teniendo como patrón docente y cultural los moldes de la educación y el idioma francés. A todo esto se suma de manera muy grave, el nuevo cierre de la Universidad de Santo Domingo en 1873 con sus estudiantes sometidos al servicio militar obligatorio. De igual modo, se hizo sentir la prohibición de las publicaciones impresas, complementando el cuadro de penetración cultural, con la imposición del idioma francés y la prohibición del español en las actas públicas.

POETAS QUE PERMANECIERON EN LA COLONIA
Los poetas que permanecieron en la colonia durante la presencia de Boyer se convirtieron en fieles servidores de la dictadura, desarrollando una poesía servil y sumisa a los intereses y propósitos del gobernante invasor. Una muestra la encontramos en los versos de Manuel Joaquín del Monte.

/Loor a nuestro presidente/
/a su civismo y su lealtad/
/pues con su espada y su talento/
/nos ha dado la libertad/

POEMAS DE SENSIBILIDAD HUMANA Y SOCIAL
El vacio cultural reinante en la Colonia no impidió que en los días del terremoto de 1842 aparecieran varios poemas que daban muestra de cierta sensibilidad humana y social, sobresaliendo entre sus realizadores, la poesía Ana de Osorio y los poetas José Román Hernández y Juan de Dios Correa y Cidrón, entre nosotros.

PALPITACIONES INDEPENDENTISTAS Y DESARROLLO CULTURAL
El desarrollo de la lucha clandestina por la independencia, impulsado por Juan Pablo Duarte junto a otros independentistas, quedo expreso cuando empezó a aparecer un conjunto de versos manuscritos, “versos satíricos y patrióticos, de discreta circulación clandestina”.

En estos versos, los jóvenes escritores incitaban la lucha por la libertad de la patria ty la independencia del dominio haitiano. Es de esta manera como estos poemas de “emergencia”, junto a la presentación de obras teatrales, empieza a encender la hoguera de la lucha planteada por Juan Pablo Duarte unto a sus compañeros trinitarios.

Después de haberse proclamado la Independencia en 1844, el país empieza a vivir un nuevo periodo político y cultural, en el lapso correspondiente de 1844 a 1861.

Es oportuno señalar, que no todos los escritores correspondientes al siglo XIX tocaron con su pluma el verso patriótico y revolucionario, muchos de ellos, y entre estos, la gran mayoría, realizo una poesía de carácter costumbrista, amorosa, cotidiana, filosofía y metafísica, sin embargo un valioso poeta como José Joaquim Pérez escribe a la patria con una gran fuerza poética y calidad literaria:

/… Y Europa, la vetusta madre estéril
que el vigor de otra savia necesita/
/Sin más fe en sus conquistas, caerá débil/
/Ante este nuevo Gladiador Venecia/
(fragmento).

En igual tono poético se expresa Salome Ureña de Henríquez, la más importante y sobresaliente figura de la poesía dominicana del siglo XIX, en su poema “Ruinas” (Ver no1 de LETRA GRANDE). 
 
/¡Patria desventurada ¿Qué anatema
cayó sobre tu frente?
/Levanta ya de tu indolencia extrema
y ¡ay si desmayas en la lid presente/
/La hora sonó de redención suprema/
/Pero vano temor: ya decidida
muy el futuro avanzas.
ya del sueño despiertas a la vida…/

No obstante la profundidad del contenido patriótico que observamos en los versos correspondientes a os poetas anteriormente indicados, es en los versos de los poetas Félix María del Monte y Manuel Rodríguez Objio donde la poesía patriótica alcanza su más alto dinamismo y combatividad. Sus poesías, además de patrióticas pueden ser definidas como militantes y abiertamente políticas.

DUARTE Y LAPOESIA
El patricio Juan Pablo Duarte no alcanzo niveles de producción poética sobresaliente, debido a su entrega total a la lucha por la libertad y la independencia de la Patria. Sin embargo, lo poco que se conoce de el en materia política, indica que de este haberse dedicado con entrega a la literatura hubiera alcanzado altos logros. Su poesía transito de manera muy tierna el mundo del amor y la filosofía: pero en lo que respecta a sus poemas políticos y patrióticos, logro alcanzar una suprema coherencia sintáctica y un enérgico contenido capaz de penetrar y hacerse sentir “en el corazón de cualquier ciudadano deseos de libertad”.
“Por la cruz, por la patria y su gloria
denodados al campo marchemos!
Si nos niega el laurel la victoria
del martirio la palma alcancemos!

POETAS EN LA RESTAURACION

En el marco histórico de la restauración de la republica encontramos a un grupo de poetas preocupados por la realización de una poesía verdadera, propia de ser considerada como las primeras manifestaciones de la poesía clásica dominicana. En ellos se hace notar su preocupación por la métrica y la rima y otros recursos estilísticos dominantes en la estructuración de la poesía de entonces.

A estos escritores, el escritor Manuel Mora serrano, en su libro “Curso de Literatura Dominicana y Latinoamericana”, los señala como “nuestros primeros poetas clásicos”, entre los cuales sobresalen: Salome Ureña de Henríquez, José Joaquín Pérez, Gasto Fernando Deligne y su hermano Rafael Deligne.

La preocupación por alcanzar un amplio desarrollo cultural y literario se puso en práctica con la fundación de las primeras organizaciones literarias y culturales del país, entre las que citaremos “ Amantes de la Luz”, aparecida en el año 1874 en la ciudad de Santiago de los Caballeros, dirigida por el profesor santiaguero Manuel de Jesús Peña y Reinoso y “La Republicana”, asociación literaria radicada en Santo domingo, donde asistían a encuentros literatos y culturales todos los escritores de Santo Domingo.

Además del grupo conocido como “los primeros clásicos”, alcanzaron notoriedad otros escritores, entre los que podríamos citar a mariano Soler Meriño, Francisco Javier Machado, Pablo Pumarol y Juan Isidro Ortega.

Como se puede claramente apreciar, la poesía dominicana del siglo XX se desarrollo bajo un marco de contradicciones políticas que de manera directa se constituyeron en fenómenos de influencia en el destino de la producción literaria de nuestros escritores, poetas, narradores y periodistas.

No obstante el profundo estado de contradicciones de tipo político y la gran crisis moral y económica, como producto de la constante variabilidad en la búsqueda de la identidad dominicana, tronchada por el coloniaje español y todo el conjunto de invasiones que se produjeron en la colonia, la poesía dominicana del siglo XIX paso a ocupar un lugar de importancia en la historia de la literatura dominicana.

Ese es el curso seguido por la poesía dominicana y sus poetas representantes durante la pasada centuria.

POSTDATA A JUAN ANTONIO ALIX
Juan Antonio Alix, poeta nacional, constituye la más sobresaliente figura de la poesía popular dominicana.

Su producción poética se aparta de los moldes estilísticos y temáticos de los demás poetas dominicanos que alcanzaron desarrollo en el siglo XIX, lo cual no indica que su producción no haya sido valiosa para la cultura dominicana sucedida desde aquellos tiempos hasta nuestros días.

Es oportuno señalar que mucho de los acontecimientos históricos que sirvieron como fuentes de creación al poeta Alix, él los vivió y los observo en su presente. Esto explica el por qué gran parte de sus decimas encarnan el momento político del país o describen satíricamente determinadas situaciones de personajes importantes dentro del clero y la política dominicana.
En el decimero de Juan Antonio Alix se presenta una situación comparable con la de varios otros escritores, cuyas obras nacen y crecen durante los años finales del siglo XIX, lo que por su edad le permite compartir con el momento histórico que empieza a desarrollarse en la nación dominicana durante los primeros años del siglo XX.


Letra Grande. Arte y Literatura 2da Edición. Año 1- No 2. 1980. Editorama SA. Santo Domingo, República Dominicana

COSAS QUE NO ENTIENDO


Ligia Minaya
Denver, Colorado

No entiendo a la gente que no ofrece disculpas cuando ofenden o faltan el respeto a otra persona. Ni al que acurruca el odio. Ni al que no se solidariza con la tragedia. Ni al que se burla del discapacitado, de un anciano desvalido que anda por la calle pidiendo unos centavos. No entiendo al que en lugar de manos tiene garras. Ni al que dice no tener amigos, ni ama a su familia, a quien no tiene sueños, ni utopía. Tampoco entiendo a quien no le gusta disfrutar del silencio. Ni a los racistas. Ni a quien no se pone a la altura de un niño. Ni al que vive al acecho de un vecino, ni a ese que duda de todo y de todos.

No entiendo al que maltrata al pobre y se pone de rodillas ante un rico. Ni al que no le indigna la injusticia, ni la violencia familiar contra niños, ancianos y mujeres. Ni al que odia y se ríe de los homosexuales. Ni al que es incapaz de dar y sin embargo lo desea todo. No entiendo a la familia que no educa con moral a sus hijos, ni le dice lo que deben o no deben hacer, y quizás por eso se hacen sicarios, ladrones, atracadores y asesinos. No entiendo a la mujer que por celos asesina a otra, le tira ácido del diablo, la golpea y hasta lo hace contra su marido. Ni a las que no tienen fe en sí mismas y viven sin esperanzas ante cualquier golpe que le dé la vida. Tampoco entiendo a la que llorar le parece una gran debilidad y ríe pase lo que pase, sin tomar en cuenta que las lágrimas alivian el alma y confortan el espíritu.

No entiendo a quien no respeta la Madre Naturaleza y quiere estrujar la Loma de Miranda. Ni al que no le gusta disfrutar del amanecer de un nuevo día. A la que no siembra porque cree que será otra quien coseche lo sembrado. Ni a la que no guarda silencio para escuchar los mensajes que traen las aguas de un río y el cantar de las aves, el movimiento acompasado de las ramas de un árbol, el abrir de los pétalos de las flores que sonríen y cantan. Ni a las personas que no disfrutan de las noches de luna, de los días de sol, de las tardes serenas.

Tampoco entiendo a quien no le gustan los libros, ni leer un poema. Ni caminar por la arena del mar, ni disfrutar de las montañas, los valles y los campos. Ni entiendo muchas de las cosas que están pasando en este tiempo. Es posible que sucedieran siempre, que no las conociéramos, que no supimos de ellas, y ahora con el Internet, los teléfonos móviles, las tabletas, y otras tantas modernidades que cambian a cada rato y con tan solo unos días, y en segundos sabemos lo que pasa en cualquier lugar del mundo. Aun así, no entiendo, pase donde pase, que se haga lo que no se debe hacer. Por eso no entiendo a muchas cosas y, muchas veces, ni yo misma me entiendo.

Siempre creí que al pasar el tiempo, las leyes, los gobiernos, la manera de interpretar lo antes leído y escuchado, la vida cambiaría a lo mejor. Pero no ha sido así. Ahora hay más cosas de qué agarrarse para vivir mejor, pero por desgracia, las ciudades, los pueblos, muchas de las gentes, no han cambiado y actúan con lo peor de lo peor.


www.diariolibre.com. Saudades / 11 ene 2014.