sábado, 16 de enero de 2010

HAITI: Desgracia, pobreza y solidaridad.


Este 12 de enero el país con quien compartimos la isla, Haití fue testigo de una de las tragedias más grandes de su historia. Los dominicanos no solo nos unimos al dolor que sufre nuestro hermano país, sino que nos disponemos a ayudarles, con lo poco que tenemos. Ibeth Guzmán.

Pero la nobleza de mi gente es un calmante, aunque algunas agencias de noticias no lo publiquen. En situaciones como ésta, me llena de orgullo mi bandera, mi nacionalidad, mi pueblo. Me uno a los que están ahí y desde el teclado les felicito por encender una luz. Nazaret Espinal.

El terremoto que destruyó a Puerto Príncipe puso de manifiesto lo dicho por Euclides Gutiérrez y Bosch: “Haití es un conglomerado humano”, no un Estado, no un país. Quien no haya derramado una lágrima ante esa tragedia tiene poco de humano. Aristófanez Urbáez

Esperamos que la fe sea el norte en todo momento para que los haitianos puedan continuar con esperanza hacia un futuro mejor. Cándida Ortega.

La situación de Haití después del terremoto, nos invita a solidarizarnos. Félix Hernández.

Las almas sensibles de la humanidad han llorado la tragedia de Haití, pero los responsables se cubren con la manta del silencio. Los hipócritas se rasgan las vestiduras. Héctor Tineo.

Entre las miles de fotografías que muestran al mundo la dimensión de la tragedia haitiana, tras el terremoto de esta semana, una en particular encoge los corazones. Es aquella en la que se enseña un primer plano de la destrucción de la catedral de Puerto Príncipe y en medio de aquel desastre, con los restos de paredes y muros cubriendo prácticamente lo que parecía un salón cercano a la calle donde se capta el paso de dos hombres cruzando en una motocicleta, se observa una frágil columna de cemento sin más soporte que el material que la ciñe al piso, con una estatua de madera del Cristo crucificado, incólume, como queriendo recordarnos algo. Miguel Guerrero.

Un nuevo Haití puede nacer de esta destrucción. Esto puede dar lugar a que se levante un nuevo pueblo que crea en su gente, donde sus líderes puedan tomar las riendas de la nación con sabiduría, donde ricos y pobres se unan a favor de su pueblo y donde la comunidad internacional entienda que la nación caribeña debe fortalecer sus instituciones con la ayuda de todos. Erick Dorrejo

Los dominicanos debemos ayudar a los hermanos haitianos en todos los órdenes y sin temor. Abrir nuestras almas, nuestros corazones, proporcionar todo tipo de ayuda, elevar nuestras oraciones y hacer todo lo que podamos para que ellos sienten que sus hermanos están a su lado en esta terrible realidad que los circunda. Euri Cabral.

Sabemos por la abundancia de noticias, que las ayudas urgentes han comenzado a fluir hacia la hermana nación, pero creemos firmemente que por pobre que sea la ayuda que podamos ofrecer, no le sobraría a este pueblo, dada la magnitud de la tragedia. Juan Cuevas.

Hoy que el dolor, el luto y la consternación golpean inmisericordemente, una vez mas, al Hermano Pueblo Haitiano, debemos sumar esfuerzos para contribuir de la forma que sea, para ayudar a paliar el hambre, el dolor y las penurias de esta desvalida población vecina. Sergio Reyes ll.

Hay que encarar la dramática situación, aprender de los errores para subsanarlos en el futuro y tratar, en lo posible con la ayuda internacional de corregir el status de la población haitiana en el país. Quini Candela.

Hoy se ha olvidado el afán de contingencia, de supremacía, del estorbo, del color de la piel, todo se hace a un lado para ayudar, de forma hermanada a los haitianos. Un pueblo que sufre las consecuencias de un abandono total de parte de los países del hemisferio. Esta demostración de solidaridad, que hoy acusamos, no es nueva; ha sido una semilla que hemos conservado para estos momentos y que su germinación, en la mente fértil de los dominicanos, cuenta con mucho espacio y sin límite de tiempo. Roman Polanco.

Desgraciadamente, la catástrofe de Haití, acaso pasó por imprevisiones imperdonables que hoy sólo nos queda lamentar. Ahora hay que fijar la atención en el presente y en el porvenir, a los fines de tomar las providencias de lugar para evitar en la medida de lo posible que el próximo evento, en tanto no lo podemos impedir, resulte menos dañino. Jorge Herrera.

La solidaridad debe ser puesta de manifiesto por instituciones, organizaciones, entidades y empresarios. Cualquier cosa que pueda entregárseles a los haitianos será de gran valor. La realidad es que este país no tiene capacidad para recuperarse así mismo. Hasta lidiar con sus muertos le resulta difícil. Samuel Santana.

Debemos romper con nuestros prejuicios contra el pueblo haitiano y brindarle apoyo y solidaridad en todo momento. Deben emprenderse hoy muchas acciones y muchas redes de solidaridad con Haití, con los niños y niñas huérfanos/as de esta tragedia y con todos los que viven en nuestro territorio. Tahira Vargas.

Ante la tragedia haitiana ¿qué hacer? ser solidarios, como antes otros lo han sido con nosotros. Pero el peso de los problemas haitianos es tan grande que no podemos cargar con ellos porque no tenemos vocación suicida. La tragedia hace flotar las necesidades haitianas que nosotros no podemos solventar. Bonaparte Gautreaux Piñeyro.

Foto de Clave Digital.

viernes, 15 de enero de 2010

Las enfermedades juveniles de la literatura



Diógenes Valdez

La palabra “joven” utilizada para calificar a una determinada literatura, resulta en ocasiones, bastante conflictiva, porque a veces esa juventud no se encuentra en la edad del autor, sino en el tiempo que lleva ejerciendo tan apasionante labor, y en el mejor de los casos, en la novedad con que se aborda determinado problema narrativo. Es harto conocido que la literatura está compuesta por ideas y que ésta se manifiesta por medio de la palabrasa escrita, aunque esto último no es rigurosamente cierto, porque existe una literatura que es al mismo tiempo una tradición oral, entonces, el asunto de la juventud dentro de la literatura no sólo es cronológico, sino también un asunto de novedad dentro de la misma.

Es bueno hacer hincapié en el asunto de la forma, porque desde hace mucho tiempo se tiene establecido que dentro de lo formal sólo existen cuatro grandes temas; a saber: el Amor, la Vida, la Muerte y el Odio, con sus respectivas variantes.

Aun siendo joven cronológicamente, un escritor puede ser viejo si la manera de expresarse es anacrónica. En lo primero que tal autor debe estar consciente, es que “saber escribir” es un asunto muy diferente a “saber narrar”, que existen escritores de gran abolengo, con un gran dominio de la palabra, que no son sin embargo, notables “narradores”. A éstos les cabe más bien el calificativo de “intelectuales”.

El intelectual es aquel que sabe todo (o casi todo) desde el punto de vista académico. Resulta, por lo regular, ser un gran exponente desde la cátedra pública, ya sea ésta dentro de un aula o a través de un artículo periodístico, pero en el momento de construir un texto narrativo, la materia — es decir, las palabras— se le resiste.

No sucede lo mismo con aquél que es un narrador, quien sin ser un teórico, domina sin embargo las leyes de la construcción literaria. Este sabe escoger las palabras adecuadas de acuerdo con el escenario donde se desarrolla la acción literaria, hace hablar a sus personajes, no como lo haría él, sino como lo harían los iguales a los personajes en cuestión y de acuerdo siempre a la condición social de los mismos, porque no han de expresarse de igual manera “la dueña de la casa” y “la criada”. Inclusive, es este ejemplo tomado al azar, hay un imperativo que obliga de manera tal a uno de dichos personajes, a comprender el estado de subordinación de uno con respecto al otro y, a actuar en consecuencia.

En mis manos tengo un manuscrito de una joven que desea iniciarse por los duros senderos de la narración y desea hacerlo con un género de madurez como es la novela. He intentado hacerle notar algunas inconveniencias, pero como joven al fin, es rebelde y se resiste. Pienso ahora en una expresión que utilizan los brasileños y que contiene una verdad tan grande como el monte Everest. La expresión a la que hago referencia es la siguiente: “si los consejos sirvieran para algo, nadie los diera gratis”.

Veo sin embargo en estos manuscritos, “un talento en ciernes” y pienso que todo primer intento narrativo es un acto de juventud. Quienes ya hemos tropezado bastante, debemos hacer un alto y señalarle a quienes vienen detrás los obstáculos. En cierto modo me veo en los inicios de una carrera que está todavía muy lejos de la meta, porque además de ser “una carrera de relevos”, la literatura es también una competencia de larga distancia, en la cual el principal contrincante resulta ser uno mismo. Me veo dominado por una gran ambición, en aquella en la que pensaba que bastaba con tener imaginación y dominar la leyes de la gramática para poder ser un escritor.
En los escritos de esta joven escritora, la veo eligiendo los escenarios donde deben actuar sus personajes, mientras más exóticos mejor, olvidando que siempre habrá un lector que reconocerá lo falso de aquella geografía narrativa, ya que el autor (o la autora), conoce poco o nada de dicho medio.

La fascinación por escenarios desconocidos es uno de los grandes pecados capitales de los escritores que se inician. Entre muchos jóvenes existe la tendencia inexplicable de ubicar a los actores de un drama literario en aquellos territorios donde alguna vez nos hubiese agradado vivir. Más que una tendencia, ésto se convierte en ocasiones en una tentación irresistible. Serán el tiempo, las muchas lecturas y los todavía más manuscritos rotos o quemados, los que nos devolverán a la realidad y se encargarán de vacunarnos contra esta juvenil enfermedad de la literatura. En un alto porcentaje (y sucede con el maquinuscrito que tengo delante de los ojos), que París lleva la delantera en cuanto la elección de escenarios exóticos.

Otro desliz muy común entre los que se inician, sobre todo cuando son del sexo femenino, es elegir como personajes a “príncipes, princesa, duques, condes, duquesas, etc., y hasta piratas” y toda esa pléyade de seres de excepción que casi sólo existen en las novelas rosas, olvidando aquella profecía del fallecido Farouk, monarca de Egipto, de “que llegaría el momento en que el mundo sólo habrían cinco reyes, y cuatro de ellos se encontrarían dentro de las barajas”, sencillamente por que las monarquías no son más que un símbolo de un anacronismo epocal.

En el texto que analizo, no tengo aristócratas de sangre azul, pero en cambio, tengo un pirata. Me resulta evidente que la televisión y el cine han influido bastante en mi amiga y me quedan pocas dudas de que el filme “Piratas del Caribe” ha deja su imprompta en la siquis de esta novel escritora.

Después de la promoción que Hemingway le hiciera a la Ciudad Luz por medio de su magnífica novela “París era una fiesta”, no debe resultar extraño que cualquier persona que hubiese leído tal obra no quisiera permanecer en esa fabulosa ciudad por lo menos un tiempo. Pero aún no estando allí, no podemos sustraernos a su influencia, porque París es el centro de la moda, de allá nos llegan los más finos perfumes y la más elaborada cosmetología. En París está el río más romántico del mundo, está Notre Dâme, Sacre Coeur, Mont Martre, Les Champs Elysées, Les Invalides, Le Etôile, Beaubourg, La Defense, Le Louvre y mil una cosas maravillosas más, sin descontar que la famosa novela El Código da Vinci, de Dan Brown tiene, al igual que la obra de mi joven escritora, su principal escenario.

A estas alturas vale la pena reparar en los personajes. No resultaría extraño que siendo París el escenario donde se desarrollan las acciones de esta novela —que de paso todavía no tiene una trama definida—, dichos personajes tengan nombres franceses (Etienne, Cosette, Claire, Sofie, etc.), pero lamentablemente ellos, de franceses sólo tienen los nombres.

Se dice, y parece que es una verdad de perogrullo, que cada pueblo tiene una particular idiosincracia. Los habitantes de dichos pueblos tendrán, por supuesto, un comportamiento que habrá de caracterizarlos. Un norteamericano no se comportará ante una situación determinada de la misma manera que lo haría un italiano y lo mismo se podría decir de un español, un inglés o un noruego. Idéntico sucede con un ciudadano francés, pero para saber cómo es su comportamiento hay que convivir con él en su medio natural. Si esta situación no está presente, cualquier caracterización resulta no solamente falsa, sino que se hace “evidentemente falsa”.

Ante todos estos inconvenientes, resulta necesario entonces, que la trama sea realmente vigorosa para que la atención del lector se concentre en la misma y se diluyan los detalles nimios e incongruentes y más que talento, el narrador debe poseer destrezas. Tanto en literatura como en muchos otros órdenes de la vida, se dice que “cada maestro tiene su librito”, es decir, una manera particular de aplicar las técnicas inherentes a cada materia. En el acto de narrar esto es cierto y un poquito más, porque dependiendo del asunto que se debe contar, el narrador puede, y con bastante frecuencia lo hace, tomarse algunas licencias que le conceder novedad a la materia narrada. La técnica siempre será la misma, pero la manera de aplicarla difiere (o podría diferir, de un escritor a otro.

En lo particular sé, por experiencias propias y ajenas, que una novela no está compuesta sólo por las vivencias del personaje principal. Que dentro de un texto narrativo hay tantas historias como personajes intervengan en el mismo, que el autor decide no contarlas, es otra cosa. Lo mismo que en la vida real, los personajes en una novela nunca están solos y alrededor de ellos, como si fuesen un astro, girarán otras vidas que, en algún momento invadirán o tocarán tangencialmente sus trayectorias.

Para no hacer demasiado extensas estas reflexiones, quisiera resumir:

El escritor que se inicia, en el momento de escribir un texto de imaginación, debe partir de una historia conocida a la perfección. Debe asimismo conocer o dominar el escenario donde se mueven sus personajes. Para una mayor credibilidad, dentro de su acervo cultural, debe conocer el comportamiento de dichos personajes de acuerdo a su condición social. La historia debería ser contada en una forma tal, que pareciera que el autor se la estuviera relatando al alguien conocido o muy cercano a él, utilizando las mismas palabras de su cotidianidad.

La manera de hablar de los personajes debe corresponder a la de su clases social y naturalmente, a su nivel cultural.

Perlas de la Pluma de los Garrido es rescate histórico



Por Luis Matos

…Al recibir el libro que nos convoca en esta ocasión, sentí una enorme satisfacción por este rescate y sobre todo, por la oportunidad que ofrece a las nuevas generaciones de acceder a los documentos que incorpora. Cuatro características se destacan en esta obra:

1ª Perlas de la pluma de los Garrido, constituye una selección de textos de estos tres autores que representan los documentos más significativos e importantes y posibilitan la identificación de sus respectivos perfiles como escritores. Víctor Garrido como poeta y ensayista histórico que abordó los hechos asumiendo y defendiendo una posición sobre su interpretación. Badín Garrido, como periodista y costumbrista. También supo asumir y defender posiciones respecto a los problemas sociales de su época. Edna Garrido como investigadora de la cultura popular y el folklor nacional. Tuvo el valor de romper con patrones de comportamiento de su época para dedicarse a la investigación, tarea reservada casi exclusivamente a los hombres. Lo hizo muy bien y se convirtió en un referente obligado en su área.

2ª Los tres Garrido escribieron sobre temas propios de San Juan de la Maguana, que leerlos detenidamente en estos tiempos, ayudaría a conocer y clarificar gran parte de la historia sanjuanera, que muchos desconocen. Luego, escribieron sobre temáticas de carácter nacional y hasta mundial, cada uno desde sus propios ámbitos y campos experienciales.

3ª El libro está cuidadosamente editado, con una impresión impecable que le da una apariencia de libro nuevo, lo cual constituye un valor agregado al conjunto de textos seleccionados, incluyendo el que ya nos atrevimos a asumir como presentación o introducción y que su autor modestamente titula “Tras las huellas de los Garrido”. En este recorrido por las huellas de los Garrido, Edgar Valenzuela expresa claramente el propósito de la obra, que no es otro que “despertar el apetito”, lo cual nos lleva a pensar que podría haber más, para saciarnos. Es lo que esperamos que ocurra con textos de esta naturaleza, una vez que son rescatados y puestos a disposición de nuevos lectores. Quiera Dios, quiera el editor de estas Perlas y quiera el Archivo que haya más, mucho más.

4ª El libro cuenta con el aval del Archivo General de la Nación, institución que se ha remozado y ha logrado cambiar la imagen de antiguo almacén de papeles viejos y anárquicamente archivados, a una institución modernamente organizada, con tecnología moderna y procesos de digitalización de todos sus documentos históricos. Con esta modernización nos parece que la memoria histórica dominicana ha reaparecido y se está poniendo a disposición de los dominicanos y de todos los ciudadanos del mundo. Si este libro lo vemos, además, en este contexto de modernización institucional, tenemos que entender que se trata de un verdadero rescate de nuestros documentos históricos. Y que éste no es el único que podemos presentar como rescatado y relanzado.

…Fue en el 1999 cuando tuvimos la oportunidad de conocer la producción de estos tres intelectuales con más detalle, en ocasión de un trabajo de investigación sobre San Juan de la Maguana, con miras a participar en el Concurso Nacional sobre Historia y Desarrollo de las Provincias, organizado por la Comisión Presidencial de Apoyo al Desarrollo Provincial. Localizamos sus principales obras, nos comunicamos con algunos de sus descendientes, quienes nos facilitaron documentos importantes y ejemplares de libros escritos principalmente de Víctor y Badín. Conversamos con algunos contemporáneos de ellos que aún estaban vivos en ese momento. Los hallazgos se convirtieron en el descubrimiento de una parte importante de nuestra historia que estaba olvidada, o más bien ignorada por las generaciones actuales.
El trabajo que realizamos con miras a participar en el concurso, fue finalmente premiado con el Primer Lugar para la Subregión del Valle y en tal condición fue publicado por los organizadores del concurso.

…La interrogante que nos inquietó durante los años siguientes al primer contacto profundo con estos textos fue un gigantesco ¿Por qué?
¿Qué había pasado con esos libros, con esos artículos y con el periódico El Cable? ¿Por qué desperdiciamos tantos años de cursos de historia sobre pueblos y culturas tan lejanas y hace muchos siglos inexistentes y no dejarle a nuestra propia historia cercana algunos capítulos que motivaran a las nuevas generaciones a hurgar en los acontecimientos que nos involucran de manera directa? ¿Por qué no motivar un poco la historia oral en nuestros pueblos? ¿Acaso es algo intencional para desconectarnos de nuestras raíces y de nuestros valores o es desconocimiento de nuestros profesores y de los responsables de elaborar el currículo de las escuelas y universidades?

Al conversar con algunos sanjuaneros de la época de Víctor y Badín y otros de tiempos más cercanos a nosotros, pero que conservaban parte de la memoria histórica del contexto de estas publicaciones, llegamos a algunas conclusiones preliminares – lo de preliminar es por no haber podido contrastar con las versiones de otras personas y quizás después de esta publicación podamos hacerlo si los que tienen informaciones más directas se deciden a publicarlas o a clarificarlas.

Primera conclusión preliminar: Badín Garrido fue considerado siempre un antitrujillista y nacionalista a carta cabal, tal como lo demostró en plena ocupación militar norteamericana (1916-1924). Desde el inicio de la tiranía se manifestó en contra y enfrentó problemas con el régimen por esa razón. El acoso político y militar lo obligó a cerrar El Cable en el 1930, inmediatamente después de instalarse el régimen. También por el acoso debió abandonar su ciudad San Juan de la Maguana y no sólo se trató del acoso político y militar del gobierno, sino además el de los horacistas y algunos desafectos al régimen que veían en él la figura que podía liderar un movimiento político para enfrentar al Jefe. A la caída de la tiranía (1961) su prestigio se mantenía muy alto, teniendo como un importante valor agregado, la imagen del comerciante y empresario exitoso en que se había convertido. Fue contactado por algunos políticos y otros simpatizantes del horacismo de principios de siglo, pero no lograron convencerlo de involucrarse al frente de un proyecto político. Este rasgo explica por sí solo que durante los 30 años de la tiranía, los escritos de Badín desaparecieran, ya que se entendía que podían causar problemas. Sin embargo, ejemplares viejos de El Cable circularon de manera clandestina entre algunas personas no afectas al régimen. A partir de 1960 Badín inicia un proceso de publicación que constituye una demostración de que aun en silencio y sin publicar, no dejó de pensar y quizás tampoco de escribir para algún día. Y ese día había llegado.

Segunda conclusión preliminar: Víctor Garrido fue identificado como trujillista y colaborador del régimen. Desde el inicio, Trujillo manifestó su admiración por los Garrido de San Juan de la Maguana, por lo que trató de sumarles como colaboradores e involucrarlos en su gobierno. Sumó a Joaquín y a Víctor Garrido, logrando vencer la resistencia que éstos pusieron al principio. Existía un aspecto que Trujillo conocía de Víctor Garrido y que le permitió esa aproximación. Era su rechazo público a la Convención Dominico-Americana (1907) y a la ocupación militar norteamericana (1916-1924). Víctor Garrido ocupó diversas posiciones en el gobierno, siendo Secretario de Estado de Educación en varias ocasiones, y en su condición de Secretario de Estado del Tesoro, le correspondió saldar la deuda externa con el gobierno norteamericano. En ese contexto es que Víctor escribe “Trujillo, restaurador de la independencia financiera de la República Dominicana” (1943)”, el cual contiene elogios hacia el Generalísimo, que por el tono y la delicadeza de su estructura, reflejan al extraordinario poeta que fue Víctor Garrido o al perfecto conocedor del efecto de la adulación en el jefe. Alguien podría decir que reflejan al adulador complaciente que se alimenta al lado del amo; pero ese nunca fue el carácter de Víctor ni de ninguno de los Garrido, ya que era Trujillo que sentía admiración por los Garrido, pero esa admiración no se experimentó en sentido inverso. En la carta de remisión del cheque de cancelación de la deuda externa, que le dirigiera Víctor a Trujillo, se expresa claramente el sentimiento nacionalista genuino en su autor, así como el complemento indispensable que alimentaría el gigantesco ego del jefe.

Este cheque es el más cuantioso extendido por la Tesorería de la República Dominicana en su historia centenaria y el único que lo ha sido para una finalidad que es la meta de una campaña redentora. La ley que lo autoriza tiene en el proceso de nuestra lucha cívica por desacirnos de la esclavitud económica un valor tal alto como el de la batalla de Santomé en el proceso de nuestra lucha armada por la independencia de la Patria.
Es la victoria de vuestro esfuerzo, en permanente función de dominicanidad, encaminado a rescatar la soberanía económica y hacendadística de la República.

Tercera conclusión preliminar: Edna Garrido de Boggs se mantuvo al margen de los acontecimientos de la tiranía. Se dedicó a la enseñanza y a las investigaciones folklóricas y las publicaciones. Gran parte de su vida ocurrió fuera del país.

….Edna Garrido, hija de Víctor... Después de graduarse en la Escuela Normal se dedicó a la docencia durante 12 años, paralelamente a sus inquietudes e investigaciones sobre el folklor dominicano. Se fue a Estados Unidos a estudiar (1946-1947). Regresó por poco tiempo al país y luego volvió a Estados Unidos. Sin embargo, tanto cuando residió en el país como cuando lo hizo en Estados Unidos, mantuvo un interés permanente por el folklor dominicano, ya investigando y publicando, ya dando conferencias, etc. En fin, conformando una producción literaria sobre nuestro folklor, que no ha sido superada hasta el momento. La lista de publicaciones que incluye Edgar Valenzuela en estas Perlas de la pluma de los Garrido, (pág. 314) así lo atestigua. No se tiene información de que tuviera pronunciamientos en el orden político en ninguna de las direcciones. Y no fue por desconocimiento o falta de capacidad, ya que tenía ideas muy bien definidas respecto al aspecto político, como lo manifiesta en “El dominicano visto a través de sus juegos” (1967), trabajo presentado en el II Instituto Latinoamericano de Folklore, efectuado en la Universidad de California:

En la mentalidad del dominicano todavía no ha penetrado que la estabilidad política y económica es algo que se obtiene a largo plazo y mediante el esfuerzo y la cooperación de todos; que no se les puede servir en una bandeja, al minuto; que no es algo que el gobernante, convertido milagrosamente en prestidigitador, podría sacar de un sombrero y ofrecérselas de manera instantánea, sino que es algo que ellos mismos tienen que proporcionarse mediante la perseverancia y el celo en el cumplimiento de sus deberes ciudadanos y el acatamiento de las leyes que rigen el país y que ellos mismos han creado.

La selección que hace el editor Edgar Valenzuela para estructurar estas Perlas, es muy acertada porque posibilita una aproximación a la producción literaria de esta trilogía, convirtiéndola en una magnífica oportunidad para darla a conocer a las nuevas generaciones y, tal vez, a que se abran debates sobre los diferentes acontecimientos abordados y sobre los puntos de vista de los Garrido.

martes, 12 de enero de 2010

Segundo Encuentro de Escritores de la Region Sur de la República Dominicana con sus Colegas de la Región Sur de Puerto rico



Escritores del sur dominicano:

La primera semana de marzo del 2010 se celebrará el segundo encuentro de escritores de la región Sur de la República Dominicana con sus colegas de la región Sur de Puerto Rico, que en la ocasión viajarán a la República Dominicana.El encuentro se desarrollará en las ciudades de San Juan, Elías Piña, Azua, Baní, San Cristóbal, Barahona los días del 3 al 8 de marzo 2010.

Con entusiasmo venimos construyendo un sueño: "El Sur visita al sur", evento sin precedentes, que une el sur o meridión cultural de dos hermanas naciones: el grupo de entusiastas escritores del sur de la República dominicana y un grupo de escritores de la hermana ciudad de San Juan de Puerto Rico.

Motivamos desde ya tú participación, esperando contar con tú presencia en cada uno de los actos lirios culturales a desarrollar.

Miércoles 3: Día de llegada y bienvenidas en varias provincias.

Lunes 8: Salida hacia Puerto Rico

lunes, 11 de enero de 2010

UN ABUSO A LA CIUDADANIA: La irreverencia de algunos munícipes y la permisibilidad de las Autoridades del Ayuntamiento Municipal en San Cristóbal.


Escribiendo estas letras estoy atolondrado, atrabiliado, aturdido, agobiado, atiborrado… no he podido dormir bien… anoche antes de irme a la cama… tuve que esperar hasta la 1:00 a.m., ya que un “chimichurris” sorpresivo fue instalado en una esquina diagonal donde está ubicada mi casa, y una guagüita parqueada para amenizar con una música denigrante, personajes llegados no se sabe de dónde… y al finalizar, observar como una pareja a la espera de que recogieran “los tereques”, fuera de contexto, tanto sentada como parada, realizaba los movimientos del acto sexual en “un perreo”, desahogando el despertar del morbo, de perra en celo y al ritmo de la música, ambos, con sus manos, recorrían sus partes pudendas… y los que la acompañaban se hacían de la vista gorda… todo tan natural a la vista... un teatro de lo absurdo...



En síntesis “estoy jartooooo”… del ruido, tanto de algunos vecinos, como de los carros con sus altas vocinas, motores, guagüitas de venta de agua, de comestibles, las “Disco Light” de los políticos en campaña, las voces de la gente borracha, tanto de las mujeres como la de los hombres diciendo palabras impublicables, lanzando botellas, de gente que construye una escalera en una acera, de los inspectores que se lo permiten, de jugadores de dominó hasta altas horas de la noche, el tableteo de las fichas, las expresiones de los jugadores así como el chillido de las féminas que los acompañan, del amontonamiento de la basura en el patio de la casa, porque no hay camiones que pasen a tiempo para recogerla, de la basura que también muchos tiran en las calles, de "los chimichuris" sin límite de horario, sin inspección sanitaria y de otras cosas, más insólitas.



¿Y qué están haciendo las Autoridades Municipales? A las que el pueblo elige y les paga para que los ciudadanos podamos vivir en un estado de salud idóneo, de tranquilidad y respeto. ¿Tendremos que acudir al Chapulín Colorado? ¿Y ustedes amigos y amigas lectores, ciudadanos conscientes sancristobalenses, ciudadanos del país… dónde están... qué les parece?

domingo, 10 de enero de 2010

Para embriagarse de brevedad y azul



Diógenes Valdez

Recientemente dos excelentes artistas, ambos de San Cristóbal han unido sus talentos para entregarnos una hermosa y sentida obra de arte. O a la inversa, porque el sentimiento lo pone la autora del libro y la hermosura, quien ha elaborado las viñetas que ilustran el interior del mismo.



Uno de éllos, o una, como todavía no me acostumbro a decir, es Blanca Kais Barinas, poeta y cuentista con una voz literaria muy singular, pues la suya es una voz muy tierna y femenina al mismo tiempo. Algunos se sorprenderán de la fusión de ambos calificativos, porque tal vez atribuyan la ternura a un sentimiento femenino; falso concepto porque también se puede ser tierno sin dejar de ser hombre ni un instante. Del mismo modo utilizo la palabra “poeta” en vez de poetisa, porque, porque tal manifestación escritural no tiene género; la poesía simplemente es buena o mala, sin importar quien la escriba. Para nuestra fortuna, estamos ante la presencia de un buen libro de poesía.



El otro artista que ha aportado su talento para que “El giro azul”, que es el título que la autora ha elegido para el poemario al cual estamos haciendo referencia y que ha permitido que éste se convierta en una de esas joyitas que rutilan dentro de lo más recóndito de la memoria, es José Francisco Pelletier, un joven talento del pincel, quien por su constancia, dedicación y amor a su arte, está destinado a convertirse en uno de los valores perennes de nuestra plástica.



Experiencia —la que posee Blanca Kais Barinas— y juventud —la que derrocha Pelletier— constituyen una combinación perfecta, porque cada uno ha dado lo mejor de sí, formando un dueto donde sólo se escucha una nota: la de la Excelencia, porque esa voz que penetra por nuestros oídos y se aloja dulcemente en nuestro cerebro, no es la de la autora del libro, ni tampoco la de quien ha ilustrado los poemas, sino la de Calíope, la musa protectora de la poesía y la de esa otra musa, todavía sin nombre, sacerdotisa todavía no inventada aún, que un día no muy lejano habrá de presidir las Artes Plásticas.

Gracias a Blanca Kais Barrinas por permitirnos el deleite de tener en nuestras manos su libro, un libro que habrá de embriagarnos de poesía y de azul y que no por ser breve, carece de grandeza.

El TIGRE Y EL GRILLO, cuento tradicional mejicano


Una vez iba caminando un tigre por la selva, muy quitado de la pena, cuando pisó la casita de un grillo.

-¿Por qué me tumbas mi casa?

El tigre volteo para todos lados, sin ver al grillo.

-¡Aquí estoy, sobre tus patas, y quiero que me hagas una casa nueva porque me acabas de destruir la mía!

Al fin, el tigre miró al grillo y, burlándose, le contestó:

-¿Cuál casa? Yo no veo nada. ¿Y si no quiero construírtela, qué me vas a hacer, tonto insecto?- agregó carcajeándose.

-No te burles así de mí - replicó el grillito -
Puede perjudicarte, aunque no lo creas.

-¿Tú a mí, animalucho insignificante? Mejor cálmate -gruñó el tigre.- ¿Qué te parece si luchamos los de tu especie contra los de la mía? - propuso el grillo.

Si gano, me construyes mi casa. Si no, no.

-Perfecto- respondió el tigre con aires de superioridad-, nos vemos mañana a las doce del día en la orilla del río verde.

-Ahí estaremos-aseguro el grillo en tono firme.

Y cada uno partió a organizar su ejército.

El tigre reunió zorros, lobos, coyotes, leones, panteras, toda clase de mamíferos feroces. El grillo convocó hormigas, avispas, abejas, zancudos, todo tipo de insectos de picadura fuerte.

Al día siguiente, dando las doce, el tigre y su ejército se colocaban a un lado del río verde, mientras el grillo ordenaba los suyos ponerse entre las hojas de los árboles.
Acto seguido, el tigre daba terrible gruñido de “¡al ataque!”, pero entonces, como una nube negra, los insectos se lanzaron sobre los animalotes por todo el cuerpo.

Las fieras aullaban de dolor. Movían patas, colas, orejas, narices, hocicos, cabezas, sin saber que hacer.

-¡Tirénse al agua!- gritó una zorra, y el ejército completo se aventó al río, a calmar la picazón.

-Pronto siguió la huida de los animales grandes que, en fuga desordenada, gritaban: “¡Sálvese quien pueda!”

El tigre se quedó sólo y triste, quejándose de las picaduras, con el orgullo herido, pensando como podían haberlo derrotado animales tan pequeños… y no tuvo más remedio que cumplir con su palabra y construirle una nueva casa al grillo.

SABER VER, arte y recreación en la familia. Abel Quezada. Lectura en voz alta. No 8. México. 1997.

MUESO DE BELLAPART: Contenido museológico de su exposición permanente.


Luisa Auffant
Directora del Mueso Bellapart

Desde el 18 de febrero del año 1999 se mantiene abierto al publico el Museo Bellapart, primer museo privado dedicado a las ares plásticas en la republica Dominicana, entidad de carácter no lucrativo, creada con la vocación de difundir el arte y la cultura del pueblo dominicano.

Las obras que conforman la Colección Permanente del Museo Bellapart corresponden a una selección de las tendencias y los nombres más significativos del panorama artístico dominicano, desde finales del 1800 hasta mediados de este siglo.

La excelente colección se ha instalado siguiendo un recorrido que muestra la secuencia histórica, con la finalidad de que el espectador pueda observar la trayectoria del arte dominicano, así como la evolución de sus distintos estilos, desde las figuras puntuales que constituyeron el precedente inmediato de la modernidad, hasta las vertientes de las mas imp0rtantes vanguardias de nuestro siglo.

El recorrido comienza por las obras de los denominados “precursores del arte dominicano”, quienes, conseguida nuestra independencia en el 1844, formaron un movimiento que tuvo como finalidad el renacimiento d la literatura y de las artes plásticas. El estilo prevaleciente entre nuestros artistas era el romántico con influencias de la actualidad pictórica d la época, como el neoclasicismo y el impresionismo. A este periodo pertenecen: Luis (Sisito) Desangles, Leopoldo Navarro, Abelardo Rodríguez Urdaneta, Abelardo Pimñeyro, Adolfo García-Obregón, Enrique García Godoy, celeste Wons y Gil, y Fernando (Tuto) Báez.

A continuación se dedica importantes espacios a los pintores Yoryi Morel, Jaime Colson y Dari Surto. Setos Artistas, autodidacta y eminentemente costumbrista el primero, y habiendo asistido a reptadas academias de Europa y México los otros dos, imprimen un sello auténticamente dominicano a los estilos que entonces estaban en boga, tropicalizando sus paletas para que nuestra luz pudiera ser captada en lienzos magistrales.



La siguiente área está dedicada a los exiliados que llegaron al país huyendo de las guerras europeas y que ayudaron a la fundación de la escuela Nacional de Bellas Artes en el año de 1942. Manolo Pascual, George Hausdork, Eugenio Fernández-Granell, José Gausachs y José Vela Zanetti dejaron una huella imperecedera en los artistas dominicanos impulsando el arte con verdadero rigor académico, al mismo tiempo que introducían lenguajes de vanguardia, como e surrealismo. Ellos descubrieron la luz tropical, el verdor de nuestras campiñas y el color de nuestra raza, y las transmitieron a sus entusiasmados alumnos con depuradas técnicas y experiencias plásticas. Hoy no se puede hacer mención de una pintura dominicana sin reconocer la influencia enriquecedora de estos artistas. Se exponen también obras de Ángel Botello Barros, Alfonso Vila (Shum) y Ernest Lotear, artistas que, aunque permanecieron poco tiempo en nuestro país, enriquecieron con sus conocimientos las actividades pictóricas que empezaban a surgir.

En otras áreas del museo se encuentran espacios donde se establece un panorama de las diversas formas de la pintura de vanguardia creadas por os discípulos de os maestros europeos. Las obras de Clara Ledesma, Gilberto Hernández Ortega, Paul Giudiceli, Eligio Pichardo, José Ramírez Conde, Jorge Noceda Sánchez y otros, nos muestran la complejidad y la diversidad estilística del desarrollo artístico dominicano guante losaos cincuenta y sesenta; esta ultima década fuertemente condicionada por la especial situación política en que se encontraba la República Dominicana.

Finaliza así este conjunto de ámbitos que alberga una selecta antología organizada según distintos periodos, con la finalidad de ofrecer al visitante un hilo conductor que le permita recorrer las diferentes etapas del arte dominicano.

El Museo Bellapart cuenta con los auspicios de la Fundación Bellapart, presidida por el coleccionista dominicano de origen español, don Juan José Bellapart. El Museo está ubicado en la quinta planta del edificio Honda de Agencia Bella, Ave. John F. Kenneduy esq. Luis Lembret Peguero, Santo Domingo. El horario es de 10: 00 a.m. a 6:00 p.m. de lunes a viernes, y los sábados de 9: a.m. a 12m. La entrada es gratuita.


ARTes En Santo Domingo. Año 1.No1.Octubre 2001.