sábado, 26 de octubre de 2013

PALABRAS DE JOSÉ MÁRMOL EN LA GRADUACIÓN DE BACHILLERES TÉCNICOS DEL INSTITUTO POLITÉCNICO LOYOLA, EL 26 DE OCTUBRE DE 2013, SAN CRISTÓBAL, R.D.


Buenas tardes. Un honor para mí compartir con ustedes, señores directivos de este importante centro académico, profesores, graduandos, estudiantes, familiares y amigos, algunas ideas acerca de la Importancia de la lengua y la literatura en el perfil de un bachiller.

Quisiera, antes de entrar en materia, agradecer al padre José Rafael Núñez Mármol, cariñosa y familiarmente conocido como el padre Chepe, rector de este Instituto Politécnico Loyola, así como al licenciado Pedro Hernández, director de Bachillerato Técnico, por la gentil invitación y por el privilegio que me brindan de poder dirigirme a esta audiencia, en el marco de un momento de tanta importancia en la vida de los jóvenes graduandos y sus familias.

Asimismo, quisiera aprovechar este momento inicial para extender una cálida y sincera felicitación, como también un entusiasta y merecido reconocimiento a los jóvenes graduandos que hoy alcanzan un peldaño más en el difícil, muchas veces tan precario  trayecto de la formación profesional, peldaño sin el cual no podrían insertarse dignamente en el proceso productivo o continuar otros niveles académicos de formación, para, de esa manera, contribuir al necesario mejoramiento de su calidad de vida y las de sus familiares, y al impostergable proceso de desarrollo económico, institucional y social de nuestra nación. La imperiosa tarea de construir un mejor país se encuentra en una disyuntiva: o lo hacemos ahora o no lo podremos hacer nunca. Ustedes, la juventud, son la piedra angular de esa inaplazable empresa nacional.

Hablar acerca de la importancia de la lengua, es decir, de nuestro idioma, y de un producto suyo, la literatura que a partir de nuestra lengua se escribe, se cultiva, implica la necesidad de combatir algunos mitos, algunas acepciones erróneas; es más, implica derribar algunos prejuicios, de los que solo voy a señalar algunos.

El primer prejuicio es el de creer, y es una falsa creencia tanto de profesores como de alumnos, que la lengua materna es una asignatura más dentro del currículo escolar. No es así. La lengua materna, su aprendizaje y su correcto uso constituyen una necesidad existencial, una razón vital, un vínculo de raíz con una cultura, una sociedad, una historia y un modo de pensar, de sentir y de ser específicos. La lengua es, lo han dejado claro los lingüistas, semiólogos y los filósofos del lenguaje, un sistema de símbolos, ciertamente. Pero no un sistema de símbolos cualquiera, sino, el mayor, el lenguaje de lenguajes, el que sirve para poder interpretar, estudiar y conocer los otros lenguajes.

Por eso a la lengua se le llama sistema interpretante, mientras que a los demás lenguajes, como la música, la pintura, las matemáticas y demás, se les llama sistemas interpretados. De ahí que también la lengua sea definida por Emile Benveniste, un maestro de la lingüística del siglo XX, como el significante mayor de una cultura. Y la cultura, ¿qué es? En efecto, un sistema de símbolos, tanto materiales como espirituales, en el que la lengua, el idioma en que nos comunicamos, el habla natural de las comunidades y sus variantes sociolectales, que sirve de materia prima a la literatura, juega un papel preponderante.

Existe una relación de primer orden entre lenguaje, entendido como capacidad general de comunicación entre animales, entre seres humanos y el mundo que nos rodea, o bien, la realidad. Por eso Ludwig Wittgenstein, el gran filósofo vienés del lenguaje afirmó, en una de sus tantas sentencias afortunadas, que “Palabras son hechos”. Asimismo, el filósofo antiguo Platón, en su diálogo “Crátilo”, en el que conversan Sócrates, Hermógenes y el propio Crátilo acerca de la naturaleza del lenguaje, deja establecido tres fundamentos esenciales a lo que hoy es la lengua como sistema de símbolos que son el consenso, el uso y la significación de los nombres de las cosas o palabras. Esta reflexión primigenia establece ya una relación entre lenguaje y realidad, en cuyo trasfondo se encuentra, además, el eje entre la verdad (alétheia) y la falsedad (pseûdos), dos aspectos que serán esenciales para diferenciar luego la obra literaria como ficción del documento científico natural o la historia como verdad. Pero, lo interesante en Platón es haber llegado a la conclusión de que lo que da nombre a las cosas es el pensamiento. Luego, queda aquí establecido el vínculo indisoluble entre palabra, pensamiento y realidad, más allá de que, en términos filosóficos, se tenga razón o no en pensar que el nombre sea o no una manifestación de la cosa. Lo que resulta indiscutible es el hecho de que la adquisición y dominio de una lengua implica conocimiento y dominio de la realidad.

Es importante que entendamos el hecho de que al tener dominio de una lengua, por ejemplo, de la lengua española como lengua materna para nosotros, estamos asumiendo que ella, como significante mayor de nuestra cultura, nos permite a su vez tener dominio sobre nosotros mismos como personas y también poder interpretar el mundo y la realidad que nos rodean. De ahí que mientras más conocimiento yo tenga de las propiedades simbólicas y lógicas de mi lengua, al mismo tiempo, no solo podré comunicarme mejor con los demás, podré escribirla y hablarla de manera más adecuada o correcta, sino que también tendré un mayor autoconocimiento o conocimiento claro de mi propio yo, de mi persona, y también, podré tener una mayor comprensión de mi sociedad y mi mundo, como del conjunto de objetos naturales y artificiales que me rodean y de las leyes mismas de la realidad. Por eso, queridos jóvenes graduandos, la lengua tiene una importancia mucho mayor que la de una simple asignatura más en el currículo escolar. Y de ahí que aprenderla bien, dominarla bien, conocerla bien constituya una tarea de primer orden en nuestro proceso de formación académica y profesional, no importa si vamos a dedicarnos a la literatura, las artes, las ciencias naturales, las matemáticas, la filosofía, la tecnología o las ciencias naturales. En la medida en que poseo mi lengua me poseo a mí mismo sugiere el gran poeta Pedro Salinas en su hermoso discurso “Aprecio y defensa del lenguaje”, dictado en la Universidad de Puerto Rico, en 1944, durante su exilio caribeño.

Mi lengua es, pues, el más brillante estandarte de mi cultura. En cuanto la conozco a ella, me conozco yo. En cuanto la aprecio y valoro a ella, me aprecio y valoro yo. En cuanto la cultivo a ella, me cultivo yo en pensamiento, en riqueza espiritual, en capacidad o competencia para comunicarme con mis iguales y en posibilidad de desarrollo material mío, de los míos y de mi sociedad. La instrucción eficaz, desde la niñez, para los hombres y mujeres de la nueva realidad que en un mundo globalizado vive nuestra sociedad, debe tener como cimiento mayor el de la enseñanza de la lengua materna. Recuerdo a este propósito un pensamiento del más grande de nuestros humanistas de todos los tiempos, Pedro Henríquez Ureña, que sostiene: “Sigo impenitente en la arcaica creencia de que la cultura salva a los pueblos. Y la cultura no existe, o no es genuina cuando se orienta mal, cuando se vuelve instrumento de tendencias inferiores, de ambición comercial o política, pero tampoco existe y ni siquiera puede simularse, cuando le falta la maquinaria de la instrucción. No es que la letra tenga para mí valor mágico. La letra es sólo un signo de que el hombre está en camino de aprender que hay formas de vida superiores. Y junto a la letra hay otros, también seguros: el voto efectivo, por ejemplo, o la independencia económica” (En la orilla. Mi España, México, 1922, citado por Soledad Álvarez, La magna patria de Pedro Henríquez Ureña, 1981). Noten cómo nuestro insigne hombre de letras establece, con meridiana claridad, la relación entre educación o instrucción, letra o lengua, pensamiento humanístico, vida en democracia e independencia económica o desarrollo económico y social de los pueblos, sobre todo, teniendo siempre muy claro que el ideal de justicia se antepone al ideal de cultura como lo expresó en su visión utópica de América.

Es en la lengua, en el idioma donde se cristaliza nuestro modo de ser, de pensar, de comunicarnos, de crear y de sentir. El habla, ha dicho el filósofo existencialista Martin Heidegger, es la morada del ser. En la oralidad, que es la materialización del acto de hablar, descansa la esencia de la lengua en uso, del lenguaje cotidiano, de la forma instrumental de la lengua para la comunicación. Aprender bien la lengua es la puerta para conocer, en sus fundamentos y leyes, la naturaleza, la sociedad y la cultura. Mientras más reducido, mientras más limitado es mi léxico o cantidad de vocablos con que puedo nombrar las cosas y entidades abstractas,  más limitado es mi conocimiento del mundo, de la naturaleza y del ser humano. Mientras menos competencias lingüísticas desarrolle un individuo, menores serán sus posibilidades de pensar, de razonar, de conocer. Además, más bajo será el vuelo de su espíritu y mucho más estrecha e inoperante será su concepción del mundo y del tiempo que les ha tocado vivir.  

El dominio de la lengua equivale al dominio del acto de pensar. Y si bien sirve para la comunicación, no es la lengua un simple medio de comunicación, “sino la expresión del espíritu y la concepción del mundo de los sujetos hablantes”, subrayó en 1827 el humanista alemán von Humboldt. He aquí pues, la base para la construcción del puente entre lengua y literatura, por cuanto, el arte de escribir literariamente envuelve en su génesis el acto de pensar. Una obra literaria, aunque hiervan en ella las pasiones y las emociones, es el resultado de la articulación pensada de las posibilidades creativas o imaginativas de una lengua. La literatura va mucho más allá del entretenimiento del lector, hasta llegar a convertirse en una travesía, en un viaje imaginario que, afincado en las propiedades expresivas y estéticas de la lengua, hace de la imagen un concepto y de la palabra un pensamiento.
Adentrarse en una obra literaria, sea una novela, un cuento, un ensayo, un poema, un drama, en fin, significa penetrar las entrañas de una sociedad, una cultura, una época, un estadio de la misma lengua y la forma de pensar e imaginar de un individuo que ha sido el autor de la obra. La creación literaria tiene en la lengua, como materia prima, una entidad viva, cambiante, evolutiva. Es por ello que la imaginación literaria reta siempre la relativa rigidez de los estadios descriptivos de una lengua, y a veces, muy a su pesar, le incorpora nuevas palabras, nuevos giros expresivos, nuevos sonidos y nuevos sentidos, para hacerla más abarcadora en su relación con el mundo concreto y más rica en su propio acervo y su linaje cultural.

En la cultura y la sociedad globalizadas de hoy, estamos compelidos a cuidar y defender nuestra lengua de las amenazas de sus propios procesos degenerativos y del impacto mismo de lenguas extranjeras. No podemos cerrarla a cal y canto, pues, el comercio y la cultura planetarios destrozarían ese vano intento. Pero, sí debemos mantenerla fresca, viva en sus esencias y sus raíces, aunque se abra cada vez más al intercambio con las demás lenguas del mundo, y aprenda de ellas, y de esa forma nos permita enriquecernos espiritualmente. Sin embargo, debemos mantenernos vigilantes ante las agresiones que la vertiginosidad de los artefactos o dispositivos tecnológicos dirigen contra las normas de nuestra lengua materna. Esas degeneraciones idiomáticas propiciadas por el iPhone y el BlackBerry son sinónimo de empobrecimiento espiritual y de estrechez mental. La civilización se ha construido a través de los cimientos de las palabras. Y cada palabra tiene un origen, una raíz, una historia, que bien puede evolucionar al abrirse, como una ventana franca, al mundo exterior, a la globalización posmoderna.



Lo que no podemos aceptar es la fiesta deficitaria del lenguaje viral del presente, que piensa más en el límite de los caracteres en sí mismos, antes que en el lenguaje como límite de las posibilidades de conocimiento e interpretación del ser humano y del mundo. La lengua es la depositaria por excelencia de la historia de la civilización. La literatura es, pues, al mismo tiempo, una aventura de la lengua y del pensamiento. Les invito, queridos graduandos, a retomar o fundar en ustedes el hábito de la lectura, sea en los libros convencionales de papel, en las tabletas o en los ordenadores. No importa el soporte, lo que importa es que asuman la lectura como un acto de expansión del conocimiento y del espíritu.

No quisiera concluir esta intervención, sin que hagamos antes una reflexión de orden ético, que atiene de manera troncal al individuo de la sociedad universal actual; pero, muy especialmente, a la juventud de nuestro país. Ustedes son la encarnación presente de las esperanzas del mañana, de un futuro más promisorio, justo, solidario y humano para todos los dominicanos. Así como tenemos una responsabilidad ante el reto de cuidar y defender nuestra lengua y nuestra cultura, también somos responsables ante la necesidad de contener, a toda costa, las fuerzas reactivas, vergonzantes y antidemocráticas que vienen atentando contra la honestidad y la decencia en nuestra sociedad, confundiendo a las masas por medio de discursos demagógicos, populistas y falsarios, que tienen un solo propósito: el del enriquecimiento ilícito para provecho propio, en detrimento de los derechos del pueblo y de su posibilidad de vivir en condiciones más dignas, menos inhumanas y precarias y orientadas hacia un mejor porvenir.

Si no nos unimos, persona a persona, hogar por hogar, familia por familia al llamado ético de detener y denunciar el latrocinio y la corrupción que han gangrenado los cimientos morales de nuestra sociedad y de sus estamentos jurídicos, políticos e institucionales, entonces, asistiremos, tristes y derrotados, al lamentable sepelio de nuestro porvenir como nación y de la viabilidad inmediata de nuestro Estado y sus derechos y bienes conquistados. Piensen en ello, y piensen en la inutilidad de cuanto, con esfuerzo, con sacrificio y con honestidad han logrado obtener hasta hoy como individuos y como sociedad; ustedes que hoy alcanzan el peldaño del bachillerato técnico, piensen para qué habrá servido, si lo único que tendremos por delante serán el abismo social y la incertidumbre existencial.

¿Qué derecho tienen los que con sus actos vergonzosos cotidianos, en el supuesto nombre de la patria y de la autoridad pública, amenazan la paz social y debilitan el tejido gregario y la institucionalidad en nuestro país; qué derecho tienen a arrebatarles a ustedes vilmente la aspiración a un mejor futuro y a la dignidad como conquista del bien común? ¿Qué derecho tienen ciertos falsos dirigentes, salvo honrosas excepciones, a tratarnos como ciudadanos ingenuos y dóciles, como tontos, mansos y útiles a sus propósitos viles, como si no fuésemos dueños de un pensamiento, un sentimiento, un derecho inalienable a la dignidad y el bienestar y un inmenso deseo de soñar en un país libre de toda escoria seudodemocrática, protegida por un manto indecoroso de impunidad, atropello y poder mercurial? No hay derecho. Pero, si no actuamos para contener ese tsunami de populismo barato y de distracción demagógica, en los que se afanan en hacer perpetuos ciertos personajes de la vida pública y privada, entonces, seguirán construyendo un edificio de impunidad en su propio favor y nos arrebatarán el derecho al imperio de la ley, del decoro y la decencia. Ojalá que la confianza depositada por la sociedad en la renovación del Estado y el adecentamiento de las instituciones del país, propio de los últimos catorce meses, no sea defraudada una vez más.

En ustedes descansa, queridos y admirados jóvenes, si es que nuestras fuerzas presentes se agotaran, el deber de salvar la supervivencia ética de nuestra sociedad y de sus instituciones públicas y civiles. Este es un mayúsculo desafío que las nuevas fuerzas de la nación no pueden eludir. La lengua y la literatura, junto a todas las otras manifestaciones del arte y del pensamiento, aunque no lo parezcan, forman parte de los valores y el legado institucional y democrático que debemos salvar del abismo, el desconcierto y la putrefacción.
Que no les falten ni la inteligencia ni el coraje, y que los profundos cambios hacia una sociedad con mayor equidad social y con mayor respeto a la ley y a la vida que desde ahora ponemos en sus manos, no se hagan esperar un día más.


Muchas gracias.

ENTREGAN CERTIFICADOS A NOMINADOS PREMIOS ARTE Y CULTURA FRADIQUE LIZARDO.



SAN CRISTOBAL. El miércoles 23 del mes de octubre del año en curso fueron entregados los certificados de nominados a los Premios Arte y Cultura Fradique Lizardo. Más de cincuenta personas ligadas al movimiento socio-cultural de la provincia de San Cristobal recibieron su certificación en el Restaurant Felas´´Place en un ambiente lleno de alegría y expectativa.

El director de dicha premiación periodista Julio Pereyra informo que la 14va versión de los premios Arte y Cultura Fradique Lizardo será el viernes 29 de Noviembre del año en curso, a las 7:30 pm en el Auditorio Menor del Instituto Politécnico Loyola en la ciudad de San Cristóbal, los invitados y artistas desfilaran por la alfombra Roja de los Premios, la cual es una tradición de esta premiación.

LISTA DE NOMINADOS

ARTISTAS PLASTICOS
Marcial Báez / Domingo Alberto Guzmán/Esteban Lachapelle.

NARRATIVA
Isidro Jiménez / Yaina Melissa Rodríguez

POESIA
Marcial Báez”Poemas Vivenciales” / Darihana Mesa “ Tocar el piano”.

LOCUTOR DEL AÑO
Francis Brea/ Juan Santana/ Braulio Capellán / Riken Lara / Rosa María Méndez / Miguel Feliciano/ Joel Ramírez/Francisco Encarnación.

MAESTRIA DE CEREMONIA
Leonardo Mercedes / Leomaris Franco / Teddy Brito.


PROGRAMA DE TELEVISION
Enfoque de Actualidad / Meridiano Musical / El Camino TV / Diario Acontecer / DR La Revista / Análisis y Algo Mas.

FOTOGRAFIA
Manuel Hernández / Domingo Martínez Guzmán / Luis Manuel García / Reyes Pinales Villar.

COMUNICACIÓN SOCIAL
Julia Ortega / Agustín Sánchez / Leomaris Franco / Rafael Lara / Miguel Ángel Sánchez / Víctor Martínez / Tania Hidalgo / Mayelin Adames Galvan.

MEDIO DE COMUNICACIÓN DIGITAL
Noticias SC / El Yaguatense / Caliza Digital / Arte-Único / El Constituyente / TodoSancri / Alternativas Noticiosas.

ESPECTACULO CULTURAL
Semántica del Río Nigua / Calería Vela Zanetti / Sancristobalenses bienvenidos a la Cita /  Colectiva Artistas Sancristobalenses / 1er festival Cultural Indígena del Pomier / Festival de Atabales.

PRODUCCION RADIAL
La Tarde con Rosangelis / La Parada de las 5 / LA mañana Informativa / Lo que está pasando / ¡Que se yo de Música!

INSTITUCION SOCIO-CULTURAL

Fundación Literaria Aníbal Montaño / escuela de Arte Miguel Mella / Fundación Cuevas del Pomier / Fundación Pro-Bienestar de la Mujer y la Niñez (FUNDEBMUNI).

REFLEXIONES EN VOZ ALTA





Ligia Minaya
Denver, Colorado

Si se quiere llorar, se debe hacerlo.
Si se está triste, es saludable refugiarse por un tiempo en la tristeza. Ya tendrás tus motivos. Si el dolor se esconde en el pecho, canta a ese dolor.

Cuando pasan los años una se da cuenta de que la vida ya no es la misma. Los sueños, las esperanzas, los deseos, son otros. Los amigos y las amigas de infancia, de juventud, incluyendo a los hermanos y los primos, ya no están junto a nosotros. Unos se han ido, otros nos han olvidado y algunos están tan lejos que es difícil contactarlos. Por eso ahora, con muchos años, hay que vivir despacio. Atender con mucha atención lo que nos pide el cuerpo. En la juventud nos exigía bailar todos los fines de semana y regresar a casa al amanecer, comer cuanto deseábamos a cualquier hora, amar una y otra vez y volver a enamorarnos. En fin, que hacíamos los días a nuestra forma y de manera rápida, a veces sin pensar en lo que hacíamos. Ahora, todo es distinto. Aun así, cuando pasan los años, lo mejor es ver la vida con calma, mirar el cielo, las estrellas, los árboles, los ríos, los mares, las montañas, volver a escuchar aquellas canciones que tanto nos gustaban, como parte de nosotros mismos. Ahora también es bueno caminar despacio por las calles y avenidas mirando quién pasa nuestro lado.

También es bueno recordar los errores cometidos sabiendo que con la reflexión se convirtieron en experiencia. Y nos dará risa volver a ver las ingenuidades y sentir que ya no es lo mismo. Si se quiere llorar, se debe hacerlo. Si se está triste, es saludable refugiarse por un tiempo en la tristeza. Ya tendrás tus motivos. Si el dolor se esconde en el pecho, canta a ese dolor. Que luego, con el paso del tiempo vendrá la calma, el alivio, el consuelo, el descanso. Por favor, no te lleves de ese ser que te dice que no llores, que no sufras. Llorar, lamentarse, ayuda el alma. Pero ese ser te dice que no te sientas mal porque no quiere conocer a fondo lo que te pasa, ni el porqué, ni el cómo, te duelen los agravios y las ausencias. Si no quieres sufrir, mira dentro de ti para que sepas que sufrir y llorar tiene sus motivos y sus alivios. Todo tiene una causa. En la vida están las buenas y las malas, y muchas veces llegan sin avisar, sin que una sienta los pasos con que se acercan.

Cada quien tiene una celda donde se alojan los malos recuerdos. Con ella hay que acostumbrarse a vivir y habrá que limpiarla, ponerle música, flores y tratar de que, cada día que entremos en ella, sea menos cruel. Hay que darle costumbre a la riqueza y a la pobreza, a la salud y a la enfermedad, a la soledad y la compañía. ¿A quién debes seguir? A nadie. Cuando sigas a alguien, ya adulto, habrás dejado se seguir tu verdad. No todo es bueno en sí mismo. Los seres humanos tenemos que alcanzar lo que nos acomoda, no lo que otros quieren. A veces el silencio es una solución. Reflexiona sobre lo que deseas, sobre lo que buscas y será algo que sale del corazón y se refugia en la mente, y luego toma decisiones. Si resultan buenas, amén. Si no lo son, guarda silencio, piensa y vuelve a actuar.

Nuestra vida ya no es la misma. Pensar, reflexionar, meditar, silencio, canciones, buenos recuerdos, nos hará sonreír.

www.diariolibre.com / Saudades /19 oct. 2013

domingo, 20 de octubre de 2013

PANORÁMICA DEL SENDERO / GENEROSO DE LEON



SEMBLANZA
Nació el 6 de mayo de 1942, en san Cristóbal, Republica Dominicana.

EL ARTISTA
Egresado de la primera promoción de la Escuela de Bellas Artes de San Cristóbal (Liceo Musical Pablo Claudio), academia que operaba bajo la dirección de los músicos don Luis Alberti y don Mario Peralta. En dicha escuela, tuvo el privilegio de recibir una educación integral en las bellas artes a cargo de su profesor de pintura, Pedro de los Santos; incluyendo su formación en la apreciación de la  poesía de la mano del laureado poeta Domingo Moreno Jiménez, creador del Movimiento Postumista.

 Generoso de león se inicio en la pintura desde los 14 años de edad, obteniendo en 1955, durante su primer año de estudios, el Primer Premio en pintura otorgado presencialmente por el famoso maestro de la pintura dominicana Jaime Colson, quien para entonces era el Director de al Dirección general de Bellas Artes. Ese gran estímulo marco su vida y lo impulso a seguir adelante, obteniendo en 1958, el titulo de Profesor de Dibujo.


Ingreso a la escuela de Ates Manuales de la Escuela Pública Primaria de San Cristóbal, donde recibí clases de repujado en cuero, modelado en yeso y barro; escultura, carpintería y electricidad elemental; instrucciones que le permitieron obtener un puesto como ilustrador, dibujante y diseñador en el Departamento de Diseño de la Secretaria de Agricultura. Este trabajo le permitió participar como diseñador y creador en numerosas ferias agrícolas, en las que decoraba y diseñaba Stand, carrozas y pabellones feriales.

Como parte de su formación profesional, cultivo una gran amistad con el destacado pintor Hilario Rodríguez, de quien recibió instrucciones de pintura y un gran apoyo, testimoniando que con Hilario compartió muchas de las claves y secretos de su arte, por lo que lo recuerda con especial gratitud.

Exposiciones

Gobernación Provincial de San Cristóbal
Galería de Arte Arawak 1986
Banco Universal 1987
Santo Domingo y su Arte 1992
Casa de la Cultura de San Cristóbal 2005(Colectiva).



PANORAMICA DEL SENDERO
Purísima de León

Esta exposición panorámica del sendero del artista Generoso de león, tiene dos vertientes, una espiritual y vivencial de la historia de su vida, y la otra, temática, directamente relacionada a la belleza de la naturaleza y el paisaje de la provincia de san Cristóbal; la primera vertiente es una confesión de fe de lo que ha sido su vida y la mirada de la misma desde su niñez, hasta la plenitud del sendero recorrido; una mirada a sus pasos por los caminos transitados  a lo largo de toda su vida, donde queda grabada la huella, tanto del ser humano, como la del hombre trabajador y el artista al que en el Centro Mirador recibimos con sus obras más actuales, llenas de renovación y de reinvención de sí mismo.


En esta nueva producción de sus pinturas, percibo que Generoso se siente pleno, satisfecho, privilegiado y agradecido. Un hombre que al transitar por los senderos que le ha trazado la vida nos evidencia que ha tenido guías que han marcado sus caminos, sus padres, Bienvenido de león Valdez y Angelita García de León, quienes le inculcaron los valores y principios que marcaron su personalidad desde el hogar; contando con la atención y el amor de sus profesores e instructores, que lo ayudaron a desarrollar la sensibilidad  de su talento; el estimulo, la compresión y el amor de su esposa doña Selvia Pimentel de León; así como el apoyo amoroso e incondicional de sus hijos, Angely, Karel, Fania y Alexandra, y de sus adorados nietos; valorando en suma, la fraternidad de sus amigos de infancia y sus compañeros de trabajo y sus familiares, que le hicieron más llevadera su convalecencia y recuperación.

En estas nuevas obras, veo el renacer de un artista que en sus últimas obras emerge revitalizado con técnicas y estilos nuevos, con nuevas propuestas estéticas, agradeciéndole a la vida y al todopoderoso por permitirle compartir con nosotros la energía vital y su pasión por el arte.




 PROPUESTA PARA UNA REDEFINICION DE LA ARQUITECTURA DE LA LUZ Y EL COLOR EN LA PAISAJISTICA DE LA PINTURA DOMINICANA.
Abil Peralta Aguero

Las propuestas paisajísticas que integran la nueva producción de este sancristobalenses, egresado de la escuela de bellas artes de su provincia, galardonado personalmente por el maestro Jaime Colson, y discípulo del afamado pintor Hilario Rodríguez me pusieron  en contacto con las primeras huellas de la modernidad pictórica del arte dominicano, representado en la obra paisajística del maestro Yoryi Morel y consecuentemente evolucionando en las estructuras pictorales del maestro Guillo Pérez. Con la variante, de que mi esquema de análisis y razonamiento teórico me llevo a descubrir una relación tangencial con los lenguajes, estructura compositiva y espectro cromático y de la luz del Impresionismo francés.

Porque las piezas que integran ese conjunto, exclusivamente la colección de la nueva producción paisajística de generoso de león, fueron creadas y están sustentadas en la mística y razonamiento pictórico del impresionismo más ortodoxo, apartándose solo en lo referente al tratamiento factural y textural, porque el autor dominicano apuesta a la pincelada d gesto desplazado, desde donde obtiene la sensible imprimación de una cromática apastelada que le remite potenciar de una manera seductiva la capacidad para la captura y exposición de la luz tropical.

Sus telas son una poética manera de capturar el tiempo y el espacio en movimiento, desarrolla escenas referidas a la paisajística del entorno de las cuevas Borbón, que en su esencia, son una negación de la posible reproductividad de la imagen referente, es decir, la realidad del sujeto.


De León apuesta a la decodificación del sujeto, convirtiéndolo y traduciéndolo solo en cuotas sucesivas de emociones criticas y notas de una belleza sustractiva sobre os riesgos que permanentemente corren la tierra, las palmeras y el follaje que captura en sus telas; y nos lo plantea, reitero, desde una nomenclatura composicional y perspectiva muy propia del cruce y conjugación figuración-abstracción, valorado con énfasis la dimensión geométrica y arquitectural de los cruces que hace entre las estructuras verticales de las palmas y la horizontalidad de los yerbajos y sabanas que asienta como plataforma baja en el diseño y composición visual de sus nuevas pinturas.

En sus obras la fuerza de la imagen se convierte en una matemática emocional que arrebata al que mira, una apuesta de orden psicológico que reta nuestra capacidad de sentir el poder de la palabra en sus telas. La vitalidad de sus colores, las intencionalidades puristas y hasta místicas de su paleta cromática me recuerdan las desbastadoras emociones que aun dan   resonancia a Monet en su célebre pintura “soleil levanta el sol/sol naciente”, Mueso Marmotttan, la misma obra que derivo en el nombre del movimiento Impresioncita.

El artista dominicano al conjugar la espectralidad d la luz con la calidez de su paleta y la infinitud perspectiva que  da a la  profundidad de campo de sus paisajes, acentuados por sombras y siluetas en las que captura casi científicamente, partículas de luz vías que se mueven como luciérnagas, exterioriza el sujeto, impregnando la escena de una desbordante emoción perceptual y de una sostenida resonancia psíquica, de tal agudeza que la imagen penetra y captura la sensibilidad dl ojo que mira y siente.

Estamos ante un artista que ha levantado en su nombre un movimiento rebelde de naturaleza neohumanista, que ha decidido desde las horas de sus días más difíciles, por su sensible condición de salud actual, poner en la agenda de su pueblo la urgente acción del guerrero místico para actuar en defensa de la naturaleza desde un ecologismo critico, que tiene como arma la belleza, el movimiento, la luz y el color viviendo y conviviendo como lenguajes uno en sus telas.

POR SI ESTA FUERA LA ULTIMA VEZ


Ligia Minaya
Denver, Colorado

El mañana no le está asegurado a nadie, ni joven, ni viejo. Hoy puede ser la última vez que me veas. Por eso no esperes más, hazlo hoy por si el mañana nunca llega.

Por si esta fuera la última vez que me vieras, abrázame suave, como tanto me gusta. Si supieras que esta es la última vez que vas a cruzar por mi puerta ¿me darías otro abrazo y volverías tus pasos para darme otro más? ¿Grabarías mis palabras en tu mente para escucharlas una y otra vez? Si supieras que esta es la última vez que me vieras ¿me dirías que me quieres? Siempre hay un mañana y la vida da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero si nos equivocamos y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte que te quiero. ¿Me lo dirías tú?

El mañana no le está asegurado a nadie, ni joven, ni viejo. Hoy puede ser la última vez que me veas. Por eso no esperes más, hazlo hoy por si el mañana nunca llega. Seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para darme un beso, una sonrisa, un abrazo o concederme un deseo. Manténte cerca de mí, dime al oído que soy algo precioso para ti, toma tu tiempo para que estemos juntos, dime "gracias" y palabras lindas luego de hacer el amor. Así, si el mañana nunca llega, no sentirás remordimientos por lo que no has dicho o dejaste de hacer. No podré recordarte con tus pensamientos secretos, pero sí con las palabras sinceras y con las cosas buenas que juntos hicimos. Pídele a Dios fuerza y sabiduría para entender que nuestra relación es un regalo que Él nos ha dado y debemos recibirlo con alegría.

Algo más: Dale a la gente más de lo que espera y hazlo con gusto. Memoriza tu poema favorito. No creas todo lo que escuchas, no gastes todo lo que tienes, y cuando digas "te amo", dilo de verdad. Cuando digas "lo siento", mira la persona a los ojos. Cree en el amor a primera vista. Jamás te burles de los sueños de los demás. Ama profunda y apasionadamente, puedes salir herido pero esa es la única manera de vivir la vida completamente. Enfrenta los desacuerdos. Pelea limpio, no ofendas. Habla lentamente pero piensa con rapidez. Cuando alguien te haga una pregunta y no quieras responder, sonríe y pregunta ¿para qué quieres saber esto? Recuerda que el más grande amor y los grandes logros involucran mayores riesgos. Cuando pierdas, no pierdas la lección. Recuerda las tres R: Respeto a ti mismo. Respeto a los demás. Responsabilidad para todas las acciones.

No permitas que una pequeña discrepancia dañe tu amistad. Pasa algún tiempo en soledad. Abre tus brazos al cambio, pero no te desprendas de tus valores. Una vez al año visita el lugar donde nunca has estado. Confía en Dios, pero deja tu auto bien cerrado. Recuerda que no conseguir, a veces, lo que quieres, es un golpe de suerte. Aprende las reglas, así sabrás romperlas apropiadamente.

He escrito esto para mis queridos lectores y lectoras, para que hoy sábado tengan con mis Saudades un poco de reflexión y alegría y olviden por unos minutos todo lo imposible, lo malo, lo ilegal, lo criminal, lo corruptivo que está triunfando en nuestro país. Esto viene de un email que me envió una amiga y va con él deseo un buen fin de semana.


www.diariolibre.com.Saudades|28 sept. 2013