miércoles, 7 de diciembre de 2011

PATRIA MIA



Ligia Minaya

Denver, Colorado

Yo estoy lejos, pero mi corazón está a tu lado.

Sufro contigo y por ti. Levanto la voz junto a los que

por ti luchan, a los que quieren seguir contigo,

a los que nunca han pensado en dejarte o abandonarte.

Estoy triste. Indignada. Lejos de ti, es verdad. Veo lo que está pasando dentro de ti y me duele. Me duele mucho. Te han tirado al abandono. Te maltratan cada día. Lo hacen algunos de tus hijos. Esos que no saben de respeto. Esos que no tienen educación social. Los que solo quieren llenarse los bolsillos. Esos y esas que ven para otro lado y no quieren saber nada de ti. Estoy lejos, pero cada día sé lo que te hacen, lo que sufres. Muchos no piensan en que lo eres todo. En que los pariste. En que viven de tu tierra fértil, de tu sol de siempre, de tus montañas cubiertas de árboles florecidos y frutales, de tus ríos que aunque hoy contaminados les dan agua. Esos son los que te gobiernan. Los que te han gobernado una y otra vez, desde siempre. Llegan a la cumbre del Poder, y son de uno y otro lado, pero no importa, piensan solo en ellos. Y yo, patria querida, desde aquí, siento tu llanto, tu dolor, tu desamparo.

Cuando ajusticiaron al tirano muchos creímos que gobernaría la democracia. Que gobernaría el respeto, los buenos ciudadanos, que como la Primada de América seríamos el ejemplo a seguir de los demás países. Pero no. La democracia nació enferma, incapacitada, marcada por heridas. Los que tenían que traerla al mundo lo hicieron pensando solo en ellos. Y ahí estás, Patria mía, todavía inválida, sin echar para adelante. Te lo impiden ellos, los políticos. Esos que manipulan las palabras. Los que prometen y no cumplen. Los que hablan bonito pero con frases huecas, sin sentido. Para hacerte cambiar, ahora les toca a tus hijos, a tu gente, a tu pueblo. Les conviene hacerse sentir. Hay que forzar los cambios para bien. Sin violencia pero el tiempo correcto. Un tiempo sin límites. Hasta que llegue lo que se quiere, lo que se busca, lo legal, el bienestar ciudadano, la protección del anciano, del niño y la escuela, del no maltrato a la mujer, el buen vivir del discapacitado, el respeto a los derechos y la obediencia a los deberes. Y eso le toca al ciudadano de la calle, al empresario y al obrero, al rico y al pobre, al agricultor y al pulpero, al paletero de la esquina y al que fríe yaniqueques, al heredero de riquezas y al que no tiene nada. En fin, a todos tus hijos e hijas.

Un país no es propiedad de los que gobiernan, es de todos. Y todos debemos poner nuestro esfuerzo, nuestra disposición, nuestro interés, en que la Patria, esa en que nacimos, esa que nos parió, nos dio la vida y la alegría de vivir, esté orgullosa de nosotros. Yo estoy lejos, es cierto, pero mi corazón está a tu lado. Sufro contigo y por ti. Desde aquí solo puedo hacer estas líneas. Levantar la voz junto a los que por ti luchan, a los que quieren seguir contigo, a los que nunca han pensado en dejarte o abandonarte. Yo no te he abandonado, ni te abandonaré nunca. Seguiré siendo tu hija, soñando con tus valles y tus montañas, con tu mar de siempre y tus hermosos ríos. Con tu gente trabajadora. Voy cada año a verte, a disfrutar de ti y tus paisajes, de mi familia y mis amigos, y regreso con toda la energía que me das. Mi pensamiento y mis sentimientos están y estarán contigo en todo lo que he vivido y por lo que me queda por vivir.

LA MUJER (Cuento)



Juan Bosch

La carretera esta muerta. Nadie ni nada la resucitará. Larga, infinitamente larga, ni en la piel gris se la ve vida. El sol la mató; el sol de acero, de tan candente al roo, un rojo que se hizo blanco, y sigue ahí, sobre el lomo de la carretera.

Debe hacer muchos siglos de su muerte: la desenterraron hombres con picos y palas. Cantaban y picaban; algunos había, sin embargo, que ni cantaban ni picaban. Fue muy largo todo aquello. Se veía que venían de lejos: sudaban, hedían. De tarde el acero blanco se volvió rojo; entonces en los ojos de los hombres que desenterraban la carretera se agitaba una hoguera pequeñita, detrás de las pupilas.

La muerta atravesaba sabanas y lomas y los vientos traían polvo sobre ella. Después aquel polvo murió también y se posó en la piel gris.

A los lados hay arbustos espinosos. Muchas veces la vista se enferma de tanta amplitud. Pero las planicies están peladas. Pajonales, a distancia. Tal vez aves rapaces coronen cactos. Y los cactos están allá, más lejos, embutidos en el acero blanco.

También hay bohíos, casi todos bajos y hechos con barro. Algunos están pintados de blanco y no se ven bajo el sol. Sólo se destaca el techo grueso, seco, ansioso de quemarse día a día. Las canas dieron esas techumbres por las que nunca rueda agua.

La carretera muerta, totalmente muerta, desenterrada totalmente gris. La mujer se veía, primero como un punto negro, depués, como una piedra que hubieran dejado sobre la momia larga. Estaba allí tirada sin que la brisa le moviera los harapos. No la quemaba el sol; tan sólo sentía dolor por los gritos del niño. El niño era de bronce, pequeñín, con los ojos llenos de luz, y se agarraba a la madre tratando de tirar de ella con sus manecitas. Pronto iba la carretera a quemar el cuerpo, las rodillas por lo menos, de aquella criatura desnuda y gritona.

La casa estaba allí cerca, pero no podía verse.

A medida que se avanzaba crecía aquello que parecía una piedra tirada en medio de la gran carretera muerta. Crecía, y Quico se dijo: Un becerro, sin duda, estropeado por auto.

Tendió la vista: la planicie, la sabana. Una colina lejana, con pajonales, como si fuera esa colina sólo un montoncito de arena apilada por los vientos. El cauce de un río; las fauces secas de la tierra que tuvo agua mil años antes de hoy: se resquebrajaba la planicie dorada bajo el pesado acero transparente. Y los cactos, los cactos coronados de aves rapaces.

Más cerca ya, Quico vio que era persona. Oyó distintamente los gritos del niño.

El marido le había pegado. Por la única habitación del bohío, caliente como horno, la persiguió, tirándola de los cabellos y machacándole la cabeza a puñetazos.

-¡Hija de mala madre! ¡Hija de madre madre!¡Te voy a matar como a una perra, desvergonzada!

-Pero si nadie pasó, Chepe: nadie pasó-quería ella explicar.
-¿Qué no? ¡Ahora veras!

Y volvía a golpearla.

El niño se agarraba a las piernas de su papá; no sabía hablar aun y pretendía evitarlo. El veía la mujer sangrando por la nariz. La sangre no le daba miedo, no, solamente deseos de llorar, de gritar mucho. De seguro mamá moriría si seguía sangrando.

Todo fue porque no vendió la leche de cabra como el le mandara; al volver de las lomas cuatro días después, no halló el dinero. Ella contó que se había cortado la leche; la verdad es que la bebió el niño. Prefirió no tener unas monedas a que la criatura sufriera hambre tanto tiempo.

Le dijo después que se marchara tanto tiempo

-¡Te mataré si vuelves a esta casa!

La mujer estaba tirada en el piso de tierra; sangraba mucho y nada oía. Chepe, frenético, la arrastró hasta la carretera. Y se quedó allí, como muerta, sobre el lomo de la gran momia.

Quico tenía agua para dos días más de camino, pero casi toda la gastó en rociar la frente de la mujer: la llevó hasta el bohío, dándole el brazo, y pensó en romper su camisa listada para limpiarla de sangre.

Chepe entró por el patio
-¡Te dije que no quería verte más aquí, condenada!

Parece que no había visto al extraño: Aquel acero blanco, transparente, le había vuelto fiera, de seguro. El pelo era estopa y las córneas estaban rojas.

Quico le llamó la atención; pero él, medio loco, amenazó de nuevo a su víctima: Iba a pegarla ya. Entonces fue cuando se entabló la lucha entre los dos hombres.

El niño pequeñín, pequeñín, comenzó a gritar otra vez; ahora se envolvía en la falda de su mamá.

La lucha era silenciosa. No decían palabra. Sólo se oían los gritos del muchacho y las pisadas violentas.

La mujer vio como Quico ahogaba a Chepe; tenía los dedos engarfiados en el pescuezo de su marido. Este comenzó por cerrar los ojos; abría la boca y le subía la sangre al rostro.

Ella no supo qué sucedió, pero cerca, junto a la puerta, estaba la piedra; una piedra como lava, rugosa, casi negra, pesada. Sintió que le nacía una fuerza brutal. La alzó. Sonó seco el golpe. Quico soltó el pescuezo del otro, luego dobló las rodillas, después abrió los brazos con amplitud y cayó de espaldas, sin quejarse, sin hacer esfuerzo.

La tierra del piso absorbía aquella sangre tan roja, tan abundante. Chepe veía la luz brillar en ella.

La mujer tenía las manos crispadas sobre la cara, todo el pelo suelto y los ojos pugnando por saltar. Corrió. Sentía flojedad en las coyunturas. Quería ver si alguien venía. Pero sobre la carretera muerta, totalmente muerta, sólo estaba el sol que la mató. Allá, al final de la planicie, la colina de arenas que amontonaron los vientos. Y cactos, embutidos en el acero.

Evolución hacia la dicta-blanda.






Agustín Perozo Barinas

“El régimen de Augusto Pinochet no es una dictadura, es una ‘dicta-blanda’. Dictadura fue la del tirano Rafael Trujillo.” Expresión escuchada en Santiago de Chile en 1984.

Algo sorprendido, decidí consultar un diccionario para valorar las definiciones del verbo ‘dictar’. 1. Leer o decir algo para que otro lo escriba. 2. Dar o anunciar una ley, norma, sentencia. 3. Impulsarnos a hacer algo la razón, la conciencia o los sentimientos. Este verbo es sinónimo de decretar y antónimo de derogar.

Busqué el antónimo de dictadura, que es la palabra ‘democracia’ y sus definiciones: 1. Forma de gobierno en que los ciudadanos eligen a sus gobernantes por votación. 2. País gobernado de esta forma. Aproveché para leer las definiciones de ‘tirano’: 1. Persona que gobierna sin tener derecho, imponiendo lo que ella quiere. 2. Persona que pretende mandar sobre las demás y que todas hagan lo que ella quiere.

Resumí que hay una diferencia entre tiranía y dictadura. Todas las tiranías son censurables, pues concentran el poder en un solo individuo para provecho personal y es, por necesidad, excluyente. En cambio, las dictaduras pueden no ser buenas o malas, independientemente de sus doctrinas, de la misma manera que hay buenas o malas democracias, pero agregando que una mala democracia se niega a sí misma. La democracia es el sistema político idóneo por excelencia, pero actuando bajo sus preceptos éticos. O es democracia o es una feria de charlatanes.

En República Dominicana un sistema demagógico partidocrático disfrazado de democracia tiene secuestrada, vía las arcas públicas, a una mayoría relativa por medio del clientelismo, aprovechando el bajo discernimiento y las miserias de las masas dominicanas. Esto va creando las condiciones adecuadas para que, agotados los recursos para sostener el sistema clientelar, la frustración popular contra este régimen “democrático” dé paso a propuestas dictatoriales.

Se entendería que una dictadura surgida de ese descontento popular prescindiría por un tiempo de un Congreso que le cuesta al erario unos cinco mil millones de pesos anualmente. La función del Congreso es legislar, representar y fiscalizar. Sondeando la población se concluye que una mayoría no se siente representada por los legisladores electos en sus respectivos municipios. En cuanto a fiscalizar, sería una broma plantear que fiscalizan el incumplimiento de las leyes o la corrupción que sangra los recursos nacionales. Y sobre su función de legislar, quedan cortos en ello para costar tanto al país. Pasan leyes que, o representan intereses exclusivos –políticos / económicos-, o que sencillamente no se cumplen. Aparte que, como agravante, legislan para su propio beneficio.

En esa hipotética dictadura se incluiría la figura jurídica del perjurio en el sistema judicial. Sin esta herramienta es casi imposible luchar contra la corrupción pública y privada. Contra corruptos y corruptores. También se complementaría el Código Procesal Penal con un Código Penal similar al de los Estados Unidos, que contemple condenas acumuladas consecutivamente según la gravedad del crimen.

Esa posible dictadura pondría un tope a los paquetes salariales de los funcionarios públicos. Ningún funcionario público de mayor jerarquía debe exceder ingresos mensuales sobre los ciento cincuenta mil pesos –todo incluido-, y en los cargos ministeriales no más de trescientos cincuenta mil pesos, –todo incluido-. A la administración pública se va a servir, no ha servirse. De ahí su nombre: servidor público.

Una eventual dictadura apoyaría la carrera administrativa, donde las posiciones políticas se circunscriban a los altos cargos ministeriales. El Estado no pagará a ningún empleado público bajo los diez mil pesos mensuales. No fomentaría la vagancia en oficinas públicas y cada posición en el Gobierno debe tener una función específica con resultados cuantificables. Darle mayor peso dentro del Gobierno a la Oficina Nacional de Administración Pública (ONAP) para que implemente y fiscalice las funciones y el desempeño de los empleados públicos, más allá de las buenas intenciones o compromisos de cualquier índole.

Endosaría la preeminencia de los derechos humanos, que deben garantizar el derecho a la vida y la integridad individual de las personas. Así como los derechos a una educación de calidad, al trabajo y remuneración dignos, a una suficiente y equilibrada alimentación, a la salud con amplia cobertura, a la vivienda decente, a la seguridad ciudadana, a la vejez con certidumbre, a procesos judiciales imparciales. Estos también son derechos humanos irrenunciables que la Comisión de Derechos Humanos debe amparar activamente, de igual modo.

Fomentaría el estudio, el trabajo y la producción. Instituiría la tanda única en las escuelas públicas. Apoyaría consistentemente los politécnicos y la educación superior, privilegiando carreras técnicas que correspondan al desarrollo sostenido de la producción nacional. Exigiría una elevada docencia impartida por un profesorado competente. Favorecería la formación cívica, la libertad sin libertinaje y el respeto de las leyes –puntualizando el respeto al derecho ajeno-.

Establecería el salario mínimo para los empleados públicos en diez mil pesos mensuales, indexados cada dos años en relación al Índice de Precios al Consumidor acumulado al período. Emplearía a un millón dos cientos mil dominicanos y dominicanas en proyectos de producción nacional orientada a las exportaciones y el consumo local. Redefiniría, para estos proyectos, la tenencia de la tierra. Ésta tributaría, produzca o no, para impulsar la producción en las mismas.

Una posible dictadura aplicaría sin titubeos la Ley de Migración, rediseñándola si fuese necesario, para salvaguardar la soberanía e identidad nacional. Honraría el fragmento de nuestro Himno: “ningún pueblo ser libre merece, si es esclavo, indolente y servil. Si en su pecho la llama no crece, que templó el heroísmo viril.” Revocaría, a cualquier costo prudencial, todo tipo de contratos leoninos en perjuicio del Estado Dominicano. Nos enorgullecería de nuestra dominicanidad, reprobando los trastornos que le han impuesto a la Nación.

Pero no hay que encresparse. Esta dictadura es la del imperio de las leyes. Es la dictadura de la ley que puede coexistir dentro de un sistema genuinamente democrático. Si el sistema vigente no corrige su rumbo, un frustrado pueblo huérfano de porvenir gestará su propia ‘dicta-blanda’, como lo intentó en 1965 y en 1984, si se agravan aún más sus penurias.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

FRASES PROVERBIALES CONSTRUIDAS CON EL PROCLITO “LA”.



Ramón Emilio Jiménez

Entre las muchas frases proverbiales del medio son notables las que se construyen con el proclítico “la”, por el carácter de cosa extraordinaria o superlativa que tienen, las cuales no son mas que expresiones que denotan el grado máximo de intensidad a que llega o puede una acción favorable o adversa.

He aquí una de las mas usuales:”aquello fue la acabosa”, corrupción del “acabose”. Se aplica solamente a las fiestas que tiene un fin dramático, que se acaban a palos o a tiros, o a las epidemias que causantuchas defunciones. Así, la vez que hubo en Jacagua, sección rural de la común de Santiago, un aguinaldo que termino en una riña, de la que resultaron tres muertos y ocho heridos, se decía, comentando la tragedia:” aquello fue la acabosa!” Y de igual modo., cuando la influencia azoto la población en 1918, la frase de rigor para indicar la mortandad que hubo, era la misma. Se dice, recordando el desastre epidémico: “Aquello fue la acabosa”.

Hay otras frases proverbiales que en los caos ya indicados pueden sustituir a la anterior, tales como “Fue la tutumpota”,y “Fue la de todos los diablos”, equivalentes a estas muy conocidas y generalizadas, que no proceden del medio: “ Las de San Quintín “ y “ LA de Dios es Cristo”.

Nuestras pasadas revoluciones dieron origen a esa otra rase de idéntica virtud ponderativa, que s e aplica a los mismos casos mocionados: “La de sálvese quien que pueda” Es de suponer la confusión reinante en una tropa sorprendida cuando menos sospecha la presencia del enemigo. Eran comunes, en nuestra pasada vida política, los casos cantones bruscamente atacados mientras la tropa comía y descansaba. En tales circunstancias no era posible oponer, al brusco ataque, una ruda acción de armas. En medio del desorden cada cual quería salvarse a pelando a la fuga. Entonces era de rigor, en boca del jefe, el “!Sálvese quien que pueda!”Hoy, con referencia a un hecho de sangre en el que la necesidad de huir fue decisiva, es común por decir, en la viveza de u relato, que aquello fue” sálvese quien pueda”.

Cuando alguien no quiere arriesgarse en una empresa que requiere audacia, y se ve instado a ello por alguna persona, suele exclamar:”!Esa fuera la ultima!”La ultima, en este caso, significa “ Lo Ultimo que yo hiciera”.También suele decirse : “Entonces si es la gorda”.

Con referencia a una excursión, baile u otro genero de fiesta en cuya celebración se gozo mucho, es común decir que resulto “La de chupe uté y déjeme el cabo”. El origen de la frase no puede ser más típico. Para un campesino fumador es muy valioso un cabo de cigarro.”Prétame tu cabo” y “Déjame un cabito” son expresiones que no faltan, en todo momento, entre los campesinos. De ahí que la fiesta, así de la ciudad como del campo, sea, cuando procura grandes satisfacciones, “La de chupe uté y déjeme el cabo”.

Hay una de estas frases proverbiales cuyo uso solemos oír desde la infancia. Nos referimos a “La de nunca acabar”. Cuando se está en una obra cuya terminación dilata por os obstáculos continuos que se presentan, acude a los labios de las perronas esta frase.

“La de apaga y vámonos” es otra frase proverbial que si bien suele emplearse en ocasiones con referencia a suceso lamentables, su uso mas propio, y más frecuente, por lo tanto, es con relación a escena amorosas en las cuales se resintió la honestidad, como se comprende por los términos que la componen. Así, cuando los novios traspasan, en sus mutuas caricias, los limites de la prudencia, la murmuración se arma con la frase que nos ocupa, y se dice entonces que “Aquello era la de apaga y vámonos”.

Pero la mas usual de las frases proverbiales construidas con el proclítico “la”, es esta, llena de fuerza y de color:”Se vio en la de amansa gato”. Proviene del campo. En verdad solo un campesino sabe a fondo lo grave que resultaría la tarea de amansar un gato cimarrón. Hay quienes lo hayan intentado, sin más resultado que el escarmiento, pues el animal, cuando lo atrapan, pugna por la fuga y al no lograrla ataca furiosamente al enemigo de su libertad. De ahí el origen de la frase.

Cuando una persona se hallo en un trance peligroso en el cual comprometió su vida, o cayo en un embrollo, víctima de la mala voluntad de algún sujeto, es corriente decir que se vio “en la de amansa guapo”.

REVISTA LOYOLA / INSTITUTO POLITECNICO LOYOLA, San Cristóbal, República Dominicana.


Editorial
Ofrezcamos nuestros corazones para despertar vidas.

Amigos todos:

Nuestro Instituto Politécnico Loyola arriba a los 59 años de vida. Demos gracias a dios porque ha estado grande con nosotros. Octubre del 1952 una piedra, octubre del 2011 un edificio: muchas manos amigas. Muchos corazones unidos. Mucha oración agradecida. Muchas lagrimas derrapadas. Muchas alegrías contagiantes. Una constante; despertar vida.

Si me pidieran resumir la labor del Politécnico Loyola en estos 59 años, diría que el IPL se ha dedicado a despertar vidas, a sembrar creatividad, fantasía y gusto por la vida. El Politécnico nació para estar al servicio de la vida y suscitar vida en las personas: niños de básica, bachilleres técnicos, jóvenes del programa Infotep-Loyola, Escuela de Idiomas Loyola, Educación Continuada, tecnólogos y actuales estudiantes de ingeniarías.

Es esta vida expresada en un sin número de actividades la que se reíste a quedar presa de “clichés” y reduccionismos económicos, como si una escuela existiera sólo para formar “capital humano”. Defendemos y defenderemos una sólida formación en el humanismo clásico frente a una “meritocracia” académica salvaje que excluye y deforma cabezas y corazones.

La vida es dinámica, 59 años después podemos caer en la tentación de sentarnos a gloriarnos de triunfos pasados o quedarnos paralizados quejándonos de fracasos históricos. Ni gloria ni quejas, preferimos optar por la vida que se nos ofrece gratuita cada día.

Hace unos meses se extinguió una gran voz, una gran mujer: Mercedes Sosa. Entre tantas cosas que cantó, expresó: quien dijo que todo esta perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón: ofrezcamos sin miedo nuestros corazones, porque República Dominicana necesita comunidades educativas que recuperen sus corazones, sus pasiones, sus ilusiones, sus sueños y pongan todas sus energías al servicio de un país más habitable. Nada grande se ha hecho en la vida sin pasión. Donde no hay pasión lo que existe es adicción. Ofrezcamos nuestros corazones para que la adicción a la mentira, a la corrupción, al chantaje, a la manipulación, a la tergiversación, a la “serruchadera de palo”, a la ambición irracional, a la impunidad, al clientelismo no tenga la última palabra.

Sueño con eso y animo a toda la familia Loyola a no tenerle miedo al mundo que nos ha tocado vivir. Dios que hizo posible el nacimiento de esta institución, la conservará y la llevará adelante.

P. Francisco Escolástico, sj.





VIVERES DEL CAMPO: PROGRAMA DE COCINAS POPULARES / PROPUESTA DE AGUSTIN PEROZO




CONSIDERANDO: Que hay que fomentar la producción agrícola a nivel nacional con estímulos y beneficios efectivos para los productores.

CONSIDERANDO: Que hay que promover una mejor alimentación del pueblo dominicano incrementando el consumo de víveres nacionales.

CONSIDERANDO: Que hay que estrechar la tasa de desempleo en el país creando puestos de trabajo estables que tributen en Impuestos Internos y coticen en el Sistema de Seguridad Social.

CONSIDERANDO: Que hay que reducir los niveles de delincuencia vía empleo, educación y formación ciudadana.

CONSIDERANDO: Que hay que emplear un mayor número de mujeres en toda la geografía nacional.

CONSIDERANDO: Que hay que limitar el motoconchismo y el subempleo informal a nivel nacional.

CONSIDERANDO: Que hay que disminuir las importaciones de alimentos y la resultante salida de divisas promoviendo el consumo de productos nacionales.

CONSIDERANDO: Que hay que acortar la cadena de distribución de los productos agrícolas para reducir los precios de estos alimentos al consumidor y beneficiar directamente a los productores.

CONSIDERANDO: Que hay que contraer el monto de la factura de gas propano en las familias de escasos recursos facilitándoles el consumo de víveres ya cocidos en cocinas populares.

Por lo tanto, Agustín Perozo Barinas PROPONE:

1. Realizar estudios de factibilidad durante un año para evaluar la probable implementación de cocinas populares, a llamarse “Víveres del Campo”, con el objetivo de emplear aproximadamente 4,000 personas, en su mayoría mujeres dominicanas en todo el territorio nacional. Una cocina popular por cada 20,000 habitantes para un consumo mensual estimado en 120,000 libras de víveres cocidos, o sea, un promedio de seis libras mensuales por habitante. Esto es, cerca de 180 cocinas populares a nivel nacional para operar en áreas urbanas de alta densidad poblacional. El primer estudio de factibilidad se realizaría con una unidad piloto en un sector popular de San Cristóbal.

2. Si el estudio de factibilidad en la unidad piloto concluye positivamente, en tal caso implementar las cocinas populares gradualmente, supervisadas y certificadas por la Dirección General de Normas, Pro-Consumidor y el Ministerio de Salud Pública, para preparar únicamente y vender ya cocidos, víveres de producción nacional tales como plátano, yuca, papa, auyama, ñame, yautía, guineos verdes, rulo, batata, entre otros, a un precio promedio al consumidor de quince pesos la libra.

3. La empleomanía devengará salarios de no menos de 10,000 pesos mensuales, indexados cada dos años en relación a la inflación acumulada del Índice de Precios al Consumidor disfrutando de todos los beneficios que establece el Código de Trabajo y asumiendo todas sus obligaciones contractuales.

4. La compra de los víveres se hará exclusiva y directamente, sin intermediación alguna, a pequeños y medianos productores que tengan prácticas de siembra orgánica respetando el medio ambiente con asesoría de los ministerios de Agricultura, Medio Ambiente y el Instituto Dominicano de Recursos Hidráulicos.

5. En las zonas agrícolas laborarán, en camiones medianos de carga, un comprador con un chofer por cada turno. Agenciarán y suplirán de víveres a tantas cocinas populares como se determine sea posible en sus provincias.

6. Los precios de compra se actualizarán mensualmente conforme a los precios en los mayores mercados nacionales, según las bases de datos periódicas del Instituto Nacional de Estabilización de Precios y del Ministerio de Agricultura, para estimular la siembra por pequeños productores.

7. El pago se realizará en efectivo y de inmediato en oficinas provinciales establecidas para esos fines luego de fiscalizadas y validadas las facturas de compra. El fraude en la facturación en los procesos de compra tendrá calidad de transgresión penal con sus consecuencias legales.

8. Cada cocina popular tendrá dos turnos de trabajo de seis horas cada uno, seis días a la semana, con domingos y feriados libres. Cada turno tendrá un horario corrido de 8:00 AM a 2:00 PM y de 2:00 PM a 8:00 PM.

9. Por cada turno, toda cocina popular empleará en la manipulación de los víveres a 2 lavadoras, 2 peladoras, 2 cocineras. En el área de despacho a 2 despachadoras, 1 cobradora. En el área general a 1 limpiadora, 1 supervisora, 1 seguridad. Un total de 24 empleados in situ, dispuestos en dos turnos.

10. Los empleados y empleadas de las cocinas populares deben comprometerse por escrito a asistir regularmente a cursillos de formación familiar y cívica coordinados con el Ministerio de Educación, el Ministerio de Interior y Policía y la Oficina de Planificación Familiar.

11. Los precios promedios de venta al público de los víveres ya cocidos no deben exceder los quince pesos la libra en el 2013, indexándose estos anualmente a la inflación acumulada al período según el Índice de Precios al Consumidor. Esto resultaría en ingresos brutos de un millón ochocientos mil pesos mensuales por cada cocina popular, en el entendido que se despachen las 120 mil libras por mes entre una población de veinte mil habitantes al precio de quince pesos la libra.

12. A excepción de la intervención del Estado en la financiación al Programa, no habrán subsidios por parte de éste, pero sí una rigurosa supervisión de las operaciones del Programa, su funcionamiento y sus resultados.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

EL LADRIDO DE LOS PERROS de Limberg Báez


Limberg Báez nació en Estebanía de Azua, y reside en Santo Domingo desde 1951.
Dedicó toda su vida al comercio, en labor paralela de su pasión por la lectura y la escritura, hasta que paulatinamente fue perdiendo la visión.
Ha escrito cientos de cuentos que mantiene inéditos, y esta novela es su primer libro publicado.

Introducción

Cuando abres un libro por primera vez, seguido buscas una palabra que te indica el comienzo: prólogo, prefacio, introducción, para luego ver que tiene para ti el resto de su contenido. Previo a esto, es práctica casi general de los autores usar páginas enteras en una simple dedicatoria, un breve pensamiento, o dos o tres palabras, con una soez pretensión. Cosas estas que al lector poco o nada importan. Y la finalidad real es abultar la obra, agregando hojas, nada más que hojas de papeles, insustanciales. En este macuto les doy, rebulugeado y brevemente, lo que pueda interesar.

Enmarcada en un romance de entrega y pureza, el objetivo esencial es recomendar, pedir, exhortar u obligar, si contara con la autoridad para hacerlo, a todo el vivo, que busque ser atrapado por el placer que genera la lectura, en especial textos de contenido comprobables, sin caer en fanatismos con aquellos confeccionados solo de fuentes orales, aunque te parezcan verdades.

Celito Crespo es el nombre del personaje principal, un profesor de campo, y ese es su accionar. El escenario, un pueblo que existe, y que quizás, por haber nacido allí, lo expongo, como todo el vivo quisiera que sea su lar amado; un lugar donde duermes con las puertas abiertas, donde todavía existen los trueques de un alimento por otro, y donde el ladrido de los perros, no es para alertar su dueño, es para saludar al extraño.

Como libro lo dedico, con agradecimiento sincero, al que lo lea. Como legado, es para todos los que amo; que son muchos…

Homero presenta la vista primera al albor del día, quizás por verla desde su inicio real, como la Reina de los dedos dorados, que anuncia su llegada. Desde un tendero, cinco por ocho metros, de arena piedra y cemento que construyen en los campos, para secar y palear granos, y como un manto blanco azulado, franqueada por el gran lucero de la mañana, es que veo surgir inmensa, la motivación de primer capítulo de esta obra, La Aurora…

EXPO CONSTITUCION 2011 en el Auditorio Mayor del Loyola San Cristóbal R.D.