miércoles, 2 de junio de 2010

Personajes Sancristobalenses del Arte y la Cultura: JOSE GRULLON (1933-1992)


José Grullón o un instante perenne en la pintura sancristobalense.

Marcial Báez

Nació en Santo Domingo el 18 de septiembre del año 1933 y a la edad de 6 años llegó a esta ciudad de San Cristóbal, filtrándose en ella y haciéndola suya.

Sus inquietudes artísticas y educativas, estuvieron siempre presentes, obteniendo en una oportunidad la beca “Premio Ramfis” por oposición a nivel primario. Esta allanaría el camino a logros similares en el transcurso de su crecimiento, viajando a Brasil; donde amplio sus estudios de Artes graficas, Comunicación Técnica, Reproducción, Diseño y Reproducción, material de apoyo de programas integrados en el campo de la Salud, la Educación, el Desarrollo y la Organización Agraria.

Su espíritu artístico e investigativo lo llevo a estudiar casi paralelamente, las carreras de Medicina e Ingeniería, abandonándolas por su dedicación humanística en las áreas de la educación y la salud, a la cual dedicaba todo su tiempo.

Estudió pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes bajo la tutela de los grandes maestros de la época: Jaime Colson, José Gausach y Gilberto Hernández Ortega por el que sentía gran afecto y admiración. Al graduarse, ejerció como profesor en dicha institución.



De repente su alma se detiene en el espejo de la vida de un pintor y esta triste impresión, obstaculiza su continuidad pictórica apartándola de su vivencial recorrido, manteniendo latentes sus inquietudes primeras.

Treinta años después en una abstracción espacio-epocal, el artista se transmuta en el genio de Vicent Van Gogh (1853-1890) sobre lo psicológico, acudiendo al hermano para compartir ideas y críticas, reencontrándose con el color, el ritmo y la poesía. La pintura se adelanta a la parca y es así, como ahora podemos disfrutar de las magnificas obras pictóricas con las cuales inició lo que había dejado atrás y que precisamente en este tiempo, primer aniversario de este hecho importante de la plástica sancristobalense, el homenaje se hace más real y su arte se coloca en la posición de los grandes, porque la misma es una fiel expresión de su amor por la naturaleza y la mujer.



Enmarcada tonal de la naturaleza, el paisaje rebosante de luz introduce a una estampa criolla, vestida de un romanticismo interior, pleno de poesía. En ella refleja el inmenso deseo de llegar a la cima, a través de una destreza sorprendente.

En sus últimos trabajos realizados al óleo, su técnica favorita: sintió predilección por la sembradora, de esta dijo: “…que si tocábamos con las yemas de los dedos el lienzo, siguiendo el recorrido de la ropa, sentiríamos el estremecimiento de la tibieza de su cuerpo...”

En fin, nacemos, crecemos y llegamos al límite de lo que no es conocido; el 22 de enero de este año 1992, José Grullón nos sorprendió con su rauda partida. Hoy el mundo maravilloso del Arte, nos permite recrearlo en cada una de sus manifestaciones podemos observarlo, parparlo y sentirlo en toda su dimensión. Sus obras desde ya, serán un estímulo para la nueva generación de pintores y un aporte importante al Arte Dominicano.


La Prensa del Sur. San Cristóbal, R. D. 1992.El siglo XX quedó atrás.San Cristóbal. R.D.2000.

PERDEDORA


Ligia Minaya
Denver, Colorado.


No necesito mucho dinero, pero como hoy día quien no tiene mucho no vale para nada, soy una perdedora, contenta y en paz conmigo misma.

Hace días una amiga me contaba que había cambiado su yipeta por una más cara, su apartamento por otro ubicado en una zona de ricos y para estar a la altura cambió los muebles y todo el ajuar para su nueva casa, y para más INRI adquirió joyas carísimas. Me alegro, le dije. Pues yo pienso que si mis amigas tienen, yo disfruto. Y no es que mi amiga ande en malos pasos ni lave "ropa" ajena, por el contrario trabaja duro y gana un buen dinero. Pero tengo un compadre al que fui a visitar hace unos días. Había cambiado de residencia, tenía dos yipetas nuevas, un Mercedes Benz chofer incluido, los niños están en colegio caro, sirvienta uniformada, una cadena de oro grueso le colgaba del pescuezo, un jardinero con pistola, dos guachimanes y por cambiar hasta había cambiado de mujer. Y me dijo: Soy un triunfador, comadre, he ganado, soy rico, no soy ya aquel muchachito del barrio que por no tener no tenía ni zapatos.

Yo, que por no tener tengo muy poco, lo miré de arriba-abajo, casi con pena. Vi su anillo brillando en el índice como quien da una orden inapelable, miré los cuadros en las paredes, no sé quien los pintó pero son carísimos, me dijo; los muebles forrados de plástico, una sala de visitas y otra para el día a día, un comedor de lujo y otro para comer el arroz con habichuela y el mofongo que son sus preferidos. Estuve a punto de decirle, pues mira compadre, si le viene bien, cámbieme por una comadre más cara pues ésta que tiene ante sus ojos es una perdedora. Me contuve porque en ese momento entró mi ahijada y al verme se puso tan contenta que no tuve más alternativa que darle un abrazo y cerrar la boca. La verdad es que no califico dentro de los parámetros que hoy enmarcan a los "triunfadores". Si tener es triunfar, estoy perdida.

Ni soy la distinguida señora que asiste a tardes de té a favor de causas "nobles", ni tengo joyas, ni ropa de diseñadores caros. Ni en mi casa se hacen grandes fiestas, aunque sí vienen los amigos y charlamos, nos reímos y comemos, que para eso soy buena cocinera. En fin, que no encajo en lo que hoy podría ser una triunfadora. El día a día lo gozo con pequeñeces, con ver la belleza de un amanecer, con la luna llena que alumbra mi ventana, con la llamada de un familiar lejano, con la llegada de la primavera, escribiendo para mis lectores (desde aquí envío un saludo al Joyero-Aguilucho que, desde NY, con sus comentarios me trasmite mucho apoyo); riéndome de mi propia torpeza y de mis metidas de pata, y así, no envidio al que tiene lujos. Si son mis amigos, y lo han conseguido con su trabajo honrado, les deseo lo mejor y que Dios los bendiga y lo disfruten con creces.

Y no pienso que la riqueza material es un pecado, no, jamás, si con un buen dinerillo se pueden alcanzar muchas cosas, hasta el amor se consigue y, por supuesto, la salud, pues sin money no encuentras quien te salve. No necesito mucho, pero como hoy día quien no tiene mucho no vale para nada, soy una perdedora, contenta y en paz conmigo misma.

Diario Libre Digital. Saudaces.17 de abril