lunes, 6 de agosto de 2012

EL EMBAJADOR DOMINICANO EN HONDURAS ING. JOSE OSVALDO LEGER ANALIZA LA POSIBILIDAD DE QUE ESTUDIANTES DOMINICANOS Y HAITIANOS ESTUDIEN EN ESNACIFOR.


El embajador de República Dominicana en Honduras, Ing. José Osvaldo Leger visito el pasado martes 17 de julio las instalaciones de la Escuela Nacional de Ciencias Forestales, ESNACIFOR. El Ing. Miguel Conrado Valdez, Director Ejecutivo de la misma, acompañó al embajador durante el recorrido a las principales áreas de actividad del campus universitario.


Previo a la gira, la comitiva de la embajada dominicana conformada por: el Embajador José Osvaldo Leger, el Ing, Cesar Segura, el Doctor Manlio Pérez y el Ing. Alexis Sánchez; sostuvieron una reunión con la Dirección Ejecutiva, en la cual se conversó sobre  la posibilidad de gestionar becas para que estudiantes dominicanos puedan venir a esta universidad, a estudiar Dasonomía e Ingeniería Forestal. En la ESNACIFOR se han graduado más de 50 profesionales Forestales dominicanos, los cuales han jugado un papel muy importante en la evolución de ese sector en el país.

Dentro de los temas tratados, el Ing. Leger mencionó que una de las prioridades para la República Dominicana es el apoyo a su vecino país Haití, en el cual urge comenzar acciones tendientes a apoyar las labores de capacitación en cuanto a actividades de plantaciones forestales en dicho lugar.

En ese sentido se trató la posibilidad de que las autoridades correspondientes de la República Dominicana y de la República de Haití, gestionen los recursos necesarios para que estudiantes haitianos puedan venir a prepararse a ESNACIFOR, expresó el Embajador Leger, Haití es un país que urge de acciones en pro de la conservación, manejo y restauración de sus recursos naturales.


Dada la urgencia de Haití en la formación de profesionales forestales para la protección y manejo de recursos naturales, ESNACIFOR está dispuesta a elaborar un programa de estudios a la medida de la necesidad de Haití, de manera que se podrían formar Para-técnicos Forestales en un periodo de 6 a 8 meses.

“El esfuerzo de ESNACIFOR es notable, es merecedor de felicitación, ESNACIFOR es la institución del Pasado, Presente y Futuro”. Con estas palabras el Embajador de República Dominicana concluyó su visita.

TRIADA / AGUSTIN PEROZO BARINAS



INTRODUCCIÓN TRIADA

Este libro, cuyo título original sería “Las quiméricas abstracciones de Aribaldes y su amigo Demófeles en tiempos de tripleta” fue reemplazado por un escueto “La Triada”.

No es un rosario de denuncias a secas para abrazar el pesimismo. Es una compilación de artículos ya publicados junto a relatos inéditos de breves recorrido por esta hermosa y prodiga tierra, poblada por bien intencionados dominicanos y dominicanas que se sienten atrapados en una compleja situación social que les luce ajenas en sus orígenes.

Aribaldes y Demófeles ingenuamente tratan de aportar con algunas vivencias y testimonios un grano de arena para que la juventud se valore mejor a si misma y a su potencial para transformar la sociedad. Para estos dos personajes ficticios el pasado quedo atrás como un archivo de aprendizaje y referencias, muchas veces dejándoles amargas cicatrices, pero también experiencias memorables.

Figuran también los vivaces demagogos que perseveran, como una toxica raíz, en lesionar a Quisqueya. Las pobres calificaciones del país casi todas las evaluaciones realizadas en el Hemisferio son derivaciones de sus acciones. Afortunadamente, se puede cambiar de fondo lo heredado. La reflexión final se subordinara a un mañana que nos someterá a su espacio y que será resultado, en gran medida, de lo que se forje en el presente.


Agustín Perozo Barinas, con raíces en Santiago de los Caballeros y San Cristóbal, nació el 13 de junio de 1961 en Hato Mayor del Rey. Es autodidacta. Tiene dos hijas: Nathalia y Chiara. Entre 1981 y 1982 dirigió el proyecto citrícola “Los Frutales de perozo” en Villa Vásquez, en la línea Noroeste. En 1983 presentó una exposición de dibujos a lápiz y pastel en Casa de teatro en la Zona colonial de Santo Domingo que llamó “Agrolocuras”.

Estudió publicidad en Chile entre 1984-1985, carrera que no concluyo. En986 viajo a EE.UU. donde realizo estudios en Marketing en la ciudad de Nueva York hasta 1988, año en que asume la dirección de la tintorería Galleria Cleaners en Eastside Midtown Manhattan.

Regresa a Santo Domingo en 1996 para involucrarse en un pequeño proyecto citrícola en su natal Hato Mayor del rey. Lo sostuvo, contra viento y marea, hasta el año2005.

Se radica en San Cristóbal desde 2006, donde reside actualmente.

INSOMNIO / YAINA MELISSA RODRIGUEZ



SISTEMA NACIONAL DE CREACIÓN LITERARIA (SINACREA).

El Ministerio de Cultura a través de la Dirección de Gestión Literaria, creo en 2011 el Sistema Nacional de Creación Literaria (SINACREA) con el propósito de otorgar becas a autores en los géneros de novela, cuento, poesía, teatro. Como programa de estímulos e incentivo a la escritura literaria, sentó un precedente en una acción cultural trascendental para el fortalecimiento de nuestra tradición, en materia de gestión cultural.

Doce escritores recibieron becas de escritura durante un año con la finalidad de producir un libro, bajo la supervisión y el seguimiento de asesores calificados en cada genero literario. Esta primera promoción recayó en los cuentistas Daniela Cruz, Sandra Tavarez y Yaina Melissa Rodríguez; los novelistas Amable Mejia, Xenia Rangasamy y Zoila Abreu; los poetas Frank Martínez, Leoni Disla y Rossalina Benjamín y los dramaturgos José Gerardino, Rafael Starlin Morla y Jorge Mendoza. Cada uno recibió una dotación económica considerable durante todo el proceso de producción literaria y, como aporte final, esta publicación de su obra.

YAINA MELISSA RODRIGUEZ

Nació en San Cristóbal, República Dominicana, en 1990. Estudiante de la carrera de publicidad de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Inicio su formación como escritora en el taller literario Fe y Alegría en el 2004, adscrito a la red de talleres literarios de la Fundación Aníbal Montaño, FLAM. En el 2007 obtuvo el primer lugar con el cuento Hijo del camino en el concurso de cuento Camino Real de la Fundación Juan Bosch; con el cuento Nuestra Historia, obtiene el segundo lugar del certamen literario Nacional de talleristas, 2008. En el 2010 obtuvo el primer lugar en cuento en el Certamen Literario de la región Sur, organizado por el colectivo de escritores del Sur de la república Dominicana y el sur de puerto rico (El Sur visita el sur) y el Ministerio de Cultura con su cuento Los años pasan, Margarita. Textos suyos han sido publicados en las antologías:”Contra olvido”, octubre 2007, Editora Rumbo Sur, de la Editora Nacional, “Nosotros también contamos”, Editora Mediabyte, agosto 2011. Perteneció al Sistema Nacional de Creadores Literarios del Ministerio de Cultura (Sinacrea):

CONOCER PERSONAS

Yaina Melissa Rodríguez

Lo malo de conocer a fondo las personas es que olvidas la primera impresión. Esa de cuando la viste por primera vez y dijiste: “¿ya estamos en carnaval?”, “¿estará loca?”, “¡ay, el pobre!”. Muchas veces tenemos pésimas primeras impresiones hasta de nuestros mejores amigos (¿0 solo soy yo?). Pero de verdad se extraña, la sensación de ver a alguien por primera vez. Ese libro cerrado que tienes que empezar a abrir. El que juzgaras en un principio por su forro, tamaño, color, el sonido que provoca al caer, la emoción que provoca al levantarse, y el que luego te parecerá que has conocido toda la vida, que naciste conociéndolo. Pero ya no quedaran misterios por resolver, ya no habrá duda sobre la mesa, solo queda la nostalgia de saber las cosas tal cual son. Yo pienso, seria bueno conocer a la gente todos los días (porque al comienzo cada quien muestra solo lo mejor de sí) que hoy nos llamemos María, Pedro o Roberta y que mañana amanezcamos con otro nombre y otra historia. Que cada día revivamos el primer encuentro. Yo invito a o decir hola, sino, gusto en conocerte de nuevo. Que cada día demos y tengamos una nueva primera impresión.

ROBOTS DE OFICINA

Pienso en las personas que trabajan en oficinas, en bancos, como recepcionistas, secretarias, servicio al cliente, cajeras; pienso: ¿Existirán detrás del aire acondicionado?¿De verdad son “alguien”?¿Tendrán vidas, parejas, orgasmos? ¿Pedirán rebaja en el mercado?¿Dicen palabras obscenas cuando se enojan o sólo muestran su sonrisa prefabricada?¿Tienen deudas por pagar, bailan, escuchan bachata?¿Corre sangre por sus venas o gasolina, se bañan con agua o trementina? No me alcanza la imaginación para visualizarlos en una fritura o en un colmadón. Me da pánico pensar que puedan ir a una cabaña. ¿Qué comen? No proceso, no asimilo, no los asumo comiendo molondrón o arenque, yo los pienso mas bien con un plato de tornillos o tuercas. ¿Realmente existen o son robots que se encienden solo de unes a viernes de 8:00 a.m. a 5:00p.m.?¿Lloran por los muertos?¿Ríen con los vivos?¿Culparan de todo al gobierno, como hace todo el mundo? Me pregunto, ¿darán las gracias después de hacer el amor? Y sobre todo, ¿alguna vez dejan de sonreír?¿Les da diarrea, grajo, mal de orines? ¿Se hartan en Nochebuena, se beben el doble, se felicitan en año nuevo? Es que parecen seres tan perfectos, tan inalterables, tan incorruptibles, que es casi un sacrilegio pensar, que digan una mala palabra, se cuelen en la fila o se tiren un pedo.

HAITI



Agustín Perozo Barinas

Cuando un dominicano viaja a Haití por primera vez, recibe la impresión de estar en un país muy distante. Como si fuera el más lejano de República Dominicana. De golpe se siente el impacto de las diferencias culturales y de hecho, idiomáticas. Somos un país subdesarrollado, pero se percibe en esa nación vecina una situación mucho peor a lo que estamos acostumbrados. Tanto la arquitectura de los edificios y viviendas del pueblo haitiano, su transporte, el sistema cambiario de su moneda y hasta la diferencia horaria, son varios de los elementos que nos hacen sentir muy lejos de casa, aún compartiendo la misma isla caribeña.

Como es nuestro único vecino territorial posee un fuerte atractivo para el comercio por su cercanía. No es un mercado para productos con alto valor agregado, sin embargo lo es para productos de consumo masivo, muchos de los cuales ya República Dominicana exporta hacia Haití, como huevos, pollos, detergentes, jabones, golosinas, embutidos de calidad, aceites y otros más, convirtiéndolo en nuestro segundo mercado de exportación y el único país con el que tenemos una importante balanza comercial positiva a nuestro favor.

No obstante vivimos de espaldas a Haití. No solamente desconocemos su lengua, el Creole (criollo), sino que la gran mayoría del pueblo dominicano, incluida la clase media y el sector comercial, nunca lo ha visitado. Como vemos, Haití incide en alta proporción en nuestro comercio externo y en los asuntos migratorio, sanitario y laboral, nos impacta como ningún otro país.

Al igual que nuestro territorio, Haití está separado por accidentes geográficos. En nuestro caso, principalmente por la Cordillera Central y en el haitiano, el golfo de la Gonave y el Massif du Nord (macizo del Norte, que es una extensión de la Cordillera Central). Su orografía y el golfo de la Gonave prácticamente dividen Haití en dos regiones, el Norte y el Sur. Para tener una idea más generalizada de la realidad haitiana, su pueblo, sus carencias y orígenes históricos es de rigor visitar su capital, Puerto Príncipe, en el sur y al menos Cabo Haitiano, en el norte, donde se preservan las ruinas de Sans Souci, la fortaleza de la Citadelle y el palacete de Leclerc -cuñado de Napoleón-.

Durante casi todo el tiempo transcurrido desde y antes de la Independencia hemos vivido como si Haití estuviera a 5,000 kilómetros de nuestra frontera. Somos naciones con culturas muy diferentes, pero no podemos mantener una postura de distanciamiento que no permita desarrollar un mejor entendimiento de Haití y de su potencial para nuestra economía.

El problema migratorio debe encararse con profundidad tomando en cuenta todas las aristas. Es la mayor preocupación de los haitianófobos y no sin ningún mérito. Una migración desbordante, incontrolada, sin normas ni criterios prudenciales, no es saludable desde ningún punto de vista para ninguno de los dos pueblos. Entendidos en el tema y llanos preocupados escriben a menudo artículos sobre esta situación. Tenemos cientos de miles ciudadanos haitianos residiendo en nuestro territorio y más del 95% de ellos no tiene documentación migratoria alguna expedida por nuestra opacada Dirección General de Migración. Y cuando se comenta “más de un millón de haitianos”, es que no hay una cifra aproximada, por no decir exacta.

La causa de este excesivo flujo migratorio es fundamentalmente la extrema pobreza de la mayoría de la población haitiana. Y de nuestro lado, podemos compendiar las faltas en las autoridades de Migración, en los empleadores –constructoras, hacendados, cadenas hoteleras-, así como también el Ejecutivo de turno que desautoriza y depone las funciones legales del organismo regulador migratorio del Estado dominicano y la presión de las potencias (vía organismos internacionales y algunas ONGs). Todos estos caben en el mismo cubo.

Intereses proclives a la integración de la isla en un mismo Estado no es cosa nueva. Hay especulaciones sobre conspiraciones, planes subrepticios y otras maquinaciones enmarcadas en esa dirección. Tenemos hasta radicales que vislumbran a los dominicanos como extranjeros en su propia tierra. Cuando se evalúa el grado de indiferencia e irresponsabilidad de las autoridades sobre este desorden migratorio, da cabida a la imaginación más productiva posible.

Somos dos naciones separadas, con valores e identidades definidos. Estados independientes, con aspiraciones de desarrollo humano y material que deben aprovechar sus potenciales, voluntades y expectativas como pueblos soberanos, culturalmente diferenciados y con gobiernos, ya esto en lo ideal, que respondan, actúen y reflejen los intereses legítimos de ambas sociedades.

Si nuestras nuevas generaciones no conocen más a Haití, sin los enraizados prejuicios, estaremos desperdiciando oportunidades para nuestro aparato productivo perdiendo la perspectiva de un mayor potencial comercial entre ambas naciones. Mientras más ajenos de Haití queramos estar, más lejano nos parecerá, pero paradójicamente estará mucho más cerca de nuestra casa; en República Dominicana.