lunes, 26 de mayo de 2025

LA CASA DE LA CULTURA ES UN PROYECTO DE TODOS / Marcial Báez



La Cultura a través de las manifestaciones artísticas creadas por el hombre, ha sido puntal importante en el desarrollo de las ciudades, de los pueblos. El despertar al ritmo, a la organización, a la búsqueda de sí mismo dirigida hacia el bien común, ha dado origen a los adelantos que se van manifestando en la actualidad.

 Rene Huyghe nos amplia diciendo que: “El arte y el hombre son insociables. No hay arte sin hombre, pero quizá tampoco son insociables. NO hay arte sin hombre, pero quizá tampoco hombre sin arte. Por él, se expresa el hombre más completamente, se comprende y se desenvuelve mejor. Por él, el mundo se hace más inteligible y accesible, más familiar. Es el medio de un perpetuo intercambio con lo que nos rodea. Así el arte es solidario del hombre. Con tanta diversidad y ligereza como sus costumbres, cambia según los siglos y las latitudes”.

 Por ende, los movimientos culturales, particularmente LA CASA DE LA CULTURA, institución creada en el año 1982, sin fines de lucro, basada fundamentalmente en rescatar, amparar e impulsar las artes y las costumbres, para ser “el organismo rector y representante por excelencia de las actividades culturales de nuestro pueblo, San Cristóbal”, debe tener un espacio y una atención especial, de todos los estamentos sociales de esta comunidad.

 Aunque su duración fue efímera, este propósito tuvo bastante éxito, ya que los espectáculos que se realizaron fueron respaldados masivamente. A pesar del tiempo transcurrido, todavía se mantiene latente mediante el trabajo sistemático que realizan la mayoría de sus fundadores que, con su empeño y su crecimiento personal constituye un precedente a emular.

Los intentos por parte de sus miembros para volver a hacer realidad este recuerdo, habían sido numerosos. Una propuesta reciente pone sobre el tapete esa intención. Justa o no, la misma carece de los requisitos naturales que satisfacen a las expresiones artísticas, de cara a los mejores intereses culturales; y es que “el arte constituye un mundo aparte y este mundo tiene sus leyes propias a las que obedece, porque son irreductibles”.

LA CASA DE LA CULTURA respondiendo a lo que sería beneficioso para la sociedad, no debería pertenecer o tener vínculos con instituciones políticas, ni comerciales. Estaría financiada por el estado y algunas empresas caritativas, realizando así actividades no rentables, permitiendo a las masas participar gratuitamente, llevando la cultura y al arte a todos los rincones de la ciudad; dándole seguimiento a sus objetivos: “Creando los museos de arte, histórico y folclórico de San Cristóbal. Organizando cada año el carnaval, los festivales de teatro y atabales; los cursos periódicos de apreciación musical, de danza, de teatro y de bibliotecología; los talleres de serigrafía y de diseño gráfico; las clases de danza clásica, moderna y folclórica, de música y de artes plásticas; la organización de la cinemateca y de la fonoteca; la convocatoria a concursos de pintura, de novela, de cuento, de poesía y de ensayo”; fomentando la unidad, el resurgimiento de las peñas literarias y los clubes culturales.

LA CASA DE LA CULTURA es un proyecto de todos. Debemos hacerlo palpable; institucionalizándolo, inyectándole el dinamismo y la continuidad que amerita. Así como, clausurar la brecha que muchos han utilizado para su provecho político y personal, valiéndose del interés sano e incondicional de “los trabajadores del arte y la cultura”.

 ” Revista Desafío. San Cristóbal, RR. D. Del sábado 27 de agosto al viernes 2 septiembre 1994. Pág.8. / El Siglo XX quedó atrás (Marcial Báez). 2000.