Por Inés Aizpún
Alejandro Williams, senador del PLD por San Pedro de Macorís le han salido muy mal las cosas, porque ha entendido muy mal sus funciones. Lo que ha pasado es grave, y debe resolverse de forma contundente, tanto por parte de su propio partido como del Senado, donde se supone que este señor trabajaría.
Alejandro Williams, senador del PLD por San Pedro de Macorís le han salido muy mal las cosas, porque ha entendido muy mal sus funciones. Lo que ha pasado es grave, y debe resolverse de forma contundente, tanto por parte de su propio partido como del Senado, donde se supone que este señor trabajaría.
Concurren en los sucesos de los últimos días muchos factores. Su elección como Senador es el resultado de un comportamiento viciado de los partidos políticos para nombrar a los candidatos que elegiremos en las elecciones. Tampoco parece que haya mecanismos de control ni disciplina parlamentaria, y ni el PLD ni el Senado entendieron grave que Williams no acudiera a las sesiones, y que se desentendiera de su labor prácticamente desde que fue elegido.
Williams reconoce haber enviado a dos tipos que se hacen pasar por detectives, por agentes del Medicaid o del FBI, y que amenazan verbalmente a cuatro periodistas, incluyendo el acoso en la vivienda de una de ellas. Sólo esto basta para que el PLD y el Senado tomen medidas contundentes. El senador considera "normal" todo lo ocurrido y se siente en su derecho de hacer averiguaciones con estos métodos. O sea, que el señor Williams además de incauto, es peligroso.
Desde el poder se suele confundir la información con la propaganda, pero en el PLD hay muchos especialistas que pueden explicar al senador el derecho del periodista a mantener en secreto sus fuentes. (Y que no se puede amenazar… ni siquiera a los periodistas.)
DIARIO LIBRE DIGITAL. 7 de abril de 2009. Santo Domingo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario