sábado, 28 de marzo de 2009

SALVADOR DALI el artista de las parejas estereoscópicas.


Del Libro Stereograma : EL Secreto de las 3-D. Blume.

¿Cómo podemos representar tres dimensiones en una superficie bidimensional? En cierto sentido, lo que plantea esta pregunta es:”¿Qué es el arte gráfico?” La cuestión de la tridimensionalidad ha sido un tema persistente y problemático a o largo de la historia del arte bidimensional. El desarrollo del dibujo en perspectiva en el Renacimiento y los movimientos modernos como el cubismo plantearon directamente esta temática. No debería sorprendernos, por lo tanto, que haya habido bastantes artistas que han decidido probar sus capacidades con la pintura estereoscópica.

A los que estén familiarizados con él tampoco puede sorprenderles que Salvador Dalí fuera uno de estos artistas. Siempre fascinado por la ciencia y por los descubrimientos de nuevos fenómenos, no fue hasta sus últimos años que este insaciable artista empezó a producir pinturas estereoscópicas. En Diez recetas para la inmortalidad (Dix recettes d’inmortalité,Audouin-Deschernes, París 1973), Dalí se refiere a la visión estereoscópica como una especie de Santísima Trinidad de la Visión: el ojo derecho (el Padre), el ojo izquierdo (el Hijo) y el cerebro (el Espíritu Santo).

En este libro, Dalí expone su genial interpretación de la estereoscópica, pero no podemos dejar de preguntarnos si un estudioso del arte que no esté familiarizado con el placer del estereograma puede comprender realmente el propósito daliniano.

Dalí produjo sus pinturas estereoscópicas en los años sesenta y setenta, transfiriendo al lienzo imágenes fotografiadas con una cámara estereoscópica en su estilo de pintura hiperrealista. Para pinturas grandes usaba un visor de imágenes del tipo del que invento Wheatstone. La técnica audaz e innovadora de Dalí es fascinante, pero sus trabajos estereográficos no sólo demuestran curiosidad o su anticipación, como se ha dicho con recuenta; hay una expresión de la duda esencial de Dalí acerca de lo que significa en realidad la palabra “ver”.

Imaginémonos sujetando dos manzanas y disonándolas estreoscopicamente.

¿De donde proviene la tercera manzana que aparece ante nuestros ojos? ¿Es una manzana o no lo es? Talvez esta rase del propio Dalí nos pueda aportar una respuesta: “Contemplar es pensar”.

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