lunes, 27 de julio de 2009

EDITORIAL de "Haciendo Camino"


Me van a permitir motivar las patronales este año.

La razón es que a mi entender el tema que queremos desarrollar tiene, en el momento actual, suma importancia. Se trata de ver si la fe de os cristianos tiene que ver o no con la conservación, defensa y desarrollo del medio ambiente.

Todos hemos escuchado muchas veces la peligrosidad que en ese sentido estamos padeciendo ahora en el mundo, por el cambio climático, el calentamiento de la tierra, el deshielo de los casquetes polares, la capa de ozono…

Es posible que todo esto nos suene bien y quizás hasta importante. Pero también, todos nosotros somos testigos de las basuras acumuladas que contamina el ambiente, de la destrucción de las márgenes de nuestros ríos, por la ambición de los dueños de granceras, de la deforestación de nuestros montes, colados, y altozanos con el fin de hacerse de madera preciosa, o de tabla de palma o de traslado de esas palmas.

No se termina ahí la cosa, no, estamos obligados a soportar ruidos estruendosos de bocinas potentísimas que circulan por nuestras calles y hasta caminos anunciando a políticos aspirante o anunciado productos que el “ídolo” del comercio nos quiere hacer comprar.

Por otro lado, hay personas (hombres) que parece que gozan quitándole el “mufler” el reductor de sonido para aparentar potencia. NO faltan, iba a decir, os “malditos” colmadotes que piensan, sus dueños, que van a vender más cuanto más alta este la música… Ruido, ruido y ruido…

Quizás no hemos hecho la relación entre la sordera que padecemos mchos y el ruidos que soportamos.

Otra cosa que muchos no saben es que en los centros de expendo de bebidas y colmadones donde también se bebe, la gente no puede hablar para entenderse, entonces se consume más.

Es preciso tomar conciencia de este “PARAISO” DONADO POR Dios a sus hijos para que vivamos felices, nos entendamos como hermanos y gocemos de las cosas creadas por EL.
HACIENDO CAMINO. Año 2 No 4. 2009. Parroquia Nuestra Señora de la Consolación. San Cristóbal.

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