domingo, 24 de mayo de 2009

NO LO ENTIENDO


Ligia Minaya
Denver, Colorado

Los dominicanos, cuando salimos del país, estamos desamparados. Si algo nos sucede, no hay quien se acerque ni a saludarnos.

Han deportado a Lourdes Contreras, quien hacía escala en Estados Unidos en su viaje a Jamaica para asistir a un evento. No lo entiendo, porque pasada la Guerra Fría, que de fría tenía muy poco, después de volver a tener relaciones con China, Vietnam y ahora las posibilidades de tenerlas con Cuba, deportar a una persona que tiene visa norteamericana y va de paso, me parece una estupidez.

Es que todavía se mantienen algunas reglas de la etapa Bush. Y otra cosa, después del 11-S, los oficiales de Migración tienen un poder de hacer y deshacer indiscutible. No hay quien los haga entrar en razones, y menos discutir con ellos.

Si lo haces, te encierran en un cuartito y te voltean como a una media. En uno de mis viajes de regreso, después de tener visa de residencia, me tocó un oficial de migración que por los rasgos parecía tener ascendencia china, pues este señor vio que había pasado tres meses en mi país y le entró una furia que casi me golpea la cara con el pasaporte. Por más que le expliqué, en mi inglés de pacotilla, que había ido a RD a arreglar algunos asuntos pendientes, el señor de marras me selló el pasaporte. Sin embargo, mucha gente con residencia americana, se pasa años en su país y entran como perro por su casa. Lo de perro no tiene connotaciones despectivas, lo digo porque no se lo toman en cuenta.

Parece que depende el humor con que se haya levantado el oficial de Migración. Habrá que saber de antemano si la mujer le ha dado un "pa´lo pié". Pero volviendo a lo de Lourdes Contreras. Digo de nuevo que, no entiendo. O sí entiendo. Para el norteamericano ser revolucionario es algo extraño, incomprensible, y a lo más que llegan es a liberales. Y lo digo por mí misma. Cuando hablo de revolucionarios ante mis amigos gringos, se le pone la interrogación en la cara y hasta les da pánico.

Y con Lourdes Contreras parece que sucedió algo parecido. Migración tiene hasta la Fe de Bautismo de todo el que entra a este país, lo que hace y lo que deja de hacer.

Pero los gringos son así, y es una pena que para viajar al Caribe, a América Latina, se tenga que poner los pies en USA, cuando bien se puede hacer, y es más cerca y fácil, hacerlo sin escala. Pero esa es una de las tantas trabas que tienen nuestros países. Y lo peor es que la aceptan las limitaciones sin rechistar. Un vuelo a Jamaica, que está a la vuelta de la esquina (desde RD) debería hacerse directo, ¿y yo me pregunto, volveremos a tener Dominicana de Aviación? Quizás así nos evitaríamos algunos problemas y viajaríamos por nuestro cielo caribeños tan libre como las cotorras en octubre. Esto, si el comercio internacional de líneas aéreas lo permite. Pues eso de poner la cara hacia el norte para luego ir al sur, es incomprensible. Más si hay posibilidades de deportación. Pero apuesto a que ningún embajador, ni cónsul, protesta por un hecho como éste. Los dominicanos, cuando salimos del país, estamos desamparados. Si algo nos sucede, no hay quien se acerque ni a saludarnos. Eso, tampoco lo entiendo.

DiarioLibre.com. Saudades 23 Mayo 2009

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