martes, 24 de noviembre de 2009

De Salud y Otras Cosas: Quiéralos y Conózcalos.



Cesar Mella

En el diario vivir tenemos que interactuar con diferentes personajes. Tolerarlos y soportarlos no es tarea fácil. Veamos algunos tipos:

El Realizador.-
Es un sujeto que trata de colocarse siempre a la altura de las expectativas.
Es un hombre de logros, no tiene tiempo para el descanso. No tolera debilidades en los otros, y si fallan son entupidos. Son hipercríticos de los demás.
Se considera responsable de todo y en el fondo le teme al rechazo y al abandono. Son especimenes que hay que escucharlos y tolerarlos…

El Crítico.-
La obsesión de este amigo es encontrar, señalar y comentar las faltas de los demás.
Le encanta censurar y menospreciar a todo el que esta a su alrededor.
No admite al que se equivoca y es alérgico a aceptar criticas y observaciones de los otros…

El Jactancioso.-
Exagera las verdades y presume excesivamente de cualidades que aumenta. A veces en el fondo tienen una baja estimación de si mismo y entonces compensan fantaseando y potenciando sus virtudes.
Tiene la mayor colección de CD de rock; es el que mas sabe de astronomía, etc.
Mienten de forma instintiva, exageran las cosas para lucir protagonistas de hechos que a veces solo están en su mente.
No gana el amor de los demás y por detrás la gente opina que es un hablador.

El Encantador.-
Se muestra siempre de buen humor, cordial, solicito. Es un buen amigo y en general suele contar con gran número de amistades y conocidos.
A veces son sumisos, piroperos y halagadores de todo el que le rodea.
No se enoja, a primera vista parece ser feliz, aunque en el fondo se sienten vacíos y solitarios. Son, como el payaso del circo.
No puede abrirse de corazón ante los demás, su vida es un eterno espectáculos para que los otros se sientan bien…

El Iracundo.-

Se ofende por nada. La ira es un mecanismo de protección.
Se protege con un aire de desconfianza. Nada puede complacerle, le busca defectos a todo.
Es un sujeto frustrado y amargado.
Rencoroso y se irrita por pequeñeces.
Se encuentra anclado en sentimientos de rabia contenida por su insuficiencia para entender a los demás de forma armónica. A veces pide excusas por sus inconductas.

El Solitario.-
Permanentemente trata de demostrar que no necesita de nadie. Vive solo, no tiene hijos y ya ronda los 50 años. Actúa con fría indiferencia frente a los problemas globales de la sociedad. Desde niño “se hizo el fuerte” pues se crió en base a serias carencias de amor.
Para el solitario reconocer necesidades es como sentirse débil.
Evita las relaciones muy comprometedoras y trata de demostrarse a diario que es autosuficiente.

Estoy seguro que en alguno de estos personajes encontraras a uno de tus amigos.
Si en el estado actual de la sociedad no somos flexibles con estos estilos de vida, tendremos serios problemas con familiares y relacionados y sin darnos cuenta nos haremos tan selectivos que entonces nosotros quedaremos aislados.

Quiéralos así.

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