lunes, 27 de abril de 2009

La Otra Epidemia



Editorial EL UNIVERSAL .com

27 de abril de 2009

Sólo un tema ocupa la atención de los lectores de EL UNIVERSAL: la epidemia de influenza en México. Van más de 100 muertos y, pese a las medidas tomadas por los gobiernos, el padecimiento parece esparcirse. La situación es grave, pero como en cualquier emergencia debemos evitar todos —medios, gobiernos y sociedad civil en general— caer en los dos extremos posibles: la indiferencia y la psicosis.

Indiferencia cuando se puede ver todavía hoy a gente en el transporte público con sus hijos en brazos y sin tapabocas, o estornudando sin cubrirse el rostro, o presentes en eventos de esparcimiento que implican el contacto con otras personas.

Deben saber quienes aún dudan del riesgo que corren, que esta enfermedad no es un invento gubernamental ni una exageración mediática; todas las autoridades de salud nacionales e internacionales —las únicas capacitadas para afirmar que existe una epidemia— coinciden en que sin la prevención adecuada el padecimiento cobrará más vidas.

Del otro lado tenemos a quienes, presas del pánico, acuden a las farmacias sin receta médica para solicitar antivirales como medida preventiva, una actitud imprudente dado que estos medicamentos sólo deben ser tomados 48 horas después de que a un paciente se le diagnostique la infección. En consecuencia, lo único que se consigue es un desabastecimiento de medicinas y mayor resistencia del virus.

Las dos actitudes extremas provienen de la ignorancia, que se alimenta cuando actuamos con base en la información que nos proporcionan amigos, vecinos, correos electrónicos masivos u otras fuentes que carecen del conocimiento necesario.

Fue gracias a la prevención y contención que otras amenazas en el pasado reciente fueron controladas —aunque no eliminadas por completo— como la gripe aviar. Depende de la actitud mesurada y responsable de todos conseguir que México quede sólo como una advertencia más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario