miércoles, 29 de abril de 2009

GOG (Una visita a Freud) de GIOVANNI PAPINI




Giovanni Papini (Florencia, 1881 - 1956). Fue hijo de un modesto comerciante de muebles en Borgo degli Albizi. Lo bautizaron a escondidas para soslayar el agresivo ateísmo de su padre. Fue un niño precoz, introvertido y falto de cariño. Adoptó desde niño un talante escéptico, pero lleno de curiosidad por las diversas doctrinas y religiones. Una de sus ilusiones tempranas, nunca abandonada, era escribir una enciclopedia que resumiera todas las culturas.

Se acercó al fascismo, y sus creencias le obtuvieron una posición en la Universidad de Bolonia en 1935 (a pesar de que sus estudios sólo lo habilitaban para enseñanza primaria); las autoridades fascistas confirmaron la "impecable reputación" de Papini a través de ese nombramiento. En 1937, Papini publicó el primer y único volumen de su Historia de la Literatura Italiana, que le dedicó a Benito Mussolini: "A Il Duce, amigo de la poesía y de los poetas", que fue de gran consideración para la academia, especialmente en el estudio del Renacimiento Italiano. Antisemita, creía en una conspiración internacional de los judíos, y apoyaba las leyes de discriminación racial impuestas por Mussolini en 1938. Cuando cayó el régimen fascista (1943), Papini ingresó al convento franciscano de Verna. Ampliamente desacreditado al final de la Segunda Guerra Mundial, fue defendido por la derecha política del catolicismo.

Su obra El Diablo fue objeto de grandes discusiones y controversias. La crítica europea considera que su mejor obra es Gog, una colección de relatos filosóficos, escritos en un estilo brillante y satírico. Entre sus obras religiosas están La Historia de Cristo, Cartas al Papa Celestino VI, y El Juicio Final. Escribió varios libros de crítica política y eclesiástica, entre los que destacan El libro Negro y, especialmente, Un hombre acabado, a la que muchos consideran como su obra maestra. Su muerte, en su natal Florencia, produjo desconsuelo por doquier. Existe también una obra no muy reconocida llamada figuras humanas "Retratos"" que es una mezcla de recuerdos de personajes, que hoy día son reconocidos en la historia como grandes hombres, el caso de Cervantes, el Quijote, entre otros pero dándole un toque diferente enmarcado en una lírica que trasciende lo que cotidianamente vemos acerca de ellos.







GOG
De Giovanni Papini.

Fragmentos:

Para comprender a un gran hombre es necesario referirse, necesariamente, al día de su muerte.

Una visita a Freud.

“El primer impulso para el descubrimiento de mi método nace, como era natural, de mi amado Goethe. Usted sabe que escribió el Werther para librarse del incubo morboso del dolor: la literatura era para él, catarsis. ¿Y en qué consiste mi método para la curación del histerismo sino en hacérselo contar todo al paciente para librarle de la obsesión? No hice nada más que obligar a mis enfermos a obrar como Goethe. La confesión es liberación., esto es, curación. Lo sabían desde hace siglos los católicos, pero Víctor Hugo me había enseñado que el poeta es también sacerdote ya si sustituí osadamente al confesor. El primer paso está dado.

“Me di cuenta bien pronto de que las confesiones de mis enfermos constituían un precisos repertorio de documentos humanos. Yo hacia, por lo tanto, un trabajo idéntico al de Zola. El sacaba de aquellos documentos novelas; yo me veía obligado a guardarlos para mí. La poesía decadente llamo entonces mi atención sobre la semejanza entre el sueño y la obra de arte y sobre la importancia del lenguaje simbólico. El Psicoanálisis había nacido no, como dicen, de las sugestiones de Breuer o de los atisbos de Schopenhauer y de Nietzcsche, sino de la transposición científica de las escuelas literarias amadas por mí.

“Me explicaré más claramente. El Romanticismo que, recogiendo las tradiciones de la poesía medieval, había proclamado la primacía de la pasión y reducido toda pasión al amor, me sugirió el concepto del sensualismo como centro de la vida humana.

El Naturalismo, y sobre todo Zola, me acostumbró a ver los lados más repugnantes pero más comunes y generales de la vida humana; la sensualidad y la avidez bajo la hipocresía de las bellas maneras; en suma, la bestia en el hombre.

El Simbolismo, finalmente, me enseñó dos cosas: el valor de los sueños, asimilados a la obra poética, y el lugar que ocupan el símbolo y la alusión en el arte, esto es, en el sueño manifestado.

“Que mi cultura es esencialmente literaria lo demuestran abundantemente mis continuas citas de Goethe, de Grill Parzer, de Heine y de otros poetas; la forma de mi espíritu inclinada al ensayo, a la paradoja, al dramatismo, y no tiene nada de rigidez pedante y técnica del verdadero hombre de ciencia. Hay una prueba irrefutable: en todos los países en donde ha penetrado el Psicoanalisis ha sido mejor entendido y aplicado por los escritores y por los artistas que por lo médicos. Mis libros, por otra parte, se asemejan mucho más a obras de imaginación que a los tratados de patología. Mis estudios sobre la vida cotidiana y genuina literatura y en Tótem y Tabú me he ejercitado incluso en la novela histórica. Mi más antiguo y tenaz deseo sería escribir verdaderas novelas; poseo un tesoro de materiales de primera mano que harían la fortuna de cien novelistas. Pero temo que ahora sea demasiado tarde.

“De todos modos he sabido vencer, soslayadamente, mi destino, y he logrado mi sueño: continuar siendo un literato aun haciendo, en apariencia, de medico. En todos los grandes hombres de ciencia existe el soplo de la fantasía, madre de las intuiciones geniales, pero ninguno se ha propuesto, como yo, traducir en teorías científicas las inspiraciones ofrecidas por las corrientes de la literatura moderna. En el Psicoanalsiis se encuentran y se compendia, expresadas en la jerga científica, las tres mayores escuelas literarias del siglo XIX: Heine, Zola y Mallarmé se unen en mí, bajo el patronato de mi viejo Goethe. Nadie se ha dado cuenta de este misterio que esta a la vista y no lo hubiera revelado a nadie si usted no hubiese tenido la optima idea de regalarme una estatua de Narcizo”.

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