El Siglo XX Quedó Atrás

Por Marcial Báez

El profesor, Adriano de la Cruz, dijo en el aula: “Ya cuando agoniza el siglo XX sus estertores comienzan a traernos nuevas percepciones de un mundo que nace; las ideas que dominaron este siglo fueron sepultadas con él y hasta el nombre de la paz ha quedado en entredicho”.

De repente la imagen transita rápida, penetra en el mundo del lenguaje donde la comunicación crece y nos permite ser.

Iniciar tal vez con un pensamiento más abierto a las transformaciones que el tiempo exige sobre la trayectoria de la unidad mundial, sería la forma más idónea en la aportación de soluciones a esta nueva época que se nos presenta detrás de los velos de la noche que acecha.

Dejar atrás no todo, porque residuales elementos nos darían el motivo para continuar aunando esfuerzos hasta llegar a los objetivos últimos, a un sol brillante en un cielo común, latinoamericano.

De las primeras aseveraciones no somos ajenos, deteniéndonos en este pequeño espacio con identidad que se podría llamar propia, a merced de las fuerzas que persisten todavía en ejercer la primacía, creyéndose los artífices de los que somos.
Eso que nos absorbe, apoyado por losque niegan la vivencia individual de su medio ambiente, insiste en abarcarlo todo, pero no es tan inmortal para rezagarnos a la espera de la muerte segura.

Y nos preguntamos, ¿qué logramos en este siglo que se entrega a la nada? ¿cuál sistema, para afrontar esta avalancha que nos llegará con el aviso previo de una mañana, que si nos descuidamos de la mano se nos escapa?

Y la respuesta esta ahí; esa paz que a veces deja de asomar una parte de su cara, se mantiene flotante en la expresión determinada por el lenguaje común a todos, a la espera de entrelazar ese gran cordón que es latinoamérica; una misma trayectoria en la conquista de conciencias, un mismo sufrimiento que bañó aborígenes tierras, una pléyade de hombres que con sus palabras, escribieron la Historia imperecedera: DUARTE, MARTI, BOLIVAR, SAN MARTÍN, JUÁREZ....

Reencontrarnos con los grandes pensamientos para asimilar la imperante necesidad de estabilizar este presente que vivimos; Juan Pablo Duarte nos da una pauta a seguir:

“Sed justos los primeros, si queréis ser felices. Ese es el primer deber del hombre; y ser unidos, y así apagaréis la tea de la discordia y veneréis a vuestros enemigos, y la patria será libre y salva. Yo obtendré la mayor recompensa, la única a que aspiro, al veros libres, felices, independientes y tranquilos”.

Reiteremos el deseo de esforzarnos tras la búsqueda de días mejores, nuevas ideas que en definitiva se sumarán a las transformaciones que vive el mundo de hoy y que se reflejan en todos los países, especialmente en los mas pobres.

Retomando el transcurso de los acontecimientos históricos con el acercamiento de ser un solo en toda la manifestación hispanoparlante.

* El Sol. Santo Domingo. 4 de octubre de 1991. Pág. 6 y 7
* Revista desafío. San Cristóbal. Del 10 al 16 de dic. 1994. Pág. 5