Presentación
DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN Y DIVULGACIÓN
A través de la expresión literaria podemos rastrear el alma y la idiosincrasia de un país. Esta expresión, en efecto, ensancha y reafirma la conciencia histórica en sus múltiples dimensiones.
Cuatro aspectos de la literatura de Juan Bosch, el libro que hoy presentamos, es un concertado análisis que nos regala la pluma del laureado escritor Diógenes Valdez. Esta es una valiosísima publicación que el Archivo General de la Nación hace, como un encomiable esfuerzo para enriquecer el acervo histórico y un modo plausible de homenajear a Juan Bosch, en el centenario de su nacimiento.
Juan Bosch, sin duda alguna, es un maestro del pensamiento sociopolítico y de la narración de corto y largo aliento. Con su entereza moral, con su aguda observación del campesino dominicano y su sorprendente dominio de las técnicas del cuento nos lego un patrimonio artístico sin el cual no se puede comprender el devenir literario de la República Dominicana en el siglo XX.
Diógenes Valdez, Premio Nacional de Literatura 2005, con su típica lucidez y su profunda visión de la realidad, nos pone en contacto con el phatos, las raíces, las obsesiones y los hallazgos de la narrativa boschiana.
El interesante libro que hoy presentamos tiene una estructura significativa y dinámica. Nos ofrece tres aspectos sobre los cuentos de Bosch con mejor factura artística; y un cuarto aspecto que versa sobre la biografía y la polémica figura de Judas Iscariote. Valdez establece un salario parangón entre el análisis de Bosch y el hallazgo del Evangelio según Judas correspondiente a la segunda mitad del siglo XX. En realidad, Bosch no solo mostro gran interés por el liderato de figuras históricas que jugaron un papel crucial, como le rey David o Judas Iscariote, sino que se anticipó con relación a análisis psicológico y comparativo de las mismas.
Pero los aspectos que denotan más riquezas expresivas y antropologías conciernen al ámbito de la narrativa, y esto queda bien claro y manifiesto en el ensayo de Valdez. Y en efecto, así deber ser, pues en la República Dominicana nadie como Bosch ha mostrado tanta conciencia del oficio de escritor y dominio de un género tan indomable como el cuento. El escritor, al decir del crítico estadounidense Seymour mentón, que logra dominar las técnicas del centro y hacerse de sus secretos, merece el calificativo de gran escritor: Bosch, no obstante, no se quedo tan solo en el virtuosismo técnico y los planteamientos dramáticos. Supo mostrar, de un modo diáfano y escueto, las miserias y la opresión del hombre dominicano y sus irresolubles conflictos sociales.
Diógenes Valdez comienza su ensayo con su verdadero estudio de carácter comparativo, mostrándonos el tono, las similitudes y el andamiaje rítmico comparativo, mistándonos el tono, las similitudes y el andamiaje rítmico entre el cuento de Juan Bosch ”la mujer” y el de Ray Bradbury “La carretera”. Vale decir todo el libro es significativo desde la primera hasta la ultia pagina, pues encontramos estudios muy atinados y enjundiosos, tales como “Juan Bosh, Isaac Asimov, Phillys Bentley y los “Apuntes sobre el arte de escribir cuentos”; “Los demonios culturales”, “La doble fluencia del tiempo en “La Nochebuena de Encarnación Mendoza”; “Tres enfoque sobre el cuento “Rumbo al puerto de origen”, Aunque quizá el estudio mas profundo, por su variedad mítica y connotativa, sea el que Valdez titula “Las complejidades psicológicas en El Indio Manuel Sicuri”.
Con esta publicación, el Archivo General de la Nación no solo pretende resaltar la sensibilidad y la dimensión humanístico-literaria de Juan Bosch, sino también enriquecer el acervo cultural y conectar a las futuras generaciones con el pensamiento de uno de los hombres que, al igual que su maestro Hostos, transformo la historia social y literaria de nuestro país.
“La mujer” y “La carretera” dos cuentos concebidos en la misma matriz
Fragmento
Como punto en común tenemos que el escenario de ambos textos es rural, aunque el tiempo histórico de cada uno des diferente. En el cuento “La mujer”, la ciencia y la civilización no arecen haber hecho su entrada en el escenario narrativo. En el de Bradbury la tecnología es la que pone fina toda civilización, devolviendo a los personajes a una etapa en la que el tiempo podría concordar con el que viven los personajes de Bosch. A diferencia del maestro dominicano, el cuento “La carretera” comienza con la descripción de un ambiente campestre, dominado por una lluvia vespertina que golpea “suavemente el techo de paja” de una choza, en cuyo interior “una mujer no dejaba de moverse en lluviosa oscuridad, guardando unas espigas entre las rocas de lava. En esa sombra húmeda lloraba un niño”.
El escenario del cuento de Bradbury coincide en muchos aspectos con el de Bosch: en ambos hay un hombre, una mujer, una choza, un niño que llora, rocas de lava, un ambiente rural. Las descripciones del entorno resultan una especie de antítesis, intuyéndose cierta similitud de los contrarios, como si estos fuesen extremos que se tocara.
El cuento de Bosch comienza de la manera siguiente:
La carretera esta muerta. Nadie ni nada la resucitará. Larga, infinitamente larga, ni en la piel gris se le ve vida. El sol la mato; el sol de acero, de tan candente al rojo, un rojo que se hizo blanco, y sigue ahí, sobre el lomo de la carretera.
Este preámbulo o introducción es absolutamente contrario al comienzo del cuento de Bradbury. Veamos:
La lluvia fresca de la tarde había caído sobre el vale, humedeciendo en más los sembrados de las letras. (…)
Aunque contrarios, se puede intuir que ambos inicios mantienen idénticos alientos poéticos. A partir de ese instante comienzan a hacerse más obvias las similitudes.
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