lunes, 2 de agosto de 2010

CONSULTORIO DE FAMILIA


SORAYA LARA DE MÁRMOL, M. A.

Pregunta de la lectora: Le había escrito pidiéndole ayuda con un ex novio. Después que terminamos me inventé que tenía otro novio para ver cómo reaccionaba, quería ver si sentía amor por mí. Salí con él, le dije que quería tener un hijo. Me dijo sí, te lo daré pero di que es del otro. Ahora estoy embarazada. Me dijo que no es suyo, aunque sé que sí. Me prohibió hablar con su familia y hasta me amenazó. ¿Qué opina usted, hablo con su familia y le cuento todo? Me siento decepcionada.

Respuesta de la terapeuta: Conozco bien su caso. Le contestaré en función de lo conocido.

Lo primero que ha de tomar en cuenta es que usted ha hecho todo lo posible para forzar una relación que desde su inicio parecía infructuosa. Le dio todas las señales para que usted no insistiera. A pesar de su indiferencia y distancia, usted lo buscaba.

Al terminar una relación que desde un principio no fue viable, usted se obsesionó. Pasó a ser una fantasía de relación. Buscó un mecanismo perverso al hacerle creer que tenía otro novio, sólo para valorar y redirigir la atención hacia usted.

Sobre la mentira de tener otro novio como mecanismo para atraerlo y fascinarlo con una infidelidad, le pide querer un hijo suyo, él irresponsablemente acepta sólo para complacerla, pero sin compromiso.

Ambos participaron irresponsablemente en la decisión de traer una criatura que vendría con una historia conflictiva de dos adultos donde una jugaba a atrapar y el otro a huir. No tomaron en cuenta las consecuencias futuras para un hijo concebido de esta forma.

La actuación fue lo suficientemente inmadura como para que las cosas no fluyeran con sensatez y decisiones inteligentes.

Avisar a la familia de él podría generar una crisis, pero, no necesariamente cambiaría la relación hacia usted por el solo hecho de estar embarazada. Sólo visibilizaría su estado y nada más.

En caso de que él siga en la actitud de negar la criatura, le sugiero posteriormente la prueba de la paternidad biológica y que el niño goce de su identidad y de la manutención.

El embarazo como mecanismo de retención al padre no creo le dé resultado. Desde que le dijo que quería un hijo de él, aceptó, pero, sin compromiso, le dijo bien claro: “di que es de otro”. Lo lamento por la criatura.

Hoy digital. 1 agosto 2010.

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