miércoles, 9 de noviembre de 2011

FRASES PROVERBIALES CONSTRUIDAS CON EL PROCLITO “LA”.



Ramón Emilio Jiménez

Entre las muchas frases proverbiales del medio son notables las que se construyen con el proclítico “la”, por el carácter de cosa extraordinaria o superlativa que tienen, las cuales no son mas que expresiones que denotan el grado máximo de intensidad a que llega o puede una acción favorable o adversa.

He aquí una de las mas usuales:”aquello fue la acabosa”, corrupción del “acabose”. Se aplica solamente a las fiestas que tiene un fin dramático, que se acaban a palos o a tiros, o a las epidemias que causantuchas defunciones. Así, la vez que hubo en Jacagua, sección rural de la común de Santiago, un aguinaldo que termino en una riña, de la que resultaron tres muertos y ocho heridos, se decía, comentando la tragedia:” aquello fue la acabosa!” Y de igual modo., cuando la influencia azoto la población en 1918, la frase de rigor para indicar la mortandad que hubo, era la misma. Se dice, recordando el desastre epidémico: “Aquello fue la acabosa”.

Hay otras frases proverbiales que en los caos ya indicados pueden sustituir a la anterior, tales como “Fue la tutumpota”,y “Fue la de todos los diablos”, equivalentes a estas muy conocidas y generalizadas, que no proceden del medio: “ Las de San Quintín “ y “ LA de Dios es Cristo”.

Nuestras pasadas revoluciones dieron origen a esa otra rase de idéntica virtud ponderativa, que s e aplica a los mismos casos mocionados: “La de sálvese quien que pueda” Es de suponer la confusión reinante en una tropa sorprendida cuando menos sospecha la presencia del enemigo. Eran comunes, en nuestra pasada vida política, los casos cantones bruscamente atacados mientras la tropa comía y descansaba. En tales circunstancias no era posible oponer, al brusco ataque, una ruda acción de armas. En medio del desorden cada cual quería salvarse a pelando a la fuga. Entonces era de rigor, en boca del jefe, el “!Sálvese quien que pueda!”Hoy, con referencia a un hecho de sangre en el que la necesidad de huir fue decisiva, es común por decir, en la viveza de u relato, que aquello fue” sálvese quien pueda”.

Cuando alguien no quiere arriesgarse en una empresa que requiere audacia, y se ve instado a ello por alguna persona, suele exclamar:”!Esa fuera la ultima!”La ultima, en este caso, significa “ Lo Ultimo que yo hiciera”.También suele decirse : “Entonces si es la gorda”.

Con referencia a una excursión, baile u otro genero de fiesta en cuya celebración se gozo mucho, es común decir que resulto “La de chupe uté y déjeme el cabo”. El origen de la frase no puede ser más típico. Para un campesino fumador es muy valioso un cabo de cigarro.”Prétame tu cabo” y “Déjame un cabito” son expresiones que no faltan, en todo momento, entre los campesinos. De ahí que la fiesta, así de la ciudad como del campo, sea, cuando procura grandes satisfacciones, “La de chupe uté y déjeme el cabo”.

Hay una de estas frases proverbiales cuyo uso solemos oír desde la infancia. Nos referimos a “La de nunca acabar”. Cuando se está en una obra cuya terminación dilata por os obstáculos continuos que se presentan, acude a los labios de las perronas esta frase.

“La de apaga y vámonos” es otra frase proverbial que si bien suele emplearse en ocasiones con referencia a suceso lamentables, su uso mas propio, y más frecuente, por lo tanto, es con relación a escena amorosas en las cuales se resintió la honestidad, como se comprende por los términos que la componen. Así, cuando los novios traspasan, en sus mutuas caricias, los limites de la prudencia, la murmuración se arma con la frase que nos ocupa, y se dice entonces que “Aquello era la de apaga y vámonos”.

Pero la mas usual de las frases proverbiales construidas con el proclítico “la”, es esta, llena de fuerza y de color:”Se vio en la de amansa gato”. Proviene del campo. En verdad solo un campesino sabe a fondo lo grave que resultaría la tarea de amansar un gato cimarrón. Hay quienes lo hayan intentado, sin más resultado que el escarmiento, pues el animal, cuando lo atrapan, pugna por la fuga y al no lograrla ataca furiosamente al enemigo de su libertad. De ahí el origen de la frase.

Cuando una persona se hallo en un trance peligroso en el cual comprometió su vida, o cayo en un embrollo, víctima de la mala voluntad de algún sujeto, es corriente decir que se vio “en la de amansa guapo”.

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