Tan sólo me Preocupa
que cuando me despida de mis días
para siempre
alguna huella quede.
Que me puedas nombrar sin poner caras feas;
Que si hay alguna mueca sea solo de tristeza,
y si hay alguna sonrisa sea de satisfacción.
Que esa huella la pises con sencillez y orgullo
los que tengan mi sangre
o el que por mí lloró.
Tan sólo me preocupa
que cuando me despida de mis días agotados
y ya descanse en paz
no haber sido ventisca que pasa y nada más,
ni huracán indolente, arrogante y voraz.
Que yo haya sido brisa portadora de polen,
que hayan nacido rosas de mi lento soplar.
Tan sólo me preocupa
cuando no vuelva nunca
haber actuado sólo de forma vertical,
sin importar más nada que la conciencia limpia
sin manchas en las manos,
sin noches mal pasadas,
sin ofensas a hermanos,
sin sangre coagulada.
Poder escribir solo, donde nadie me vea
y sin tragar en seco la palabra: MORAL.
Que mi nombre no encuentre cuando yo
dé la espalda
ni un índice terrible que lo pueda acusar.
Tan sólo me preocupa
cuando me vaya un día,
porque voy a irme un día, no sé cuando
va a ser,
estar en paz conmigo, haber pagado deudas,
apretado mil manos,
abrazado mil pechos que no se han corrompido,
cosechando sonrisas para dormir en paz.
Tan sólo me preocupa
cuando la luz me falte,
que mi nombre sea un faro.
Que nadie me recuerde obstruyendo caminos,
que hayan servido siempre para el vicio y el mal.
Tan sólo me preocupa
Si me sorprende el viaje
no lamentar de nada cuando no pueda hablar,
que mis labios se cierren cuando les dé la gana
y en mi conciencia no haya nada que lamentar.
Por eso mejor pienso que voy muriendo a diario,
vivo creyendo siempre que este es mi día final,
como el sol en la tarde,
como la lluvia clara,
como el carro que pasa, o la hoja que se cae,
como las mariposas o el perro de la calle,
o el niño o el mendigo que vienen siendo igual...
Quiero morirme a diario cual todas esas cosas
y por eso a diario vivo cual fuera el final.
Y vivo siendo huella y faro y niño y lluvia
y brisa y mariposa y mendigo, agua y sal, y sol y noche y bruma
y grito y llanto y cuna
y quiero ser de todas las que sirva a los demás.
Porque sé que una tarde, de mano de la vida,
caminaremos juntos sin mirar hacia atrás...
Y volverá la vida, convertida en rutina,
y de esa caminata no volveré jamás.
Hazme vivir a diario, Señor, pero sabiendo
que pueda ser la última vez que estoy viviendo
y el último viento que voy a respirar...
Y a ti... ¿qué te preocupa...?
¿Para qué guardas tanto, si lo puedes usar
devolviendo esperanzas a madres abatidas
o tierras al campesino
o al obrero oprimido justicia y bienestar?
Y a ti... ¿qué te preocupa..?
que cuando me despida de mis días
para siempre
alguna huella quede.
Que me puedas nombrar sin poner caras feas;
Que si hay alguna mueca sea solo de tristeza,
y si hay alguna sonrisa sea de satisfacción.
Que esa huella la pises con sencillez y orgullo
los que tengan mi sangre
o el que por mí lloró.
Tan sólo me preocupa
que cuando me despida de mis días agotados
y ya descanse en paz
no haber sido ventisca que pasa y nada más,
ni huracán indolente, arrogante y voraz.
Que yo haya sido brisa portadora de polen,
que hayan nacido rosas de mi lento soplar.
Tan sólo me preocupa
cuando no vuelva nunca
haber actuado sólo de forma vertical,
sin importar más nada que la conciencia limpia
sin manchas en las manos,
sin noches mal pasadas,
sin ofensas a hermanos,
sin sangre coagulada.
Poder escribir solo, donde nadie me vea
y sin tragar en seco la palabra: MORAL.
Que mi nombre no encuentre cuando yo
dé la espalda
ni un índice terrible que lo pueda acusar.
Tan sólo me preocupa
cuando me vaya un día,
porque voy a irme un día, no sé cuando
va a ser,
estar en paz conmigo, haber pagado deudas,
apretado mil manos,
abrazado mil pechos que no se han corrompido,
cosechando sonrisas para dormir en paz.
Tan sólo me preocupa
cuando la luz me falte,
que mi nombre sea un faro.
Que nadie me recuerde obstruyendo caminos,
que hayan servido siempre para el vicio y el mal.
Tan sólo me preocupa
Si me sorprende el viaje
no lamentar de nada cuando no pueda hablar,
que mis labios se cierren cuando les dé la gana
y en mi conciencia no haya nada que lamentar.
Por eso mejor pienso que voy muriendo a diario,
vivo creyendo siempre que este es mi día final,
como el sol en la tarde,
como la lluvia clara,
como el carro que pasa, o la hoja que se cae,
como las mariposas o el perro de la calle,
o el niño o el mendigo que vienen siendo igual...
Quiero morirme a diario cual todas esas cosas
y por eso a diario vivo cual fuera el final.
Y vivo siendo huella y faro y niño y lluvia
y brisa y mariposa y mendigo, agua y sal, y sol y noche y bruma
y grito y llanto y cuna
y quiero ser de todas las que sirva a los demás.
Porque sé que una tarde, de mano de la vida,
caminaremos juntos sin mirar hacia atrás...
Y volverá la vida, convertida en rutina,
y de esa caminata no volveré jamás.
Hazme vivir a diario, Señor, pero sabiendo
que pueda ser la última vez que estoy viviendo
y el último viento que voy a respirar...
Y a ti... ¿qué te preocupa...?
¿Para qué guardas tanto, si lo puedes usar
devolviendo esperanzas a madres abatidas
o tierras al campesino
o al obrero oprimido justicia y bienestar?
Y a ti... ¿qué te preocupa..?
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