José Grullón o un instante perenne en la pintura sancristobalense.
Marcial Báez
Nació en Santo Domingo el 18 de septiembre del año 1933 y a la edad de 6 años llegó a esta ciudad de San Cristóbal, filtrándose en ella y haciéndola suya.
Sus inquietudes artísticas y educativas, estuvieron siempre presentes, obteniendo en una oportunidad la beca “Premio Ramfis” por oposición a nivel primario. Esta allanaría el camino a logros similares en el transcurso de su crecimiento, viajando a Brasil; donde amplio sus estudios de Artes graficas, Comunicación Técnica, Reproducción, Diseño y Reproducción, material de apoyo de programas integrados en el campo de la Salud, la Educación, el Desarrollo y la Organización Agraria.
Su espíritu artístico e investigativo lo llevo a estudiar casi paralelamente, las carreras de Medicina e Ingeniería, abandonándolas por su dedicación humanística en las áreas de la educación y la salud, a la cual dedicaba todo su tiempo.
Estudió pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes bajo la tutela de los grandes maestros de la época: Jaime Colson, José Gausach y Gilberto Hernández Ortega por el que sentía gran afecto y admiración. Al graduarse, ejerció como profesor en dicha institución.
Nació en Santo Domingo el 18 de septiembre del año 1933 y a la edad de 6 años llegó a esta ciudad de San Cristóbal, filtrándose en ella y haciéndola suya.
Sus inquietudes artísticas y educativas, estuvieron siempre presentes, obteniendo en una oportunidad la beca “Premio Ramfis” por oposición a nivel primario. Esta allanaría el camino a logros similares en el transcurso de su crecimiento, viajando a Brasil; donde amplio sus estudios de Artes graficas, Comunicación Técnica, Reproducción, Diseño y Reproducción, material de apoyo de programas integrados en el campo de la Salud, la Educación, el Desarrollo y la Organización Agraria.
Su espíritu artístico e investigativo lo llevo a estudiar casi paralelamente, las carreras de Medicina e Ingeniería, abandonándolas por su dedicación humanística en las áreas de la educación y la salud, a la cual dedicaba todo su tiempo.
Estudió pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes bajo la tutela de los grandes maestros de la época: Jaime Colson, José Gausach y Gilberto Hernández Ortega por el que sentía gran afecto y admiración. Al graduarse, ejerció como profesor en dicha institución.
De repente su alma se detiene en el espejo de la vida de un pintor y esta triste impresión, obstaculiza su continuidad pictórica apartándola de su vivencial recorrido, manteniendo latentes sus inquietudes primeras.
Treinta años después en una abstracción espacio-epocal, el artista se transmuta en el genio de Vicent Van Gogh (1853-1890) sobre lo psicológico, acudiendo al hermano para compartir ideas y críticas, reencontrándose con el color, el ritmo y la poesía. La pintura se adelanta a la parca y es así, como ahora podemos disfrutar de las magnificas obras pictóricas con las cuales inició lo que había dejado atrás y que precisamente en este tiempo, primer aniversario de este hecho importante de la plástica sancristobalense, el homenaje se hace más real y su arte se coloca en la posición de los grandes, porque la misma es una fiel expresión de su amor por la naturaleza y la mujer.
Treinta años después en una abstracción espacio-epocal, el artista se transmuta en el genio de Vicent Van Gogh (1853-1890) sobre lo psicológico, acudiendo al hermano para compartir ideas y críticas, reencontrándose con el color, el ritmo y la poesía. La pintura se adelanta a la parca y es así, como ahora podemos disfrutar de las magnificas obras pictóricas con las cuales inició lo que había dejado atrás y que precisamente en este tiempo, primer aniversario de este hecho importante de la plástica sancristobalense, el homenaje se hace más real y su arte se coloca en la posición de los grandes, porque la misma es una fiel expresión de su amor por la naturaleza y la mujer.
Enmarcada tonal de la naturaleza, el paisaje rebosante de luz introduce a una estampa criolla, vestida de un romanticismo interior, pleno de poesía. En ella refleja el inmenso deseo de llegar a la cima, a través de una destreza sorprendente.
En sus últimos trabajos realizados al óleo, su técnica favorita: sintió predilección por la sembradora, de esta dijo: “…que si tocábamos con las yemas de los dedos el lienzo, siguiendo el recorrido de la ropa, sentiríamos el estremecimiento de la tibieza de su cuerpo...”
En fin, nacemos, crecemos y llegamos al límite de lo que no es conocido; el 22 de enero de este año 1992, José Grullón nos sorprendió con su rauda partida. Hoy el mundo maravilloso del Arte, nos permite recrearlo en cada una de sus manifestaciones podemos observarlo, parparlo y sentirlo en toda su dimensión. Sus obras desde ya, serán un estímulo para la nueva generación de pintores y un aporte importante al Arte Dominicano.
La Prensa del Sur. San Cristóbal, R. D. 1992.El siglo XX quedó atrás.San Cristóbal. R.D.2000.
En sus últimos trabajos realizados al óleo, su técnica favorita: sintió predilección por la sembradora, de esta dijo: “…que si tocábamos con las yemas de los dedos el lienzo, siguiendo el recorrido de la ropa, sentiríamos el estremecimiento de la tibieza de su cuerpo...”
En fin, nacemos, crecemos y llegamos al límite de lo que no es conocido; el 22 de enero de este año 1992, José Grullón nos sorprendió con su rauda partida. Hoy el mundo maravilloso del Arte, nos permite recrearlo en cada una de sus manifestaciones podemos observarlo, parparlo y sentirlo en toda su dimensión. Sus obras desde ya, serán un estímulo para la nueva generación de pintores y un aporte importante al Arte Dominicano.
La Prensa del Sur. San Cristóbal, R. D. 1992.El siglo XX quedó atrás.San Cristóbal. R.D.2000.
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