martes, 29 de diciembre de 2009

SAN CRISTOBAL Y EL GENERALISIMO MAXIMO GOMEZ



Benito de la Rosa Garabito

En mayo de 1886 la señorita Ignacia Gómez Castillo escribe desde San Cristóbal a su padre que se hallaba en las Islas Turcas. Respondiendo la comunicación de su hija, el he 162e dominico-cubano hace mención de dicha ciudad y su actitud cuando dicen:

“Ayer tarde en el vapor Ozama llego tu carta muy atrasad de mayo desde san Cristóbal… me consuela que en esa ciudad ya se anunciaba por os periódicos y con repiques de campana tu próximo regreso…”

En la misma misiva expone, con motivo de haberse extraviado algunas cartas tanto de él como de su hija, el siguiente pensamiento:

“Ningún pueblo, hombre o nación aprende y se educa por cabeza ajena. Cada uno, esa es la ley, tiene que gemir y llorar sobre sus propios errores”.

Máximo Gómez retorna en 1900 a su patria luego de dura lucha político militar en Cuba contra los esclavistas españoles. Lega al puerto Ozama y recibido como se lo merecía y hombre de su talla revolucionaria e internacionalista. Se dirigió a su cuna Baní y cuando pasa por San Cristóbal el pueblo se lanza a las entonces callejuelas, lo vitorea con gran fervor mientras echan al vuelo las campanas. Era un gran acontecimiento.

La edición 3223 del Listín Diario de fecha 30 de abril de 1900 nos trae esta información.

“Salida Baní temprano; viaje feliz excepción caída caballos dos compañeros sin resultado fatal. Hermosa recepción en Italia, hasta lechón asado. Llegada a San Cristóbal regia, entusiasmo indescriptible. Gran banquete, muchas fiestas, pueblo masa pide queremos mañana. General dispone viaje. Le urge." (R. Gómez).

El mismo órgano de prensa de fecha 1ro de mayo de ese 1900 en la edición 3224 apunta:

“Al regreso del general Gómez, de su viaje a Baní, San Cristóbal se ha puesto a la altura de su deber. Con vítores de honor y demostraciones de jubilo ha recibido y despedid de nuevo al ilustre huésped, desmintiendo así la amarga nota y dura critica de quien juzgó ayer falta de cultura social e indiferente ante lo que fuera impulso de progreso, obra de bien o esfuerzo reparador de virtudes cívicas”.

El reporte periodístico continúa:

“Bien merece nuestros vecinos un aplauso sincero. Para honra de la patria, ensalzamos hoy la conducta de ese pueblo que no ha querido quedarse atrás en la popular ovación que ha saludado con himnos y flores de legada del luchador de Cuba, del Bienvenido a la patria nativa, ideal esplendorosos de su mente de héroe y de su corazón dominicano”.

Máximo Gómez amaneció en San Cristóbal del 26 al 27 de abril de ese año y a las 6 de la mañana emprendió viaje a Baní acompañado por 30 jinetes y 20 que se le unieron en Yaguate. Cuando la comitiva llego a Baní el recibimiento fue apoteósico.

El 30 de mayo Máximo Gomes emprende retorno a la capital para continuar recorrido por varios lugares más de la republica. Después de algunos retrasos en el camino, llego con su comitiva a San Cristóbal en horas de la tarde. De nuevo algarabía, repiques de campana, banquetes, poemas y música.

Juan Pablo Pina pronuncio brillante discurso enfatizando la solemnidad del momento y la grandeza del héroe. Una nutrida comisión de señoritas entrego ramos de flores al general quien ingirió regia comida en casa de Silveria Valdez, al anochecer continuó viaje a la capital legando a las ocho de la misma.

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