Quédate con nosotros, Señor, acompáñanos, aunque no siempre hayamos sabido reconocerte.
Tú eres la Luz en nuestros corazones, y nos das tu ardor con la certeza de la Pascua.Tú nos confortas en la fracción del pan, para anunciar a nuestros hermanos que en verdad Tú has resucitado y nos has dado la misión de ser testigos de tu victoria.
Quédate con nosotros, Señor, Tú eres la Verdad misma, eres el revelador del Padre, ilumina Tú nuestras mentes con tu Palabra; ayúdanos a sentir la belleza de creer en ti.
Tú que eres la Vida, quédate en nuestros hogares para que caminen unidos, y en ellos nazca la vida humana generosamente; quédate, Jesús, con nuestros niños y convoca a nuestros jóvenes para construir contigo el mundo nuevo.
Quédate, Señor, con aquellos a quienes en nuestras sociedades se les niega justicia y libertad; quédate con los pobres y humildes, con los ancianos y enfermos.
Fortalece nuestra fe de discípulos siempre atentos a tu voz de Buen Pastor. Envíanos como tus alegres misioneros, para que nuestros pueblos, en ti adoren al Padre, por el Espíritu Santo.
A María, tu Madre y nuestra Madre, Virgen de la Altagracia protectora de nuestro pueblo, mujer vestida de sol, nos confiamos en este tercer milenio cristiano.
Amén.
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