Por Rita Valenzuela
La sociedad Sancristobalense está de luto con la partida sorpresiva de Don Abelardo Liriano, el 19 de agosto. Un hombre laborioso, dedicado a su familia y a la formación religiosa de los cursillistas en la Iglesia Católica de nuestro pueblo. Don Abelardo era una persona de una sencillez tan inusual que le engrandecía; pequeño de estatura, pero grande en virtudes, cortés, afable, considerado, solidario y servicial.
En el año 2007 me recibió en la intimidad de su casa, allí junto a su amada esposa Doña Cecilia, paseamos por el jardín mientras Don Abelardo me hacia partícipe de la historia de su vida, desde entonces en pocas pero inolvidables ocasiones nos encontrábamos, él siempre sonriente y cortés yo curiosa disfrutaba su compañía sin saber que faltaba poco para que diera su último salto hacia el triunfo, hacia una mejor vida, donde no hay dolor ni penas. Los que aún estamos aquí, su familia, empleados y los que tuvimos el honor de estar entre sus amigos siempre le recordaremos.
Saltos hacia el Triunfo
Artículo publicado en la edición número 4 de la revista Gente Social, sección Gente Especial. Entrevista a Don Abelardo Liviano.
En la época que Don Abelardo vivía en Guama la educación era de emergencia rural que llegaba al 2do de primaria, para cursar el tercer curso o rudimentaria tenía que caminar 5 kilómetros hasta el paraje de Cebú, para el cuarto curso se quedaba en Jánico en casa de su Tío durante la semana, el fin de semana se reunía con sus padres, fue saltado al quinto curso y mientras estudiaba ya se interesaba por trabajar, por lo que limpiaba zapatos para así tener sus centavos para sus gastos personales y ayudaba a sus tíos en un colmado hasta terminar el 8vo curso.
El día 5 de enero 1952 junto con 7 jóvenes llegó a San Cristóbal a cursar una beca otorgada por el Instituto Politécnico Loyola, en ese entonces llamado Fundación Generalísimo Trujillo, como era dirigido por Sacerdotes estos otorgaron becas a distintas parroquias de las cuales Don Abelardo fue afortunado, obteniendo sólo el de los siete el título de Bachiller en Metalúrgica (fundición, forja y tratamientos térmicos), luego estudió por correspondencia hacia España la carrera de Perito industrial, en la Escuela Internacional para América Latina.
Al finalizar en el Instituto se quedó como ayudante del profesor, el Ingeniero González de nacionalidad española, este con el paso del tiempo fue trasladado a los Astilleros, fábrica de barcos de la Marina de Guerra y a los dos meses se llevó a Don Abelardo para que fuera su asistente, 2 años más tarde González fue trasladado y Don Abelardo con tan sólo 24 años se quedó en su lugar como jefe de oficiales de alto rango. Al día siguiente el ingeniero González se lo llevó a trabajar con él, en La Armería nombrándolo Jefe de Fundición, Tratamiento Térmico y de la Laminadora donde trabajó durante 10 años.
Cuando renuncia de la Armería en 1969, utilizó sus prestaciones para abrir un colmado, atendido por Doña Cecilia y detrás de este un taller de herrería atendido por Don Abelardo en la Bernardo Alíes no. 28; luego abrieron una pollera en la Padre Ayala. Inició el Grupo Carolina criando 5 mil pollos en el año 1976, contando con el apoyo de la familia, venciendo los obstáculos, esforzándose cada día para satisfacer a sus clientes, en los años 90 surgió una crisis avícola al extenderse un rumor sobre los pollos, asegurando que estos tenían gusanos y que afeminaban a los hombre, disminuyendo la compra del pollo hasta el punto que Don Abelardo decidió enviar su hijo Carlos a Atlanta en busca de ideas para el aprovechamiento de la crianza en sus granjas y evitar las perdidas; al regresar Carlos trajo consigo catálogos, sugerencias y un montón de ideas fue entonces que la Familia Liriano decidió crear un pica pollo que llevaría por nombre "Pollo Rey" con el lema "sabor a cuerpo de rey", siendo este uno de los primeros negocios nativos de san Cristóbal que llegaron a formar parte de otros pueblos como son Azua, Baní y Santo Domingo, donde se cría y vende un producto sancristobalense, a través del tiempo han fortalecido su política de eficiencia y con tan solo 300 empleados ofrecen servicios como si fueran 1000. Desde hace poco Don Abelardo ha incursionado en la producción de quesos "freír Calir" de color amarillo y blanco de uso exclusivo en sus negocios, estos son fabricados con la leche de las vacas de su finca en los Montones. Don Abelardo ha formado parte del Club Rotario, fue Venerable Maestro de la Logia Masónica, fue presidente del Consejo Empresarial.
Don Abelardo nos comentó que "vendrá una época muy difícil para el productor agropecuario con la implementación del DR-CAFTA, el alto costo de los insumos, los combustibles, la energía eléctrica y la ola de nuevos productos que podría ocasionar una crisis para el productor dominicano pero hay que trabajar como si todo dependiera de nosotros pero con tanta fe como si todo dependiera de Dios. Con disciplina, planes de austeridad, reduciendo al mínimo las perdidas, nunca gastar más que nuestras ganancias para no descapitalizar la empresa, eficientizar los servicios al máximo, y aprovechar las crisis para sacar fuerzas y triunfar" .
La sociedad Sancristobalense está de luto con la partida sorpresiva de Don Abelardo Liriano, el 19 de agosto. Un hombre laborioso, dedicado a su familia y a la formación religiosa de los cursillistas en la Iglesia Católica de nuestro pueblo. Don Abelardo era una persona de una sencillez tan inusual que le engrandecía; pequeño de estatura, pero grande en virtudes, cortés, afable, considerado, solidario y servicial.
En el año 2007 me recibió en la intimidad de su casa, allí junto a su amada esposa Doña Cecilia, paseamos por el jardín mientras Don Abelardo me hacia partícipe de la historia de su vida, desde entonces en pocas pero inolvidables ocasiones nos encontrábamos, él siempre sonriente y cortés yo curiosa disfrutaba su compañía sin saber que faltaba poco para que diera su último salto hacia el triunfo, hacia una mejor vida, donde no hay dolor ni penas. Los que aún estamos aquí, su familia, empleados y los que tuvimos el honor de estar entre sus amigos siempre le recordaremos.
Saltos hacia el Triunfo
Artículo publicado en la edición número 4 de la revista Gente Social, sección Gente Especial. Entrevista a Don Abelardo Liviano.
En la época que Don Abelardo vivía en Guama la educación era de emergencia rural que llegaba al 2do de primaria, para cursar el tercer curso o rudimentaria tenía que caminar 5 kilómetros hasta el paraje de Cebú, para el cuarto curso se quedaba en Jánico en casa de su Tío durante la semana, el fin de semana se reunía con sus padres, fue saltado al quinto curso y mientras estudiaba ya se interesaba por trabajar, por lo que limpiaba zapatos para así tener sus centavos para sus gastos personales y ayudaba a sus tíos en un colmado hasta terminar el 8vo curso.
El día 5 de enero 1952 junto con 7 jóvenes llegó a San Cristóbal a cursar una beca otorgada por el Instituto Politécnico Loyola, en ese entonces llamado Fundación Generalísimo Trujillo, como era dirigido por Sacerdotes estos otorgaron becas a distintas parroquias de las cuales Don Abelardo fue afortunado, obteniendo sólo el de los siete el título de Bachiller en Metalúrgica (fundición, forja y tratamientos térmicos), luego estudió por correspondencia hacia España la carrera de Perito industrial, en la Escuela Internacional para América Latina.
Al finalizar en el Instituto se quedó como ayudante del profesor, el Ingeniero González de nacionalidad española, este con el paso del tiempo fue trasladado a los Astilleros, fábrica de barcos de la Marina de Guerra y a los dos meses se llevó a Don Abelardo para que fuera su asistente, 2 años más tarde González fue trasladado y Don Abelardo con tan sólo 24 años se quedó en su lugar como jefe de oficiales de alto rango. Al día siguiente el ingeniero González se lo llevó a trabajar con él, en La Armería nombrándolo Jefe de Fundición, Tratamiento Térmico y de la Laminadora donde trabajó durante 10 años.
Cuando renuncia de la Armería en 1969, utilizó sus prestaciones para abrir un colmado, atendido por Doña Cecilia y detrás de este un taller de herrería atendido por Don Abelardo en la Bernardo Alíes no. 28; luego abrieron una pollera en la Padre Ayala. Inició el Grupo Carolina criando 5 mil pollos en el año 1976, contando con el apoyo de la familia, venciendo los obstáculos, esforzándose cada día para satisfacer a sus clientes, en los años 90 surgió una crisis avícola al extenderse un rumor sobre los pollos, asegurando que estos tenían gusanos y que afeminaban a los hombre, disminuyendo la compra del pollo hasta el punto que Don Abelardo decidió enviar su hijo Carlos a Atlanta en busca de ideas para el aprovechamiento de la crianza en sus granjas y evitar las perdidas; al regresar Carlos trajo consigo catálogos, sugerencias y un montón de ideas fue entonces que la Familia Liriano decidió crear un pica pollo que llevaría por nombre "Pollo Rey" con el lema "sabor a cuerpo de rey", siendo este uno de los primeros negocios nativos de san Cristóbal que llegaron a formar parte de otros pueblos como son Azua, Baní y Santo Domingo, donde se cría y vende un producto sancristobalense, a través del tiempo han fortalecido su política de eficiencia y con tan solo 300 empleados ofrecen servicios como si fueran 1000. Desde hace poco Don Abelardo ha incursionado en la producción de quesos "freír Calir" de color amarillo y blanco de uso exclusivo en sus negocios, estos son fabricados con la leche de las vacas de su finca en los Montones. Don Abelardo ha formado parte del Club Rotario, fue Venerable Maestro de la Logia Masónica, fue presidente del Consejo Empresarial.
Don Abelardo nos comentó que "vendrá una época muy difícil para el productor agropecuario con la implementación del DR-CAFTA, el alto costo de los insumos, los combustibles, la energía eléctrica y la ola de nuevos productos que podría ocasionar una crisis para el productor dominicano pero hay que trabajar como si todo dependiera de nosotros pero con tanta fe como si todo dependiera de Dios. Con disciplina, planes de austeridad, reduciendo al mínimo las perdidas, nunca gastar más que nuestras ganancias para no descapitalizar la empresa, eficientizar los servicios al máximo, y aprovechar las crisis para sacar fuerzas y triunfar" .
Cualquier día en la vida de un hombre pudiera aparecer la oportunidad de dar un salto hacia el triunfo. Don Abelardo no dejó escapar ninguna de ellas, las sintió venir, se agarró a ellas y no las soltó. En cada uno de nosotros es distinta sólo tenemos que aprender a sentirla por instinto, con el corazón.
Estuvimos toda una tarde en la casa de Don Abelardo en un hermoso paraje de San Cristóbal donde pudimos disfrutar de la compañía suya y de su esposa Doña Cecilia, una mujer talentosa y sobre toda una dama quien nos expresara sobre su amor por las flores, la hermosa vida que ha compartido con Don Abelardo y nos obsequió algunos de los retoños de su jardín.
Según Doña Cecilia el único defecto de Don Abelardo es que se pierde en sí mismo leyendo largas horas por las tardes, además de que le encanta ver las noticias y otros programas de televisión.
Conversamos sobre la fe en Dios de esta pareja, esta fe que hoy 19 de agosto les asegura que esta partida de Don Abelardo es solo un hasta luego, el salto primero hacia una nueva vida, prometida por fe a los que creen en Cristo Jesús.
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