Cesar Mella
Con el calificativo de gato suelen tildar a un ser humano que ha demostrado ser un ladrón.
“Ese muchacho no es mas que un perro” afirmaba la madre al aconsejar a su hija respecto del comportamiento de su novio.
Tildar conductas de humanos buscando similitudes con comportamientos animales debe ser una costumbre muy antigua.
A un sujeto pendejo y temeroso en circunstancias que requieren valentía se le valora como una gallina, pues a diferencia del gallo, esta ave suele huir ante cualquier situación amenazante del entorno.
“Juanito es un burro” comento un compañero de curso para referirse al bajo rendimiento escolar de este joven. Otra acepción del término es cuando se califica así a alguien muy trabajador.
El tigre es un conocedor de la vida y con habilidades para salir airoso de situaciones difíciles. Cuando se quiere potenciar el calificativo con ribetes machistas se dice: “ ese es un tiguerazo”.
“Ese es un león” pues se la sabe todas y una mas… recuerden que este carnívoro ha sido valorado históricamente como el Rey de la Selva…
Una rata es un sujeto asqueroso, de bajos instintos. El ratero es un comerciante mafioso del bajo mundo.
El gallo mas apreciado en las lides de pico y espuelas es el que mata a su contrincante. Al ser humano que valoran como tal es un vencedor, un peleador, un habilidoso etc.
Cerdo puede ser sinónimo de que algo apesta. Se utiliza también ante personas de pocos escrúpulos y comportamiento grosero.
La obesidad plantea serios problemas de salud y de autoestima. Cuando se compara la apariencia física de alguien con la ballena se insinúa que estamos frente a un sobrepeso mórbido.
La lentitud y la agilidad cuando se contrasta al humano con el reino animal, encuentra en la fabula de la tortuga y la liebre los mejores ejemplos. “Mi trabajadora es excelente… pero, lenta como una tortuga”…
Una dama alta, delgada y de piernas finas es comparada con un mamífero y un ave” la jirafa y la garza. Si embargo, una mujer muy pequeña se le percibe como a una hormiguita…
El chivo es un animal escrupuloso para seleccionar los alimentos que ingiere y muy difícil de agarrar a campo abierto. Un tipo chivo, en la acepción popular, es desconfiado, bronco y muy difícil que “caiga en un gancho”.
Apreciados lectores, he querido con esta entrega distender este domingo, de las que puedan ser malas noticias, pero, en educación formal hay que ser prudente con el uso de estos calificativos…
Con el calificativo de gato suelen tildar a un ser humano que ha demostrado ser un ladrón.
“Ese muchacho no es mas que un perro” afirmaba la madre al aconsejar a su hija respecto del comportamiento de su novio.
Tildar conductas de humanos buscando similitudes con comportamientos animales debe ser una costumbre muy antigua.
A un sujeto pendejo y temeroso en circunstancias que requieren valentía se le valora como una gallina, pues a diferencia del gallo, esta ave suele huir ante cualquier situación amenazante del entorno.
“Juanito es un burro” comento un compañero de curso para referirse al bajo rendimiento escolar de este joven. Otra acepción del término es cuando se califica así a alguien muy trabajador.
El tigre es un conocedor de la vida y con habilidades para salir airoso de situaciones difíciles. Cuando se quiere potenciar el calificativo con ribetes machistas se dice: “ ese es un tiguerazo”.
“Ese es un león” pues se la sabe todas y una mas… recuerden que este carnívoro ha sido valorado históricamente como el Rey de la Selva…
Una rata es un sujeto asqueroso, de bajos instintos. El ratero es un comerciante mafioso del bajo mundo.
El gallo mas apreciado en las lides de pico y espuelas es el que mata a su contrincante. Al ser humano que valoran como tal es un vencedor, un peleador, un habilidoso etc.
Cerdo puede ser sinónimo de que algo apesta. Se utiliza también ante personas de pocos escrúpulos y comportamiento grosero.
La obesidad plantea serios problemas de salud y de autoestima. Cuando se compara la apariencia física de alguien con la ballena se insinúa que estamos frente a un sobrepeso mórbido.
La lentitud y la agilidad cuando se contrasta al humano con el reino animal, encuentra en la fabula de la tortuga y la liebre los mejores ejemplos. “Mi trabajadora es excelente… pero, lenta como una tortuga”…
Una dama alta, delgada y de piernas finas es comparada con un mamífero y un ave” la jirafa y la garza. Si embargo, una mujer muy pequeña se le percibe como a una hormiguita…
El chivo es un animal escrupuloso para seleccionar los alimentos que ingiere y muy difícil de agarrar a campo abierto. Un tipo chivo, en la acepción popular, es desconfiado, bronco y muy difícil que “caiga en un gancho”.
Apreciados lectores, he querido con esta entrega distender este domingo, de las que puedan ser malas noticias, pero, en educación formal hay que ser prudente con el uso de estos calificativos…
Foto: Marcial Báez.
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