miércoles, 11 de diciembre de 2024

DE MI BIBLIOTECA: RAMÓN LACAY POLANCO / Marcial Báez.



RAMÓN LACAY POLANCO.

(1942-1985). Cursó su educación elemental y secundaria en Santo Domingo y se convirtió en taquígrafo lo que le sirvió para trabajar en la Cámara de Diputados. Comenzó sin graduarse la carrera de filosofía y letras en la Universidad de Santo Domingo Fue periodista autodidacta y escritor de las novelas radiales El suceso de hoy. En 1949 con 25 años de edad publicó su primera novela La mujer de agua y al año siguiente En su niebla, la que ha sido considerada su mejor novela. En 1961 dirigió el periódico La Nación. Trabajó en el departamento de producción de Radiotelevisión Dominicana. Su vida bohemia influyó en su carrera literaria.

Su relación de amistad con la familia Trujillo le trajo problemas que lo obligaron a vivir desde 1962 exiliado en diferentes países. En 1966 regresó al país y trabajó como editorialista de La Voz Dominicana Obtuvo varios premios entre los que se encuentran en 1965 el primer premio del Concurso Internacional de Cuentos Hispanoamericanos auspiciado por Prensa Literaria de Puerto Rico con La diabla del mar, en 1967 la tercera mención honorífica en los Segundos Juegos Florales Antillanos de Puerto Rico por su poema Cita con un recuerdo y en 1971 una mención de honor en el Círculo de Escritores y Poetas en los Juegos Florales Hispano-dominicanos de la Casa de España de República Dominicana.



889. RAMÓN LACAY POLANCO. ANTOLOGĺA. Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Inc. Editora Corripio. 1994. 301 págs.

Lacay fue fundamentalmente un periodista. Con la máquina de escribir resultaba un torbellino. Sus compañeros de labor en numerosos sitios admiraban la velocidad de sus dedos acostumbrados a transcribir durante su época de mecanógrafo largos expedientes. En su labor de escritor y adaptador radial el escritor Lacay Polanco podía organizar un cuento, un relato para llevarlo a la radio en menos de media hora. Era por tanto un talento asombroso. Su cultura se conformó en los años cuarenta y era un increíble saco de recuerdos y de citas. Basta con decir que declamaba párrafos completos de John Dos Passos, de Steinbeck, de Hemingway, siendo un seguidor profundo de la poesía de Wlat Whitman, de Juan Ramón Jiménez. (Marcio Veloz Maggiolo).

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