WALT WHITMAN
West Hills, New York; 31 de mayo de
1819 / Camden, New Jersey; 26 de marzo de 1982. Poeta, enfermero voluntario,
ensayista, periodista y humanista estadounidense.
Su trabajo se inscribe en la transición
entre el trascendentalismo y el realismo filosófico, incorporando ambos movimientos a su
obra. Está considerado entre los más influyentes escritores del canon estadounidense y ha sido
llamado el padre del verso libre.1 Su trabajo fue muy controvertido en
su tiempo, en particular por su libro Hojas de hierba, descrito como obsceno por sus abiertas referencias a
la homosexualidad.
HOJAS DE HIERBA.
Organización Editorial Novaro, S.A.6ta Edicion.702 paginas.1975. Barcelona
España.
Esta es, sin duda, su gran e indiscutible obra
maestra, la que sentó las bases de la poesía moderna americana y que despertó
por igual admiración y escándalo. Corre el año 1855; Whitman tiene ya treinta y
seis años. Con anterioridad ha publicado una novela (su única novela, de
hecho), Franklin Evans, en la que plasma sus ideas sobre la
templanza, habituales entre los círculos cuáqueros de Estados Unidos.
Whitman promovió, al menos en su primera juventud, el Movimiento por la
Templanza, que conminaba a la
gente a abandonar el alcohol, un “vicio peligroso” que conllevaba grandes
perjuicios morales y de salud. A pesar de ello, tenemos constancia de que el
poeta bebía, especialmente vino de saúco, que le fascinaba especialmente, por
lo que debemos creer que sus ideas respecto al consumo de alcohol variaron a lo
largo de su existencia.
Pero volvamos a Hojas de hierba. Desde un principio, Whitman fue muy
consciente de la magnitud de lo que tenía entre manos. Y es que el poeta se
veía a sí mismo como una especie de Mesías, alguien que iba a remover los
cimientos en los que se basaba la poesía tradicional y que traería, en
consecuencia, los tan necesarios vientos renovadores.
Esta dilatada visión de sí mismo que poesía el
autor no iba muy desencaminada respecto a la realidad. Y es que,
verdaderamente, Hojas de hierba representó un
antes y un después en la poesía norteamericana. Para empezar, Whitman acaba con
la métrica tradicional y escoge el verso libre para componer sus poemas. De
esta forma, se sacude de encima el corsé de la vieja literatura y adquiere alas
para expresar todo lo que siente. (Psicología y Mente).
CANTO DE Mĺ MISMO
/ Fragmento (6).
Me pregunto un niño: ¿Qué es la hierba? trayéndomela
a manos llenas;
¿Cómo podía responderle? Tampoco sé yo qué es la hierba.
Sospecho que es el emblema de mi temperamento,
tejido con la verdura de la esperanza.
O imagino que es el pañuelo de Dios,
prenda perfumada y rememorativa, abandonada adrede,
que lleva en las puntas el nombre de su dueño para que
lo
veamos, reparemos en él y preguntemos: ¿De quién?
O pregunto que la hierba es un niño, el recién nacido
de la vegetación.
O creo que es un jeroglífico uniforme,
que significa: crezco igualmente en las regiones
vastas y en
las regiones estrechas,
crezco igualmente en medio de la raza negra y de la
raza blanca,
al canadiense, al piel roja, a todos me entrego y a todos
los acepto.
Y ahora se me figura que es la hermosa cabellera de
las tumbas.
Con ternura me serviré de ti, hierba rizada,
quizá has brotado del pecho de los jóvenes.
Acaso; si yo los hubiere conocido, los habría amado,
Tal vez has nacido de los ancianos, o de los niños
tempranamente arrebatados del regazo sus madres.
Y eres aquí su maternal regazo.
Esta hierba es demasiado obscura para que haya brotado
de
los cabellos blancos de las madres ancianas,
es más oscura que la barba descolorida de los viejos,
es demasiado obscura para haber brotado de los
paladares de
color pálido.
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