martes, 1 de enero de 2013

VINCULOS (1997)


PROLOGO

Ligia Espinal Mota

Bussum, Holanda, 1997

Esta crónica se refiere ala s familias Espinal de San Cristóbal y Santana de San Pedro de Macorís. Quise apuntar la multitud de datos que conocía y colocarlos de manera más o menos coherente; ubicar a las familias en el panorama social-político-económico pintado por Harry Hoetink en su libro el pueblo dominicano, saldrá una deuda por concepto de haber recibido afecto, confidencias, fotografías, documentos y otros recuerdos sentimentales, a la par que daos, de algunas parientes que me llevaban muchos años: Rosita Santana, las hermanas Carvajal, Rosario Mota, tata espinal, Altagracia Castillo, Altagracia (Tatica) Mota-¡no odian faltar las Altagracias en un relato dominicano!

En 1971 prepare una primera versión, que afortunadamente pudieron leer y comentar mis generosas informantes, quienes se encontraban en perfecto estado de salud física y mental. Una segunda versión la corrigió muy detalladamente mi padre, Andrés Julio Espinal, dos años antes de su muerte en 1983. Yo misma he visto transcurrir 20 años, durante los cuales he modificado mi punto de vista: al principio me compenetraba con las madres jóvenes de mi relato; hoy me siento ligada a mi bisabuela Altagracia Castillo, cuyo vigor y entereza muy bien pueden servir de modelo a quien se acerca al año 2000. La presente versión ha sido leída y comentada por tres parientes amantes de la historia: Sra. Belén Medina Penson, Lic. Tomas Espinal Rivera y Dr. Yudex Hasbún Espinal. De sus investigaciones en archivos y bibliotecas han surgido nuevos datos que he podido incorporar en esta versión a manera de documentación. Debo agradecerles el mucho tiempo que me han dedicado.

Las familias han sido por lo general decentes, honradas, dignas, y no he tenido que velar ningún dato del cual alguien pudiera avergonzarse: pero en unas familias tan numerosas no podían fallar alguna sin discreciones de índole romántica que , por otra arte, no tuvieron ninguna consecuencia de interés general. Por lo tanto, he decidido omitirlas.

Esta crónica fue traducida parcialmente al inglés y publicada en 1973 en la revista Caribbean Review. La traducción se hizo de la primera versión mimeografiada en 1971 y se tituló Remembrance of Things Dominican.

Debo agradecer; a mis padres y mi esposo. El amor por las cosas viejas inculcado desde la infancia me estimuló a reunir los siguientes datos. In el permanente interés de mi esposo, Harry Hoetink, por las “cosas dominicanas” no se hubiera logrado la realización de este trabajo.

Finalmente: una nueva generación ya se encamina con el optimismo de la juventud y la niñez hacia el siglo veintiuno. Dedico este relato a los seis nietos de Andrés Julio espinal y Lisa Mota.

LIGIA ESPINAL MOTA (1937) recibió su educación primaria y secundaria alternando entre Santo Domingo y Curazao y familiarizándose con los idiomas español, holandés, ingles y papiamento. Publicó en 1961 los poemas de su tio Manuel Zacarías Espinal en una edición con ilustraciones de Eligio Pichardo. HA traducido una novela, dos obras de teatro y varios estudios históricos. Desde 1979 ha estado envuelta en la coordinación de proyectos internacionales de comunicación dirigidos por Radio Nederlan, Holanda, país donde reside desde 1975 con su esposo, el historiador Harry Hoetink. Con gran frecuencia viaja a la República dominicana para mantener vivos los vínculos con su país nativo.

COSAS DE ABUELITA

Dichos, remedios, recetas
Altagracia Castillo (Doña Tatá, mamá, “abuelita”, “Matatá”), tenia soluciones para todos los problemas y aquí hemos recogidos algunas.

Receta para ponche
Dos yemas de huevo batidas, se le agrega azúcar.
Se le agrega café recalentado casi hirviendo, y un vasito de ron. Se vierte en una taza y s ele raspa un poco de nuez moscada. Este ponche era el único desayuno de Altagracia.

Remedios

Para dolores de cabeza, para bajar fiebres altas: Hojas de yanten mareadas al fuego, producen sudor.
Para infección intestinal con infamación: cataplasmas de svila (aloe), se abren las hojas y se tibian al fuego.
Como anticonceptivo: duchas de pergamanato, de hojas de aguacate.
Para dolores reumáticos: se hierven las siguientes hojas con sal y se dan baños aromáticos hasta las rodillas: rompezarguey, cundeamor, albahaca, anamú, yerba buena, ruda, cabrita, Juana la blanca, malva.
Para “nacidos” provocados por el cambio de clima (Transmisión de época de sequia a lluvias y viceversa): baños de agua de carabaña (importada de Francia) agua de tres sales: en un coco verde, abierto, pero dejándole la masa, se echa sal de Epsom, sal de Globe, sal de comer. Se deja el coco 9 días al sol y sereno, Se vierte después el agua en una botella para usarla como refrescante y desinfectante.
Remedios para tomar: te de cabrita para dolores de menstruación y después de los partos. Purgantes: aceite de higuereta con miel de pulgas y cañafístola.
Para contusiones internas: leche caliente en que se diluía un poco de bija (achiote). Se endulza con azúcar.
En muchas casas se daba a los niños como medida preventiva una copita de vino dulce en que se diluía bija. Se tomaba una vez en semana a la hora del almuerzo.

Higiene y belleza

Se usaba como esponja para uso casero y para baños la “servilleta de pobre”, producto de una planta.
Las primeras lluvias de mayo se recogían y se usaban para lavarse la cara y para baños generales por sus poderes rejuvenecedores.

Dichos característicos

“areite”-reacción exagerada.
“El ocioso siempre inventa algo malo”
Sobre la conducta intachable de su hija: “A esa Clara, no hay quien le pise le ruedo del vestido”
“Lo que dura una cucaracha en un gallinero”
“Escaso… como muela de gallina”

Vínculos. 84 Págs.First Hand Publications, Asterdam, Holanda. 1997.

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