Hay una vibración
interna inaprensible, a la que se accede por medios no convencionales de
percepción. Los sueños, la imaginación, los raptos propios de la creatividad,
son algunos de los canales a través de los cuales se expresa. Son dones,
gracias, regalos que emergen desde las profundidades del ser. A los artistas le
corresponde la venerable tarea de recoger esos acentos que a lomos del viento
deambulan.
Canciones al viento,
recomendada muy especialmente para quienes se saben transeúntes sin destino,
seres mecidos por bucles cósmicos, tan poderosos que incluyen, sin encierros a
la totalidad de la vida, a los árboles, a la tierra, a la luna, a la mar, a los
vientos; en suma, a todo lo que en el más acá de la verdad, nos acoge, afirma
nuestro poder emocional y nos lanza hacia lo incondicionado, el infinito
universo y la eternidad.
AMOR DE BOLSILLO
Y una blanca tarde de cualquier año de abril
hubo encuentros de pupilas los
primeros días de primavera.
Solo las ansias que perfumadas
por pasadas miradas sin fijar
tu mano provocó describir
en un número aritmético, mi
perfil.
Quedo cerca de tu pecho
oculta tal vez entre los hilos del lino
y cobija mi marca
que por supuesto atraviesa
tu anhelada piel sin más.
Yo tu recuerdo, no sé si se escapa
de tu incógnita memoria
que insisto, soy tu excepción
que soy tu lecho de rosas
que soy el fraseo de tu canción.
Qué más quisiera
que el amor que llevas en tu bolsillo
no fuera fugaz
igual a las mareas nocturnas.
Se que habrá permanentes brumas
Bañadas de razón y ensueños
Y viajes estelares que superan los deseos
para estallidos de eternidad.
Transporto mis poderes de mujer
en peticiones a dioses y universos
para llegar a tu corazón.
Como cruz cabalgo a toda prisa
por las costuras de tu bolsillo
tun tun aquí estoy.
Dejo que los rayos de sol penetren
en el entretejido depósito
de mi esencia, que romperé
cuando me recuerdes quien sabe
si alguna vez.
Qué más quisiera que adelantarme al destino
con respuestas de delirio.
Qué más quisiera que cambiar el rumbo del sol
y los planetas
tomar el aliento de las nubes
romper con el infinito territorio del mar.
Acercar una corriente y anclarnos a ella a toda
vela
recorriendo kilómetros de instantes
enredados entre las tramas del sol.
Quedarnos muy juntos
yo que soy un número y tú una ilusión.
Solo tu mano sorteará un movimiento
Hacia tu pecho
y futuro que conozco
que quisiera y huyas al encuentro
de besos que ya no son
y un alma que tal vez serán dos.
Qué más quisiera que mi petición
abriera tu bolsillo
y descubrieras que soy yo.
Ninoska Velázquez
Bailarina, maestra,
coreógrafa de ballet clásico. Directora del Ballet Clásico Nacional (1991), de
la Escuela Superior de Ballet (1993-2004), de la Escuela Nacional de Danza
(2004-2013) y del Ballet Metropolitano de Santo Domingo (2013-2016).
Coordinadora de Ballet del Programa "Los Angeles de la Cultura"
(2013-2016). Directora del Centro de Servicios Estudiantiles y Coordinadora de
las Actividades Culturales del Recinto Gaspar Hernández de la Universidad
Tecnológica de Santiago (2018-2019).
CANCIONES AL VIENTO / Ninoska Velázquez.
Ediciones Gárgola. Madrid –España 2025.
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