domingo, 24 de enero de 2021

SUBRAYANDO INMIGRACION / ULISES FRANCISCO ESPAILLAT.

 


Fragmento:

Treinta años llevamos de charla y de clamoreo, y no es esta la primera vez que invitamos al orbe entero, a venir a disfrutar de los óptimos frutos de nuestro paraíso, sin habernos ocupado, como deberíamos haberlo hecho, en preparar la casa, y a esta no podemos decir como el ama de casa. ¨Está Listo¨.

Del modo que se expresa María, dirán algunos, debemos cera las puertas a los u voluntariamente lleguen, o por lo menos, se propondrá disuadirlos de venir a fijarse en el país. De ningún modo: a todos, según , lleguen debemos recibirlos con los brazos abiertos, facilitándoles el modo de encontrar trabajo, para que más tarde no tengamos que llamarlos vagos; hacerles justicia cada vez que la necesiten; proporcionarles el modo de educar sus hijos, suponiendo que no sean tan indolentes que esperen a que los maestros se formen por si mismos sin que antes se tome uno el trabajo de formarlos; a aproximarles las iglesias, para que-cuando las necesiten- no tengan que hacer diez leguas de caminos; y por último, hacer por ellos todo lo que debemos hacer por nosotros, y en lo cual aún no hemos comenzado a pensar.

No me propongo disuadir a nadie de que venga a vivir al país. Lo que me propongo es que nadie venga bajo impresiones falsas, erróneas. Cada individuo que llegue puede considerarse como un verdadero agente de inmigración. Si le va bien, no los apuréis, que él lo participará a sus parientes y amigos; pero si le va mal, es inútil que gastéis papel y tinta en hacer pomposos artículos en los periódicos, pintando el país como otro Edén, que por el mismo correo que enviáis vuestro periódico ira la carta privada del recién llegado, en la cual os desmentirá sin reparo alguno.

El mejor modo de engañar es con moneda de buena ley. Hagamos, pues, de modo que a todos los que leguen les vaya bien, para lo cual hay que arreglar el país de tal suerte, que a cada uno de nosotros mismos nos vaya igualmente bien. Si por el contrario los tratamos a ellos como nos estamos tratando a nosotros mismos, y no podrían exigir más, cada uno de nuestros huéspedes escribirá a sus paisanos que no vengan, por más que nos esforcemos en pintarles pajaritos.

Durante la dominación haitiana se decía que la inmigración de Europa no afluía la país, porque tanto las leyes como la índole de los habitantes favorecía hasta lo sumo la inmigración de la gente de color, y ésta tampoco venia.- Las leyes de República Dominicana han sido siempre favorables a los extranjeros, y lo mismo puede decirse de la índole de los habitantes; ¿y de que nos ha servido?- De nada: el país nada da de sí, y por más que lo encomiemos se hacen sordos, porque nadie es mejor juez para sus propios intereses que uno mismo.

Ya este sistema se ha ensayado diferentes veces en el país sin éxito alguno. Cuando el inteligente y astuto cura Valverde vio que la parte española de la isla decaía a causa de la emigración de sus moradores hacia el continente suramericano, a donde iban en busca de lo que aquí no teníamos, se le metió al pobre hombre en la cabeza la idea de escribir una reseña de la isla, y haciendo de su fecunda imaginación una barra mágica, la cual otro Moisés, hizo brotar aquí los repollos de oro, allí montañas de esmeraldas, más allá el precioso lapislázuli; por si solo habría bastado para hacer de estas comarcas un nuevo Potosí; y el río Pedernales arrastraba diamantes a guisa de guijarros. Trabajo en vano: ni siquiera el cuentecillo del lechón servido en un tablón de oro macizo pudo persuadir a esas gentes de la Península. Los pobladores de la Isla sabían también por que se había esta despoblado; y los europeos sabían también por qué debían dar la preferencia al Continente.

Cuando el Gran Convenio o la ¨Gran Ganga¨ titulada anexión americana, hicimos cuanto estuvo de nuestra parte para hacer creer a los astutos yankees que la ¨luna era de queso¨; ¡que tratantes ni que gitanos lo habrían hecho mejor! Todo en vano.

¿Qué haremos, pues, hermanos y hermanas mías, que yo también quiero que me civilicen y me hagan prosperar? Qué haremos, para que algún día podamos ver en nuestro país todas esa maravillas de que os hablaba al principiar este articulo?- Escuhad: lo primero – entre todas las casas - es barrer la casa, para lo cual debemos arreglar de antemano el lugar donde debemos ir depositando la basura. En mi lenguaje figurado, alegórico, simbólico, o como quiera llamársele, está la representan los señores ladrones, asesinos, y toda surte de gente non sancta, y el deposito es la penitenciaría.

Luego seguiremos nuestro trabajo, amueblando el gran hotel donde se han de alojar nuestros inmigrados, dotándolo con uno de los principales muebles: una recta administración de justicia.

Como el lujo no perjudica a los hoteles, por lo que llama la atención de los  extranjeros, adornaremos el nuestro siquiera con algunos centenares de escuelas, para lo cual será indispensable la creación, prontito, de algunas escuelas normales, en la suposición de que para entonces no se sabrá aun descubierto el modo de establecer escuelas sin maestros.

Estimularemos, desarrollaremos, fomentaremos y todos los demás frutos que sean del cao, y prontito, el espíritu de asociación, principiando, como cosa esencialísima para hacer mover es mole tan pesada, por fabricar una palanca cuyo bazo sea bien largo, el periodismo.- Ya sabéis el refrán ¨los mejores sermones no valen nada, si son predicados en desierto¨.

Escritos / Ulises Francisco Espaillat.1909. Sociedad Dominicana  De Bibliófilos Inc.  Santo Domingo República Dominicana. 1987.


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