miércoles, 14 de octubre de 2020

LOS OJOS QUE VEN A DIÓGENES VALDEZ / ORLANDO R. MARTÍNEZ.


Galardón: Premio Nacional de Literatura de 2005 es presentado en su lado humano, por las gentes con quienes comparte el ¨día a día¨ en su natal provincia de San Cristóbal

Motivos: Una de sus principales virtudes como ser humano  ha sido el trato deferente y respetuoso hacia los demás, sin importar su origen, condición o calidad literaria.

La Vida (6). Listín Diario. Viernes 25 de febrero de 2005.

Si es cierto que un hombre es ¨él y sus circunstancias¨ como dijo Ortega y Gasset, Diógenes Valdez es uno que ha sabido moldear las circunstancias, para que ellas lo transformen en el hombre que siempre soñó. Esto se nota apenas se penetra en su morada.

Su hogar no es una casa. Su hogar es un templo consagrado al arte y al pensamiento: cuadros de diversas escuelas pictóricas custodian a sus visitantes, obligándoles a la reflexión creativa, e invitándolo al santosantorum del templo: la biblioteca.

Una vez estuve en el centro de la misma me dije ¨Este hombre es un tramposo. Con un centro de trabajo como este, no solo es posible, incluso, hace obras maestras¨. Pero más sorprendente que su vivienda, fue la sencillez con que me dio la bienvenida y con la que interactuó conmigo desde el principio. No posee el ¨aire¨ de sabelotodo  que muchos escritores poseen. Y esa sencillez es, precisamente, su mayor riqueza, tal y como lo confirmaron sus amigos.



Dese la pubertad

La escritora Blanca Kais Barinas, es su amiga más antigua. Se conocieron durante sus ¨años mozos¨.

Nos conocimos al nivel familiar y por el interés por las letras; nos enseñábamos los trabajos literarios. Tengo el orgullo de haber visto los primeros manuscritos de él¨, me comenta con una sonrisa sincera.

¨Siempre ha sido una persona solitaria, muy humilde, humilde de verdad. Humilde porque reconoce lo que el otro vale, ayuda al otro…  ha ayudado aquí a muchos jóvenes que escriben. Generalmente las personas que escriben bien no gustan de compartir su conocimiento, con el temor de que el otro sobresalga más¨.



Dos veces amigos

Me confesaba Diógenes ¨A mí me gusta la pintura y él es un pintor. A él le gusta la literatura y yo soy escritor. En lo pueblos pequeños no abundan las personas con ese tipo de intereses comunes. Por eso esas personas con este tipo de intereses comunes. Por eso esas personas son ¨escogidas¨ y uno las tiene en un pedestal¨, e inmediatamente me di cuenta de que eran caras de la misma moneda. Se refería al pintor escritor Marcial Báez.

¨Empecé a escribir por su influencia; ilustrando y leyendo sus obras. Me inspiró a estudiar periodismo, y a partir de ahí empecé a escribir, expresar lo que pensaba, pues la gente cree que el pintor solo pinta, que no sabe hacer otra cosa que pintar. Diógenes vive enseñando a quien le rodea. Con el es siempre un compartir y dar. Soy de los privilegiados que leen su obra para criticarla, pues dice que no escribe para él, sino para el público¨, me comento emocionado por ver a su mejor amigo obtener el premio Nacional de Literatura.



Admirador del escritor

Jesús Arias Guerrero, ¨ingeniero de profesión y escritor por necesidad¨, me aseguro que ¨en la actual insularidad de nosotros, Diógenes Valdez es uno de los personajes más interesantes. Digo un personaje porque la vida misma de él es una novela. Pienso que su mayor valor es como, desde esta insularidad, desde este provincianismo, Diógenes es capaz de universalizar lo que somos nosotros los dominicanos¨.

¨Extrapolando sin ánimo de comparar, Jorge Amado, para mí el mayor escritor brasileño, nunca salió de su pueblo, Bahía, siendo el autor de una de las mayores obras latinoamericanas ¨Doña Flor y sus dos maridos¨; para mí, Diógenes Valdez es el Jorge Amado de nosotros, ese isleño que inscribe en el mundo de la República Domincana¨.



Un pupilo

Como todo verdadero maestro, Diógenes Valdez gana discípulos. Así me los asegura Ramón Mesa, hoy Director Provincial de Cultura en San Cristóbal: ¨Lo conocí en 1997, en el principio del Circulo Literario Yelidá, Diógenes Valdez fue de los primeros que se nos acercó y nos orientó.< Siempre que fuimos a su casa tuvimos un espacio abierto; siempre colaborador; siempre dispuesto¨.

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario