Marcial Báez.
De ti depende,
colgado mi amor de un hilo
esperando tu llamada,
muy adentro un resplandor,
una ilusión premonitoria a tu llegada,
un latido acelerado,
una taquicardia, un tropel de sensaciones,
fantasías en llamaradas.
De ti depende,
apresurarnos porque la caminata es larga,
tortuoso el camino,
manifestación temprana,
un despertar, un sonido,
sueños dormidos en el alma.
De ti depende,
saborear el néctar,
la humedad desparramada,
sumergidos en las profundidades
de la mar en calma,
termales, cálidas,
suspiros íntimos en tiernas madrugadas,
roces, caricias,
miembros en desbandada.
De ti depende
que al despertar,
mi cuerpo se confunda con el tuyo,
en una realidad enmarcada
disfrutar de tu dulce sensación
consumiendo en un solo abrazo todas mis ansias.
De ti depende,
colgado mi amor de un hilo
esperando tu llamada,
muy adentro un resplandor,
una ilusión premonitoria a tu llegada,
un latido acelerado,
una taquicardia, un tropel de sensaciones,
fantasías en llamaradas.
De ti depende,
apresurarnos porque la caminata es larga,
tortuoso el camino,
manifestación temprana,
un despertar, un sonido,
sueños dormidos en el alma.
De ti depende,
saborear el néctar,
la humedad desparramada,
sumergidos en las profundidades
de la mar en calma,
termales, cálidas,
suspiros íntimos en tiernas madrugadas,
roces, caricias,
miembros en desbandada.
De ti depende
que al despertar,
mi cuerpo se confunda con el tuyo,
en una realidad enmarcada
disfrutar de tu dulce sensación
consumiendo en un solo abrazo todas mis ansias.
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