domingo, 19 de julio de 2020

LO QUE NOS ENSEÑA LA ETOLOGIA : EL HOMBRE, UN ANIMAL QUE MIRA A LOS OJOS / Yves Furet y Sara Peltant.


La Mirada (Fragmento) del libro “Saber hablar en cualquier Circunstancia”.

La etología, o ciencia del comportamiento de los seres vivos, se ha desarrollado notablemente en los últimos y ha enriquecido los conocimientos sobre  psicología comparada entre el hombre y el animal. Y, gracias a comparaciones sistemáticas, se llega a una mejor comprensión de ciertos comportamientos humanos que se interpretaban diversamente según las escuelas de pensamiento y según disciplinas científicas. Uno de los más celebres etólogos de nuestro tiempo, Honrad Lorenz, ha estudiado así la mirada en el hombre y en el animal. He aquí lo esencial de sus conclusiones tal como las expone en su obra, Todos los perros, todos los gatos y que son muy ilustrativas en todo lo que se refiere a la comunicación y relaciones humanas: “Que la mirada humana tiene especiales poderes, es una opinión muy difundida. Mowgli fue expulsado de la jauría de lobos porque nadie podía sostener su mirada; y su mejor amiga la pantera, no se atrevía a mirarle fijamente en los ojos. Como en la mayoría de las supersticiones, no en todas, hay en ello una parte de verdad. Es característico de pájaros y mamíferos el hecho de que nunca fijan a. la mirada (tanto si se miran entre sí, como si miran a un hombre en quien tienen confianza), es decir nunca fijan la mirada en el interlocutor. Pocos anímales gozan de esa propiedad de la retina que permite al hombre la “perfecta definición” de la imagen que analiza. En el hombre, el surco central de la retina está especializado en la visión “clara”. Los restantes segmentos de esa membrana dan una imagen mucho menos neta. Por eso, el ojo humano vaga constantemente de un punto a otro y reconstruye la totalidad de la imagen, realizando una serie de correcciones o “puestas a punto” con esa parte central de la retina (fóvea centralis). La idea de que captamos de golpe la totalidad de la imagen, como una fotografía, es una ilusión de los sentidos. En la amyoria de los animales, la división es mucho menos patente entre el centro y la periferia: mucho menos claro con la periferia. Esa es la razón por la que el animal fija menos su mirada y durante menos tiempo que el hombre”.

La mayoría de los animales dotados de visión binocular-reptiles, peces, aves, y mamíferos- no utiliza la muerda fija sino momentos de gran tensión y cuando tienen ante si un objeto que acecha-mientras que el hombre, siempre ocupado en acomodar su fóvea centralis según las necesidades del momento, nos parece extraño cuando se olvida de hacerlo y mira al vacío”.

“Es curioso observar que esta diferencia fisiológica dela visión acaba por dar la mirada fija una interpretación totalmente opuesta en el hombre y en el animal. El hombre que no llega a mirrame fijamente a los ojos, me tiene miedo ( la timidez no es sino una forma atenuada del miedo), o es que oculta torvas intenciones: es precisamente lo que expresa en un animal el hecho de mirarme fijamente clavando sus ojos en mi.

 

 


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