Dos muchachas de Inglaterra
vinieron a hacer turismo
y un inmenso magnetismo
las amarro en esta tierra.
Hoy cada una se aferra
a un gran idilio sin frenos,
y se encontraron tan buenos
los criollos que conquistaron
que cuando a Londres volaron
se llevaron sus morenos.
Mucha gente preconiza
que el amor no tiene edad,
raza o nacionalidad,
mas, tampoco tiene vista.
Cuando el avión aterriza
en británico terreno,
un inspector, muy sereno,
les dice: “No doy entrada”,
y sin explicar más nada
devuelve a los dos morenos.
Se afirma que los sajones,
al actuar con tal dureza,
no quieren que las inglesas
hagan sus comparaciones.
De acuerdo a sus aprensiones,
las viejas y las de estreno.
presas de un gran desenfreno
puede que vengan por cientos
buscando ms rendimiento,
y se lleven sus morenos.
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