martes, 4 de mayo de 2021

¿Y DESPUÉS DEL HOMBRE QUÉ? / Marcial Báez.


 


¿Y después del hombre que?
La lluvia a través del cristal.
Unos párpados caídos
Al pavimento sus interioridades confesarán.
Los peces en el fondo del mar.
Los deseos pasados
las olas en la orilla depositarán.
El infinito de unos sueños al despertar.
El aliento de unos besos
en la humedad matinal.
Las estrellas de la noche
sus luces verterán
a la cercanía del conocimiento
de la tierra que nos oyó clamar.
 
¿Y después del hombre qué?
Me asombraré si muero,
si detrás de aquellos muros,
continuará el vagar de estómagos en descenso.
La miseria que esparcen
unos ojos hambrientos
si detrás de esta espesura
permanecerá el tormento.
Esa idea que margina sin descanso
cada pliegue que se forma
cuando llega la insatisfacción
de mirarse
en la trayectoria de un espejo.
 
¿Y después del hombre qué?
Las manos se buscarán.
Los cuerpos se unirán
y en quejidos profundos
una vida renacerá.
Sobre la escalera de los sufrimientos
hacia la espera de la inseguridad
de un destino sin libertad.
Renacerá en la bruma
lo que desgarra por llegar
a la quietud
de un remanso verdadero
en la pendiente
de unos años con sabor a sal.
 
¿Y después del hombre qué?
Olvidaremos a los muertos.
volveremos a mendigar por tierras
arrastrados por el inclemente viento.
Almas recostadas en el vómito viajero.
Un frío metal se levanta
contra la unidad del hombre
y no encontrará salida
en esta multiplicidad de nervios.
 
¿Y después del hombre qué ?
Se levantará el grito
de los que se han mantenido acurrucados,
no importa la insistencia de la lluvia.
El desamparo,
el frío
y el viento,
se unirán paso a paso,
piedra a piedra
construirán un pensamiento al amanecer
en todo el universo.
Una multitud esperará
con una sonrisa en los labios,
con unos ojos brillosos,
con un rostro esperanzado.
Recibirán el goce
al descifrar el vuelo de un pájaro.
 
¿Y después del hombre qué?
Ascenderemos los cielos.
Se mostrará lo que no deseamos ver
lo que se esconde por dentro
envuelto en los tules del miedo.
No será lo que brilla,
ni el oráculo de Delfos,
ni la estrella matinal
en la que se forja
el horizonte de nuestro movimiento,
ni los ritos espirituales,
Belié Belcán,
Metri silí
y los Guedeces risueños
despertará a la noche
y en los números
se irán muchos esfuerzos.
 
¿Y después del hombre qué?
Aquella palabra que se escapa desnuda
en toda su virginidad
penetrará en cada tierra,
en cada puerto,
recorrerá los mares,
remontará los cielos,
en sus manos callosas florecerán los olivos
nos traerá las almas de los muertos,
nos lavará el agua que es rocío,
una luz en cada hueco.
Esa palabra llegara con la mañana.
Después de hombres seremos huesos,
seremos sexo en desahogo eterno,
seremos hambre que nos cale bien adentro,
seremos lágrimas en torrencial aguacero,
seremos viento en hedor latente.
Cuando abandonemos lo que hombre fue
se detendrá todo movimiento.
 
 
 
 

BELLAS ARTES (La Revue Francaise) / Ing. Emile de Boyre Moya.

 



El arte en la Republica Dominicana, especialmente en lo que respecta a la pintura, la escultura y las artes aplicadas, ha experimentado un sorprendente desarrollo durante los 25 años, como consecuencia del nuevo sentido de la vida insuflado en la conciencia del pueblo dominicano, en cinco décadas de paz y de superación individual y colectiva.

Hasta el 1930, solo esporádicas manifestaciones de diletantismo artístico apuntaron en el país, si admirables como frutos de loables empeños, incapaces de definir un ambiente de arte, en armonía con las grandes corrientes renovadoras que han vendo sacudiendo el espíritu del hombre contemporáneo; y, menos aún, de ser precursoras de una conciencia artística de característica universal.

Por un lado la escuela creada y organizada de acuerdo con las más avanzados precipicios pedagógicos, en lo que a la enseñanza de las artes se refiere;  y por otro, las orientadoras corrientes artísticas que hoy fecundan campos de renovación en el mundo civilizado y que ya han hecho del país tierra propicia para su frutecimiento, han transformado totalmente el pensar y el hacer de las nuevas generaciones dominicanas que hoy, gracias a tales influjos, encamina sus pasos hacia el logro de una ata expresión al través del arte.

Consecuencia de ello fue la sustitución del tradicionalismo novecentista europeo, prevaleciente, más o menos, hasta la fecha ya ubicada, con un arte pictórico y escultórico más en consonancia con el espíritu de la época, sin menospreciar la realidad local, sino, por el contrario, robusteciendo cada vez más nuestras vivas raíces dominicanistas.



Valores representativos de este movimiento de renovación artística los son: Darío Suro, remodelado en la escuela azteca, como consecuencia de sus estudios en México; José Gausachs, de la escuela catalana; José Fulop, prototipo en el país de la pintura abstracta; Mounia L. André, de concepciones místicas; José Velazanetti, pintor de nacionalidad  española, pero su formación dominicana, a quien se debe la introducción y florecimiento del muralismo en el país; y Jaime Colson, quien a su regreso de Europa, donde con anterioridad estructurό su personalidad dando a su obra hondo contenido humano, se incorpora a dicho movimiento con luz propia.

También se agrega a este movimiento, con fuertes alientos de renovación, otros pintores dominicanos de origen tradicionalista, pero apegados a la realidad dominicana, tales como Celeste Wos y Gil, Nidia Serra y Elsa Divanna, galardonados en distintas exposiciones bienales celebradas en Ciudad Trujillo.

Alrededor de los valores arriba indicados, verdaderamente influyentes en el movimiento de renovación y formación de la nueva generación de pintores dominicanos que, por otra parte, se inicia en la Escuela Nacional de Bellas Artes, fundada en el año 1942, es que la pintura dominicana del presente comienza a revelar sus primeras realizaciones dentro del amplio campo del arte pictórico moderno.

Dario Suro por ejemplo, fluye, en su medios de expresión, en Yoryi Morel, Clara Ledesma, Marianela Jiménez, Eligio Pichardo, Domingo Liz, Silvano Lora, no obstante diferir entres si la temática de sus obras; la influencia de José Gausachs se advierte en Gilberto Hernández Ortega, Noemí Mella, Mariano Eckert Canals y Luis José Álvarez; y José Vela Zanetti encuentra aprovechado seguidor en la pintura mural, que él ha llevado en el país a su máxima expresión, en Eligio Pichardo, que, con Clara Ledesma y Hernández Ortega, introducen en la pintura dominicana “el elemento humano con un máximo de cometido espiritual”.



Completan el panorama Antonio Prats Ventos, Antonio Toribio, Luis Martínez Richiez, Ana Francia Bonnet y Aida Roques, quienes también son destacados escultores de la nueva generación; y los pintores Paul Giudicelli. Luis José German del Monte y Gilberto Fernández Diez.

En la Escuela Nacional de Bellas Artes, centro gestor de promisores frutos, hoy bajo la dirección del pintor José Vela Zanetti, muralista ya de fama internacional, la juventud amante de la pintura y demás ramas de las artes plásticas prosigue en las faenas de su formación artística, con miras de aportar nuevos valores a la pintura dominicana, encaminada por rumbos de universalidad dado el notable influjo que en su desenvolvimiento han ejercido las más modernas corrientes pictóricas que hoy florecen en el mundo de la civilización y la cultura.

Ambas circunstancias, escuelas y corrientes pictóricas modernas, dirigidas hacia un mismo propósito de superación, han permitido, por otra parte, la presencia de los pintores dominicanos en exposiciones extrajeras internacionales en las cuales han conquistado honrosos triunfos, tales como los galardones obtenidos por Nidia Sierra, Clara Ledesma y Alma Delgado en la Exposición celebrada en Rio De Janeiro el 4 de julio de 1948, por Eligio Pichardo en la 1era Exposición Bienal Hispanoamericana de Artes Plásticas de Madrid, y, recientemente por José Vela Zanetti realizador de uno de los grandes murales del edificio de las Naciones Unidas, en New York, y ganador del gran premio de dibujo en la III Exposición Bienal Hispanoamericana que acaba de celebrarse en Barcelona España.

PALMA SOLA. OPRESION Y ESPERANZA. (Su Geografía Mítica y Social). 1991. Lusitania Martínez.

 


Fragmentos                                     


PRESENTACIÓN / Roberto Cassá.

Lusitania Martínez incursiona en un terreno que, hasta donde sé, normalmente ha sido tangencialmente abordado en República Dominicana desde el punto de vista del folklore. Pretende dar cuenta de las variadas facetas del movimiento social escenificado en torno a la aldea de Palma Sola, por multitudes de campesinos de nuestro lejano sur inmediatamente después dela muerte de Trujillo. En cualquier caso, aborda uno de los tantos temas oscuros de nuestra historia que, al involucrar a los oprimidos y explotados, han sido objeto de desprecio o, peor aún, de miradas falseadoras de intelectuales de raigambre trujillista.

Coincido con Lusitania en el sentido de que el descontento agrario debió haber sido expresión de la resistencia a los procesos crecientes de expansión capitalista, aun cuando, como ella lo pone de manifiesto, no condujera a la lucha por la tierra; episodio de Palma sola quedo evidenciado el rechazo a la modernización capitalista, plasmada en un auge de la impronta urbana, representada en San Juan de la Maguana y las Matas de Farfán.

LA resolución de la tarea implica, entre otras cosas, el conocimiento de los actores en escena. Desde ese ángulo, la investigación de Luisitania muestra múltiples características socio-culturales del campesinado de una región del país. Me parece que se hace factible sacar consecuencias directas del ingente esfuerzo intelectual realizado. Ella retrata una realidad que normalmente esta vedada  lo citadinos, y nos convoca a comprender su legalidad. Por ello, el objetivo que conllevo la investigación, en mi opinión, forma parte a cabalidad de las tareas que tiene por delante la historiografía socialista en nuestro país: conocer al pueblo en sus trayectorias, como entidad compleja y múltiple interactuante con los poderes que lo oprimen, explotan y alienan.



INTRODUCCION.

Palma sola fue un movimiento campesino religioso que se puede tipificar como mesiánico… No existe un estudio completo que integre los aspectos antropológicos, sociológicos, económicos e históricos.

En torno a Palma Sola y al movimiento de Liborio hay una visión de trasfondo revestida de inocultables prejuicios religiosos, clasistas, racistas y morales.

Analizaremos, pues, los efectos estranguladores de la acumulación originaria de capital y de la reproducción ampliada para la vida de los campesinos, que a causa de la penetración del capitalismo en el agro, desatan dramáticas procesos de proletarización y descampesinizacion. Es el cuadro que enmarca la situación de explotación del campesinado por la vía de mecanismos económicos y no económicos, produciendo la explotación o la desaparición de la unidad campesina, de sus tierras, su producción. Otra consecuencia es la perdida d sus valores culturales y, finalmente, la huida a la ciudad debido a la incapacidad de competir ventajosamente, dado el intercambio desigual con el capital en el mercado.

El suroeste y fundamentalmente San Juan, es, de las regiones dominicanas, la de más alto nivel de pensamiento mágico-religioso y con las más agudas condiciones de sub-desarrollo. San Juan, cercano a Haití, país más pobre de América Latina y también de intensa cultura mágico –religiosa, cuenta con una significativa tradición de protesta (el único caso en el país) que presenta dos movimientos mesiánicos, separados entre sí por una larga dictadura y los dos alrededor del mismo mito: Liborio como encarnación de Cristo. El primero, provocado en el contexto de la intervención yankee del 1916 y el segundo, en el contexto de la muerte de Trujillo y cerca de la gestación de una rebelión armada popular.

La zona donde está ubicada la provincia de San Juan de la Maguana se caracterizó durante la colonia por la persecución y discriminación de sus primitivos habitantes y luego, por la sublevación de indos y negros. Este hecho la presenta como una provincia poseedora de una peculiar memoria dominada o “violentada”, revelada como memoria histórica de protesta y de rebelión. Igualmente, una memoria con profunda cicatrices a causa de la persecución y muerte de Liborio y de muchos laboristas y de la acumulación originaria y capitalista efectuada por Trujillo en el lugar.

Fue Palma sola un movimiento de protesta social, mesiánico y de afirmar con cultural, con identidad grupal y permanencia. Sin dirección ni alianza, se quedó en la perspectiva revolucionaria de sus tres grandes objetivos: transformar el mundo y su sociedad; conseguir la igualdad con la desaparición y/o nivelación de las riquezas, y de recupere su identidad cultural. Estos objetivos interceptados por la metáfora religiosa, determinaron un tipo especial de protesta: la manifestación de la conciencia laborista fue espontanea aunque estable y no llego a revelarse como una ideología política que pudiera proponer demandas concretas correspondientes a sus objetivos religiosos. Los liboristas querían cambiar el mundo y su sociedad, pero no disponían de una alternativa factible que no fuera su terrenal y sagrado Milenio.

Las prácticas religiosas africanas parecen en Palma Sola como un elemento más de la religiosidad popular dominicana. Antes que la influencia de Haití, el país registra la de los negros africanos traídas aquí desde el siglo XV.

En las sociedades campesinas (basadas más o menos fuertemente en el parentesco y las familias ampliadas o extensas) surgen con relativa facilidad movimientos mesiánicos, ya que en ellas abundan mitos y leyendas necesarios parar la respuesta mesiánica.

Mucho más lo entenderíamos si manejamos la idea que para la época se produce no solamente un debilitamiento de la legitimidad del estado, sino también de la legitimidad de la iglesia católica formal, que termino por arrojar al grupo en la desesperanza total. Una situación propicia para abonar la fantasía del milenio.



CAPITULO I. Los movimientos campesinos y su potencial revolucionario. (El mesianismo rural).

CAPITULO II. Los factores históricos y estructurales. (Acercándonos a Palma Sola).

CAPITULO III. Análisis de un caso: Movimiento campesino en el paraje de Palma Sola del municipio de las Matas de Farfán provincia San Juan de la Maguana. (1961-1962).

EPÍLOGO. Un epílogo necesario.

APENDICE.

BIBLIOGRAFIA.

PALMA SOLA. OPRESIÓN Y ESPERANZA. (Su geografía mítica y social). Dra. Lusitania Martínez. Ediciones CEDEE.1991. 354 págs. Santo Domingo. República Dominicana.