COLOQUIO. Sábado 9 de marzo
de 1991. No.102.
Según el diccionario de
la Real Academia, clásico se aplica al autor o la obra que se tiene por modelo
digno de imitación en cualquier literatura o arte, de manera que en su sentido
lato un clásico puede serlo de cualquier movimiento, época o cultura. Pero en
su sentido estricto, clásico es el escritor o artista perteneciente a la
literatura o al arte de la antigüedad griega, y el que en los tiempos modernos
los imita.
En todas las
lenguas de cultura ha habido, pues
escritores y artistas clásicos. Los rasgos semánticos del término comprenden
estos tres aspectos: a) La idea de clase, vale decir, categoría o distinción. Según
Joan Corominas (Diccionario etimológico, Madrid, Gredos, 1967,2da. Ed., p. 153)
el vocablo viene de classicus, “de primera
clase”, que se aplicaba a los ciudadanos eminentes, y que Quintiliano traslado
a los escritores. b) El cultivo de lo perdurable, lo que sobrevive al paso del
tiempo, y una obra lo logra cuando alcanza validez universal, la que depende, según
Werner Jaeger, del más alto grado de universalidad humana. Y c) Empleo del
cauce originario de la creación, cauce que fue pautado por los antiguos
griegos, con Homero a la cabeza, que hizo de la poiesis, es decir, del arte
creador de la palabra, el ideal de creación.
El artista moderno es clásico
en la medida en que funda su hacer creativo en el legado estético de sus
predecesores, y en tal virtud no hay escritos moderno que no lo sea, pero
cuando un artista o escritor se sale del cauce normativo que pauta el
equilibrio y la prudencia, a lo que los griegos llamaban sofrosine, extrapola
las tensiones creadoras y llega a limites extremos que rompen la pauta de la tradición
como lo hacen las propuestas experimentalistas con sus excesos temáticos o
formales.
J.L. Borges, que en su juventud
cultivo el Ultraísmo, es decir, la experimentación, abjuro de las
extravagancias del decir y se convenció de la validez clásica, afirmando que lo
importante era lograr unas “pocas imágenes eternas”, según canta en “Rubaiyat”.
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