Motivos: Una de sus principales virtudes como ser humano ha sido el trato deferente y respetuoso hacia
los demás, sin importar su origen, condición o calidad literaria.
La Vida (6). Listín Diario.
Viernes 25 de febrero de 2005.
Si es cierto que un hombre es ¨él y sus circunstancias¨ como dijo Ortega y
Gasset, Diógenes Valdez es uno que ha sabido moldear las circunstancias, para
que ellas lo transformen en el hombre que siempre soñó. Esto se nota apenas se
penetra en su morada.
Su hogar no es una casa. Su hogar es un templo consagrado al arte y al
pensamiento: cuadros de diversas escuelas pictóricas custodian a sus
visitantes, obligándoles a la reflexión creativa, e invitándolo al
santosantorum del templo: la biblioteca.
Una vez estuve en el centro de la misma me dije ¨Este hombre es un
tramposo. Con un centro de trabajo como este, no solo es posible, incluso, hace
obras maestras¨. Pero más sorprendente que su vivienda, fue la sencillez con
que me dio la bienvenida y con la que interactuó conmigo desde el principio. No
posee el ¨aire¨ de sabelotodo que muchos
escritores poseen. Y esa sencillez es, precisamente, su mayor riqueza, tal y
como lo confirmaron sus amigos.
Dese la pubertad
La escritora Blanca Kais Barinas, es su amiga más antigua. Se conocieron
durante sus ¨años mozos¨.
Nos conocimos al nivel familiar y por el interés por las letras; nos
enseñábamos los trabajos literarios. Tengo el orgullo de haber visto los
primeros manuscritos de él¨, me comenta con una sonrisa sincera.
¨Siempre ha sido una persona solitaria, muy humilde, humilde de verdad.
Humilde porque reconoce lo que el otro vale, ayuda al otro… ha ayudado aquí a muchos jóvenes que
escriben. Generalmente las personas que escriben bien no gustan de compartir su
conocimiento, con el temor de que el otro sobresalga más¨.
Me confesaba Diógenes ¨A mí me gusta la pintura y él es un pintor. A él le
gusta la literatura y yo soy escritor. En lo pueblos pequeños no abundan las
personas con ese tipo de intereses comunes. Por eso esas personas con este tipo
de intereses comunes. Por eso esas personas son ¨escogidas¨ y uno las tiene en
un pedestal¨, e inmediatamente me di cuenta de que eran caras de la misma
moneda. Se refería al pintor escritor Marcial Báez.
¨Empecé a escribir por su influencia; ilustrando y leyendo sus obras. Me
inspiró a estudiar periodismo, y a partir de ahí empecé a escribir, expresar lo
que pensaba, pues la gente cree que el pintor solo pinta, que no sabe hacer
otra cosa que pintar. Diógenes vive enseñando a quien le rodea. Con el es siempre
un compartir y dar. Soy de los privilegiados que leen su obra para criticarla,
pues dice que no escribe para él, sino para el público¨, me comento emocionado
por ver a su mejor amigo obtener el premio Nacional de Literatura.
Admirador del escritor
Jesús Arias Guerrero, ¨ingeniero de profesión y escritor por necesidad¨, me
aseguro que ¨en la actual insularidad de nosotros, Diógenes Valdez es uno de
los personajes más interesantes. Digo un personaje porque la vida misma de él
es una novela. Pienso que su mayor valor es como, desde esta insularidad, desde
este provincianismo, Diógenes es capaz de universalizar lo que somos nosotros
los dominicanos¨.
¨Extrapolando sin ánimo de comparar, Jorge Amado, para mí el mayor escritor
brasileño, nunca salió de su pueblo, Bahía, siendo el autor de una de las
mayores obras latinoamericanas ¨Doña Flor y sus dos maridos¨; para mí, Diógenes
Valdez es el Jorge Amado de nosotros, ese isleño que inscribe en el mundo de la
República Domincana¨.
Un pupilo
Como todo verdadero maestro, Diógenes Valdez gana discípulos. Así me los
asegura Ramón Mesa, hoy Director Provincial de Cultura en San Cristóbal: ¨Lo
conocí en 1997, en el principio del Circulo Literario Yelidá, Diógenes Valdez
fue de los primeros que se nos acercó y nos orientó.< Siempre que fuimos a su
casa tuvimos un espacio abierto; siempre colaborador; siempre dispuesto¨.
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