Prologo/ Frgamento / Jesús Cordero.
En cada verso escrito o por escribir habita un ser que muda en medio de nuestras
palabras, despertar ese ser es encontrar el poeta, sus mundos interiores y sus
alocadas verdades. De lo soñado que rompe definitivamente con la logicidad del
animal eterno. Ese animal que somos cuando nos despedimos del mundo en que todos
están para estar en el que no bastan las significaciones comunes, ni los idiomas, ni los gestos, ni
los acostumbrados decesos fortuitos para el que espera con extrañeza la otra
mitad de esta vida.
Poetizar siempre será un acto desvelador, un acto arriesgado, un acto
sumamente conspirativo; una revolución constante, una lucha tenaz contra todo y
muy específicamente contra uno mismo; uno que resulta ser el más cruel de los
adversarios.
Pero como enfrentar esta poética, como arrancar de cuajo sus estructuras
básicas con la clara determinación de quien construye, barra por barra, su
propia cárcel, como quien vomita corazones estrellados, como quien arrastra
entre cadenas y púas todas las almas juntas.
En Mesa poetizar es desalmacenar, escupir sobre cualquier materia el caos
que se ha formado durante años de ver o vivir horrores, golpes desamores,
humillaciones, muertes, pasiones, hambres, penas, escases, heridas, desapegos,
lagrimas, traiciones costumbres, impotencias, y otros amplio rosario de
situaciones que afectan, y deben afectar directamente al escribiente, poeta de
estas sociedades.
Esta poética puede ser el principio o fin de un universo cargado de sueños jamás
un espacio común nunca un encuentro feliz. Siempre el destino de consultas para
las ideas y pensares colectivos.
En mesa, el sur es una poética. El sur es una poética que nació redonda
como tierra sembrada de nombres, salves, bacas y espíritus solitarios que arrastran
cadenas, largas y ancestrales. El sur es su propia multitud arrinconada
siempre, brutal, como el cuero de sus tantas heridas. Sutil como el corazón
enorme de la noria donde el indio más joven se robaba los ojos de quienes lo veían
cortar en dos el arcoíris del charco.
Esta poética se basa en los principios fundamentales; destrucción,
Construcción, cada uno en su forma y fondo sirve de medio para la irreverencia
del todo y de sus partes. Es una burla no de los temas, muchos hasta
sacrosantos, sino de la forma en la que pueden ser tocados, trabajados en el
poema:
Porque sabemos secretamente
Que dios no ha inventado el cielo
Y ha venido con una lámpara
A ensayar mi nombre con carne de alfabeto
(Fragmento del poema “manténganse fuera del alcance de
los niños)
¿Cuánto hay que vivir para
escribir un verso? ¿Cuánto hay que morir para escribir un verso? ¿En cuántas
partes hay que dividirse y dividir el mundo de la manera que permita su
estudio, su vivir y su vivir en el escrito que es realmente la dimensión
poética a la que se aspira? ¿Cómo se consigue la estatura del sueño, como se
acostumbra uno a no tener razón aunque la tenga, a no vigilar el mar ni sus olas
que predican sobre el sexo de la espuma?
El amor es un misterio 2015
Primer misterio
(Devoción de la noche)
ASOMATE ¿ve?, nunca creíste que
se pudiera ver el jardín por una herida. No es un decir. Ningún camino es
estrecho. Ninguna palabra tampoco, aunque en ella no quepa tu nombre ni tu
sonrisa, ni el beso de repente, ni yo mismo. Ningún camino es suficientemente
corto como para exigir sus propios pasos, aun sean a ciegas, como cuando lamia
tus senos, igual que un perro poseído lame la luna.
La noche boca arriba
También es una trampa.
Sé que nuca creíste estas
cosas, estas heridas tan hondas, tan íntimas, tan hacia mí mismo, que te anulan
de toda culpa, como si fuesen un pozo blanco donde te lavas las manos después
del polvo, después del cansancio mi corazón al y el hastío. En mi corazón algo
pesa más que la sangre, más que el agua que gota a gota borra la ventana, para
cada silueta, cada atisbo de ti.
El nombre de la rosa
El nombre de la rosa se hizo
canto molido
cadáver devorado por las
polillas de la historia
fue así como se volvió silaba
el papel y sangre en cada
huerto, en cada recodo del
jardín
al filo del amor,
símil perfecto de la burbuja,
mueca infalible de lo eterno.
El nombre de la rosa se hizo
luz,
en el florecen las piedras que
arruinan su ternura,
fragmentos de sangre azul
turquesa,
hojas y pétalos de hule.
Así esta escrito,
el nombre de la rosa es de
vidrio y trae silabas descalzas
de polen así lo predice la
savia oculta entre las alas
de las mariposas que emigran.
Es tan bello el nombre de la
rosa, que no admite escaleras.
El nombre de la rosa no es un
quejido de goznes
enmohecidos
Pero cuanto duele pensar a secas en su olvido
El nombre de la rosa tiene en sus petalos
un dejo de lagrima y perfume,
éxtasis que no cabe en una gota de cosas tristes
ni de amago sobrenombre para los difuntos.
El nombre de la rosa está escrito desde la memoria agreste
del papiro, desde la infancia de la cal y la arena
donde el propio nombre de la rosa
fecundó el mito abstracto del amor y los abismos.
El nombre de la rosa se desgarra bocarriba
cuando el alba dicta sus temblores,
Mientras acumula su belleza la paciencia del rocío
el nombre de la rosa es un culto a lo breve,
un despojo de sí misma.
Ya ves,
nadie graba una lápida en nombre de la rosa,
o en nombre de los pétalos que aguardan en su corazón tu
olvido.
Excelente maestro
ResponderEliminarMesa muchos éxitos en tu carrera de escritor