sábado, 11 de enero de 2025

DOCE DE ENERO: los cuerpos conductores / Odalís Pérez.



Recuerdo de aquel día

Evocadora entrada

Vigilada cuita

Cueva.  Puerta que de pronto se abrió en batalla.

Pero el día se tiñó de gris y arrojo. 

Pensaba:

El héroe, el tiempo

de palmeros

ha sido hasta 

hoy una mancha

y una luz expandida como cuerpo vigilante.

Como caídos en la voz  intransigente, voz inseparable de

Vientos y memorias.

Incertidumbre del día.  Sorpresa trágica. madrugada boquiabierta nacida en el rastro

de una especie en canto y rebeldía luminosa.

Era el eco de cuatro estrellas y un camino abierto

a las pisadas solitarias. Historia que reclama su mañana y su presente.  El fuego   

contaba allí la historia.   Cómo llegaron desde el odio? Doce de enero. Aquel enero. Medio siglo

de tiempo, de huellas y crespones. Epopeya en regimiento. Sucesión de pisadas solitarias.

Y allí, en aquel kilómetro de estrellas cuatro cuerpos y misiones.  Por allí

sus nombres volvieron a nacer como soles y sentidos. La esperanza. Dirección: futuro perfecto. Cielo encendido de miradas. Árboles y fuentes. Cuatro hilos conductores.

Cuatro nombres mirando la esperanza.

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