Ligia Minaya
Denver,
Colorado
El poder se agita en manos de los
políticos, se ríen de la honra, no se preocupan por ser honestos y nada ni
nadie sobrevive de la politiquería que reciben día a día. Si una ve de un lado
para otro, de izquierda a derecha, de arriba para abajo, se dará cuenta de que
los dimes y diretes son inútiles, que las supuestas diferencias y enemistades,
los odios y los amores son arrullados por todos los partidos. De pronto, uno de
la izquierda se arrima a la derecha porque le promete riquezas, el otro que es
campesino quiere ser senador, la de más allá, después de darle un beso al
opositor, le pide ser gobernadora, diputada o embajadora. Así como usted ve
todos los políticos tienen “sus cosas”, sus diferencias y se caen a leñazos,
pero cuando uno de ellos se agarra del poder ni le mira de frente a la cara de
aquellos que le auparon. Absolutamente todos se juegan el honor y hasta los que
no tiene pelos en sus calvas son amnésicos y desmemoriados con lo que
prometieron hacer.
Así se sienten pontífices y creen
tener a Dios atado por las manos. Mire las misas, los tedeum, en que van a
celebrar una fecha que los lleva arrastrado por los codos, para que crean que
siempre van a la iglesia, se confiesan, se ponen de rodillas, que son
católicos, apostólicos y sabrá alguien qué más, para quienes los vean en los
periódicos, en la televisión crean que son humildes, bien-intencionados, se
arrodillan entre flores, incienso y velas, se persignan y hasta comulgan sin
haberse confesado. Esto así para que los del pueblo crean que están en sus
estados muy sublimes y cuando mueran se van a sentar en el umbral de la mansión
celestial.
En tiempo de campaña, a la hora de la
siesta o cuando uno está durmiendo a plena noche, pasa una caravana con
tremendo alboroto y a todo dar diciendo que tal o cual político cambiará para
bien el país, que acabará con la pobreza, que todos tendrán medicina,
operaciones sin pago, etc., etc., etc., y también sonará algo parecido a “Salve
San Cristóbal...” Y no entienden que eso solo le hará sentir a sus seguidores
con dinero en los bolsillos y que algunos andan por las calles poniendo afiches
y luego se dedican a beber alcohol, y si aparece alguien en un colmadón que sea
su opuesto, ese “tigre” le cae a golpes y luego a balazos con esa pistola que
le dio su jefe político. No se atreva a decirle que al político que siguen de
rodillas tiene dinero mal habido. Si lo dice, confiésese y comulgue primero
antes de morir. Sé que hay políticos buenos y muy serviciales, pero son unos
pocos.
Punto y aparte: Cambiando un poco el
tema, le aconsejo al Presidente Medina que para liberarse de la dermatitis que
ha recibido, por los problemas que vienen desde antes, que se unte la crema de
la sábila por toda la cara antes de acostarse y que su esposa le dé un beso. Se
lo digo porque a mí me ha borrado manchas, pecas y espinillas y hasta las
arrugas, ya que la Madre Naturaleza es la médica más elegante y buena.
www.diariolibre.com. Saudades|14 mar 2015.
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