Ligia Minaya
Denver, Colorado.
Si uno ve con detenimiento la cara de muchos de esos políticos sabrá
que, aunque se vistan de seda, cuando abren la boca uno se da cuenta que la
chikungunya está haciendo de las suyas.
Más que dolores en las coyunturas y
todo el cuerpo, vómito, diarrea y fiebre, este "virus" se ha
encaramado en la cabeza de muchos políticos. Solo hay que recordar el tiroteo,
los insultos, los pescozones, la tirada de sillas, en una convención donde ganó
quien "no ganó". Y ver también el "silencio" de otros que
se miran con "cortadas de ojos", se saludan con abrazos que reflejan
puñaladas y dicen que se quieren y se apoyan cuando en realidad se odian. Otros
que ya no tienen dónde ir y ahora viven bajo el puente de los que están arriba.
Y también los que critican y murmuran y dicen "cositas" contra lo que
no hacen lo que ellos quieren. Y otros más que viven con millones y millones
mientras que los que votaron por ellos no tienen ni donde caerse muertos.
Si uno ve con detenimiento la cara de
muchos de esos políticos sabrá que, aunque se vistan de seda, cuando abren la
boca uno se da cuenta que la chikungunya está haciendo de las suyas. Míreles
bien, con detenimiento, escuche su voz y se dará cuenta que muchos son
indecisos, apáticos, mentirosos, distantes, lentos y se jactan de no tomar
decisiones a favor de su pueblo. Naturalmente, cada regla tiene sus
excepciones. Hay hombre y mujeres involucrados en la política que son honrados,
trabajan y hacen lo que deben hacer. Pero la chikungunya-política hace tanto
escándalo que sumerge a los buenos en el terremoto de los chikungunyados.
Se tiene la suerte que este
"virus" no ha contaminado al Presidente Danilo y a un grupito muy
pequeño de los que están en su gobierno. Pero con sus maldades, y hasta con sus
insultos, les han hecho difícil la vida. Creo que el Presidente debería
enviarlo pa' la porra, sacarlos a la calle, ponerlos a convivir con esos
mosquitos que hacen sentir que los huesos se caen a pedacitos. Con este
"virus-político", los que nunca han saludado a la gente del pueblo,
incluyendo a familiares, ahora andan por las calles, sonreídos, dando a creer
que escuchan lo que pasa en los barrios pobres, los que no adquieren pensiones
que no alcanzan, los viejos que no tienen ni donde dormir.
"Un pobre dominicano, fue a
pasar sus vacaciones, a no sé qué poblaciones, en el suelo quisqueyano, se
encontraba sano y fuerte, y como dicen... colorao, pero llegando a Bonao,
sintió una cosa extraña. Estaba achikunguyao. Le estaba doliendo el brazo, el
fémur y el esternón, el hígado y el riñón, la cabeza, el antebrazo, no podía
alzar un brazo, caminaba jorobao, y pa'orinar, aplatao, y para pararse, cojo;
no podía cerrar un ojo, el pobre achikunguyao. Se metió en una farmacia,
preguntó por el galeno, y le contestó un moreno, en una forma reacia, ya lo
cogió la desgracia, que deja el cuerpo cortao, si fuera usted voy volao, y me
interno en el Marión, eso no es un sarampión, usted está achikunguyao… Lo malo
de remediar, es un pueblo que ha olvidado, que todo lo que ha logrado, es el
eje de la historia, pues un pueblo sin memoria, termina achikunguyao..."
Es un poema-pueblerino, (solo una parte) de César Beras, genial escritor
dominicano.
A raíz de la muerte del tirano, los
políticos estudiaban, en especial los del PLD ¿y ahora? Están políticamente-
achikungunyados.
www.diariolibre.com. Saudades. 02 ago
2014.
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