Prólogo / Pedro Camilo.
Cuando Silvia Marte me
solicito que la orientara durante el proceso de escritura de un ensayo sobre la
solería, nunca pensé que luego de aceptar su petición viviría una experiencia
hermosa, por un doble motivo: primero, porque tuve la oportunidad de conocer a
una mujer singular, educadora, líder cristiana y abogada de profesión; y
segundo, y a que pude adentrarme en el conocimiento de un tema como la soltería,
cuyas causas poseen repercusiones sociales y demográficas relevantes.
Nacida en Peravia y
criada en San Cristóbal, Silvia es una dama de sonrisa afable que ha hecho de
su estado civil, la soltería, un espacio del espíritu para cultivar la dignidad
propia y defender el respeto que merecen sus amigas que también se encuentran
en la misma situación, sin caer en
posiciones feministas extremas, actitudes rígidas que nublarían el horizonte de
la igualdad de géneros.
De este ámbito del
espíritu nación Esperando la primavera, el libro de Silvia Marte. Durante seis
meses la autora trabajo el tema de la soltería; por momentos, la faena intelectual
se inclinaba hacia la pura investigación científica, y hasta se llego a
elaborar un diseño de campo para recoger información primaria a través de un
cuestionario de autoaplicación; sin embargo, el final, prevaleció lo que Silvia
traía guardado dentro del corazón: la ofrenda en palabras de un manojo de vivencias
acerca de su vida soltera-varias reflexiones acerca del tema y cinco relatos de
excelente factura-, una entrega que se apoyo en los datos secundarios obtenidos
mediante la revisión bibliográfica y que le sirven de marco teórico. Así surgió
el referido texto, estructurado por capítulos y intos, en los que la autora aborda
temas y subtemas bajo títulos que no sólo se refieren a las causas, a los tipos
y a las consecuencias de la soltería, sino que también destellan sentidos poéticos
(por ejemplo, “EN pleno invierno”, 2Gozo de la espera” y “Las hojas del otoño,
entre otros), estrategia que empieza con el titulo general del libro: Esperando
la primavera.
Mientras leía los borradores
del ensayo entonces se hallaba en ciernes, tuve la precepción de que el
propósito de la atoras y la intención textual que ella estaba logrando,
trenzaba los hilos de una metáfora que tomaba a la primavera como núcleo y que
se irradiaba al verano, al otoño y al invierno, convertidos en subtemas, dentro
de una táctica que la autora denomina, en uno de los puntos, “El otoño de la
esperanza”, una manera ingeniosa de mantener viva la ilusión, aun cuando los
augurios de fortuna resultaran fallidos. Y fue ahí donde vislumbre un puente
tendido hacia el optimismo, como una apuesta por la vida relativamente
venturosa.
Más aun: como el
epígrafe general del libro es un verso de Sheeley que reza así: “Si llega el
invierno, ¿puede la primavera estar lejos?, afiance mas la idea de que la
autora había tomado la primavera a modo de símbolo. Siendo así, resulto fácil meditar
que esperar la primavera para un soltero podría ser un gozo si lo hace desde la
soledad creadora, o a partir se esa libertad que depara oportunidades para conseguir
la autorrealización; pero también podría ser que esa persona se ubicara en el
invierno de la soltería, para entonces experimentar el reverso de la soledad
como sufrimiento, o para caer en el abismo del libertinaje como revés de la
libertad.
Los capítulos 5y6 son
fundamentales, porque cristalizan el tema de la soltería y le dan una dimensión
no solo romántica- propia del mundo cristiano-, sino también filosófica, de manera
que surgen meditaciones que podrían originar ecos de sabiduría en la vida de todos
los que aprenden con buen ánimo este contenido. Así, en el capítulo 5, “no
pierdas la esperanza”, Silvia pone en práctica su estrategia de hacer que la
esperanza retoñe, mediante la inclusión de reflexiones breves y la inserción de
un relato cuyo personaje-Sara-deja una estela ejemplar al igual que los demás
que protagonizan las narraciones anteriores.
En el capítulo 6, “Las
hojas del otoño”, se utiliza un epígrafe del Alber Camus para articular una
reflexión que resulta valida tanto en la vida de soltera como en la existencia;
que en cada hoja seca del otoño se podría descubrir una flor que brota para
embellecer el bosque. Luego presentar un cuento que muestra a ara mientras vive
una situación ideal, la autor finaliza con una lección de vida.
También, las conclusiones
y las recomendaciones de este libro fueron elaboradas dentro de metáforas que
les dan una fuerza expresiva relevante: “celebración de la primavera”, que
ocupa e capítulo 7, es el título que nombra la síntesis del texto, mientras que
“Siempre hay un mañana”, que abarca el capitulo 8, es el rotulo que designa las
recomendaciones que Silvia les ofrece a sus lectores, sobre todo, a “esas
solteras que todavía esperan sus compañeros”, como gusta decir la autora.
Tanto en uno como en
otro, las escritora resume una sabiduría que le viene no solo de la revisión
bibliográfica que sirve de marco teórico a Esperando la primavera, sino también
de su experiencia como soltera preocupada por conservar la dignidad propia y el
respeto que se merecen sus amigas que están en la misma situación; un saber, al
fin, que interpreto de este modo: mientras la primavera llega, la meta a
conquistar desde la soltería es la autosuperación, aprovechado la soledad
creadora y la libertad entendida como la capacidad para elegir lo mejor. “Un
comienzo no desaparece nunca, ni siquiera con un final”, es la frase de Mulisch
que parece inspirar a Silvia Marte en esta incesante labor de orientación.
Introducción
Siempre nos
preguntábamos de qué manera podíamos ayudar a esas solteras que aún estaban
esperando por sus compañeros. Ciertamente, fue en el año 2012 cuando se
despertó la idea de plasmar en un libro nuestras vivencias de vidas de soltera,
como un desafío que nos hicimos con el afán de ir cumpliendo metas tazadas.
Al interactuar con cada
soltera nos dábamos cuenta de su soledad, además de percibir cuantos sueños
rotos cargaba sobre sus espaldas, a pesar de continuar con un corazón lleno de esperanza.
¿Había una forma de ayudar? Luego de una reflexión, decidimos aportar nuestro
granito de arena, no solo en el sondeo de las causas de la soltería, sino
también en el análisis de las diferentes facetas de este tema.
De esta manera nació la
idea de realizar una revisión bibliográfica del referido tópico, en la que
pudiéramos apoyar nuestras reflexiones sobre la soltería-integradas en el marco
teórico y articulado también en relatos que se distribuirán en los capítulos-,
teniendo en cuenta las vivencias propias, las de nuestros familiares y las de
nuestras amigas y conocidas. A partir del análisis de la información primaria y
de los datos secundarios, podremos tenar unas conclusiones para luego crear una
plataforma mínima de recomendaciones, dirigidas a las solteras que aspiran a
formar una pareja feliz.
Para su mejor
comprensión, Esperando la primavera
tendrá un prologo, una introducción y ocho capítulos cuyo contenido detallamos
de la siguiente manera: En el capítulo, “Soltería,
¿Qué es?”, revisaremos las generalidades del tema en cuestión; en el
segundo, “El cristiano y la soltería”, abordaremos el tema basándonos en la
biblia; en el tercero, “En pleno invierno”, mostraremos al lector las sombras
que podrían oscurecer la vida de soltera; en el cuarto, “Gozo de la espera”,
presentaremos las luces de la soltería; en el quinto, “No pierdas la
esperanza”, iniciaremos la estrategia que hemos llamado “el retoño de la
esperanza”, que no es otra cosa que una forma retórica de estimular la ilusión
para mantenerla viva; en el sexto, “ Las hojas del otoño”, continuaremos la
estrategia anterior, pero ahora apoyada en un lema de Albert Camus; en el
séptimo, “Celebración de la primavera”, haremos una síntesis del libro;
finalmente, en el octavo, “Siempre hay un mañana”, ofreceremos las
recomendaciones de ligar, bajo una metáfora que crearemos a partir de una frase
del escritor Harry Mulisch.
Bibliografía
Silvia Marte nació en
la provincia Peravia. Desde temprana edad emigró€ junto con su familia a la
ciudad de San Cristóbal, donde reside actualmente. Realizó en la UASD sus
estudios superiores en Educación, Mención Ciencias Sociales, y durante varios
años ejerció el magisterio en centros docentes públicos y privados.
Más tarde, en el año
1995, logro el título de Licenciada en derecho en UNIREHMOS para alcanzar
luego, de parte de la Suprema Corte de Justicia, la designación como Notario
Publico del municipio de San Cristóbal.
En junio de 2003, la
entonces Secretaria de Estado de Educación le otorgó un diploma de
reconocimiento por su meritoria labor a favor de la educación dominicana.
Dentro de las
actividades académicas como líder cristiana, Silvia Marte realizó un curso de
“Servicio Cristiano” en la Universidad Global en marzo del 2013, y en este
mismo año, 2014, concluyó una Licenciatura en teología en la Universidad
Bíblica Internacional.
CAPITULO
1. La soltería, ¿qué es?/ Fragmento.
El
Concepto
En los tiempos modernos
la soltería es una realidad latente, tanto para a los hombres como para las
mujeres. De ahí su importancia como tema. En cuanto a su definición, “soltería”
es “el estado soltero”, según el Diccionario esencial de la lengua española
(20006); y más adelante, se puntualiza el concepto de “soltero” como un
adjetivo que designa al “que no está casado”.
Por nuestra parte
podemos decir que la soltería es el estado natural, transitorio o permanente,
en el que se encuentra una persona sin una pareja conyugal, y que nunca ha
estado casada; este conserva desde que una persona nace hasta que contrae
matrimonio; también puede durar para toda la vida, o por un periodo muy corto o
largo, dependiendo de cuando decide la persona unir su v ida a otra, ya sea en la juventud, en la etapa
adulta , o en la madurez. Una vez finalizado el matrimonio, por lo general no
se recupera el estado civil de soltero, sino que se pasa al estado civil de
“divorciado”, “separado” o “viudo”, en función de la forma de disolución del
vinculo matrimonial.
La palabra “soltero”
surge, etimológicamente, del latín solitarius
(solitario), conforme al diccionario etimológico español (1998). En cambio, la
palabra “celibato” empezó a usarse hacia el año 1625, como forma culta en lugar
de soltería. Su base etimológica es caelebs,
voz latina que significa “soltero” (ibídem).
Más aún: el Diccionario hispanoamericano de derecho (2008), define el término
“celibato” o “soltería” como “la condición obligatoria que caracteriza a los
sacerdotes de la Iglesia católica, ya que al ordenarse hacen un voto solemne de
castidad”. A continuación, puntualiza el vocablo “célibe” como “dicho de un
individuo que no ha adquirido el estado de matrimonio”.
¿Por qué son solteros?
Robles Aguilar (2012) informa
acerca de un estudio publicado recientemente por el semanario británico The Economist, el que resalta la
tendencia de la soltería a cubrir el mundo con excepción de África, como un
modo de vida que muchos seres humanos han adoptado con la finalidad de vivir
solos, sin la ligazón del matrimonio,
con sus secuelas que actúan sobre ámbitos tales como el demográfico, el
económico y el medioambiental.
El referido autor añade
que no sólo sociólogos sino también profesionales de diferentes ámbitos de la ciencia
han tratado de buscar las causas de soltería como una actitud que hace que la personas
prefieran la soledad a una vida en familia, lo que va en contra de la
naturaleza gregaria del ser humano.
Dentro de los múltiples
factores causales, Robles Aguilar menciona la permanente crisis económica que afecta
a varios países y que provoca, en particular, el desempleo juvenil y la
inestabilidad de la mayoría de puestos de trabajo que se crean; y sobre todo el
analista se refiere al individualismo como factor causal y como “ un rasgo que
tiende a imponerse a lo largo y ancho del planeta, particularmente en las sociedades
mas desarrolladas y que hace que en todo contexto social prevalezcan los
intereses personales por encima de los colectivos”.
De igual manera, cita
el matrimonio como un especial desafío debido a que la convivencia conlleva de
conflicto y su éxito depende de una serie de requisitos por parte de sus
integrantes, tales como la madurez, la flexibilidad, la comunicación, la tolerancia
y la visión compartida de objetivos, entre otros. Aunque Robles Aguilar no
engloba estas exigencias dentro de un elemento único, nosotras las consideramos
como factores que forman parte de la plataforma cultural de un individuo y cuya
eficiencia podría ser causa de divorcio o de separación.
Como dato de importancia,
el articulista, apegado al estudio aparecido en The Economist, dice que el fenómeno de la creciente soltería se da
predominantemente es estratos sociales medios y altos, con ingresos económicos
y educación académica por encima de la media. El analista afirma que esta
tendencia se inicio en la década de los 80 del siglo XX, e incluye cambios en
diversos comportamientos, en especial el retraso del matrimonio, la
postergación del primer hijo y el aumento de las uniones libres, así como los
hijos fuera del matrimonio.
¿Quiénes
son los solteros?
No hay un tipo único de
soltería, cada tipo se va a determinar por la forma particular del solero
conducirse. En estas variaciones inciden diversos factores tanto de orden
personal como cultural y social. Dentro de la gran variedad de soltería es
necesario construir una clasificación
para lograr un mayor entendimiento del fenómeno. Según la información contenida
en un artículo publicado en la página web denominada “Saluspot” (2012), la saltearía puede dividirse en dos grupos:
voluntaria e involuntaria.
La primera alude al
soltero por elección o convicción que es quien ve la soltería como una opción
de vida, elige esta condición y desde esta postura la personas defienden la soltería
como un estado legitimo para asumir la existencia. Estos solteros se
enorgullecen de poner sus propias necesidades en primer término, bastarse a sí
mismos, tomar decisiones i dependientes, además de disfrutar su privacidad.
Las personas solteras obligadas
son aquellas que se encuentran en ese estado: por un lado, el deseo que
experimenta el soltero de tener pareja, y por el otro, el hecho de no poder
hacerlo. Obviamente estamos hablando de soltería involuntaria.
El diario digital
ecuatoriano EL Coemrcio.com, brindo a sus lectores una clasificación de
soltería, englobada bajo el título de “soltería: síndrome del siglo XXI”(2009),
y fundamentada en el libro singled out
(sobre como la soltería es estereotipada, estigmatizada e ignorada pero quienes
las practican viven felices para siempre), de la psicología estadounidense
Bella De Paulo se refiere a “Los solteros convencidos”, que “son aquellos que
están satisfechos de su estado canalizan sus energías hacia sus actividades
profesionales, religiosa so humanitarias”.
Con respecto a “Los
perfeccionistas”, la psicología los cataloga como “solteros exigentes que no
encuentran a nadie con las características para llevar en pareja una vida que
les satisfaga y les permita desarrollarse de manera individual”, mientras que
los “solteros aventureros””son aquellos que se sienten atraídos por los viajes
exóticos y los deportes alternativos. Se emparejan siempre y cuan do encuentren
personas que estén dispuestas a compartir tales aventuras”.
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