Prólogo
/ Ana Teresa Martínez.
Desde los tiempos más remotos, el hombre,
sintió la necesidad de manifestar lo que llevaba en sus adentros, así en el
transcurrir, a través de las diferentes Artes, la humanidad va plasmando su
sentir y en consecuencia, nacieron las diferentes épocas enmarcadas en ciertas
circunstancias específicas. Esto ha dado lugar a la Historia de las Ciencias y
las Artes.
La Literatura desde su comienzo, como
manifestación del lenguaje, no escapa a estas leyes naturales, que la atrapan,
que la encasillan con el sello particular de las características de cada época;
por eso hoy podemos hablar de poesía tradicional y de poesía contemporánea,
siendo notorias las diferencias entre ellas. En la poesía tradicional,
primero entendemos lo que dice el poema después es que se produce en nosotros
una emoción pero en la poesía contemporánea el poeta se dirige primero al
subconsciente para luego producir una emoción y es después
que se entiende lo que dice el poema. Aquí se hace uso de la intuición.
Un andar incansable por diferentes caminos ha
sido el transcurrir de la poesía. Desde Juan Ruiz, El Arcipreste de Hita
(1283), Francisco de Quevedo, Homero, Parménides de Elea, Rubén Darío,
Neruda y muchos más, hasta nuestros días, hemos visto brotar manojos de sentimientos
a través de esquemas poéticos ancestrales y no tradicionales que han producido
en nosotros grandes emociones y admiración.
Cesáreo Silvestre Peguero, ha levantado
su cabeza para mirar hacia el horizonte envuelto en alas de libertad
conducentes a un manifestar sin miras a las ataduras epocales
que envuelven la realización del arte literario, a través del tiempo. Para
analizar la poética de los Versos Libres, del autor Cesáreo Silvestre Peguero,
basta con leer lo que él expone en “Expresión del Autor”, donde expresa
de manera clara y espontánea que su manifestación poética está asentada en la
libertad que le asiste de no circunscribir sus poemas a ninguna ley que
lo encasille. De ahí vemos que sus versos están ajenos a la circunstancia epocal
en que vive hoy la Literatura.
Este joven escritor nada en los rosales de la
poesía donde se cuecen los más puros sentimientos, que cual desbordado río se
enfilan, para echar a andar las emociones y deslizarlas por esa corriente
pletórica de un sentir poético, que se eleva al infinito con alas de
deseos, valores, angustias, anhelos, dolores y sentimientos, en fin, para
comunicar al mundo aquello que está en el más intrínseco rincón de su
corazón.
Ha de valorarse el arranque de libertad
poética que se relata en el poemario Versos Libres cuando su autor
sustentando su estilo, expresa: “…creo ser un pensador que exteriorizo mis
sentimientos, en la proporción de una concepción muy mía, ello me permite
recrearme en mi propia naturaleza…”
La poética de Cesáreo está bañada de un
sentimiento que sale de un corazón noble, sujeto a los lineamientos del
cristianismo, de una lucha por el bienestar de su prójimo, especialmente la
juventud, enfoca algunos de sus poemas dentro de un contexto de poesía
social. Pregona la falta del cultivo de valores. Así lo notamos en “La juventud
del ayer, y la manifestación del hoy: ¿en desacierto?” cuando apenado expresa:
“Es cuestión de realidad, la juventud muy poco
está realizando la honestidad
Los niveles de civismo siguen siendo ignorados
Y el ejemplo de pudor no está siendo imitado,
la transculturización es lo que prima en las modas y las rutinas, es lo
real un desacierto,
La juventud de hoy no parece sentar
fundamento.”
En el poema “El discurrir” el autor
manifiesta cierta añoranza y bañado en nostalgia dice:
“Abunda el atardecer…
se agotan los
días…
mengua el deseo…
declina la vida
se hacen escasas las esperanzas…”
“Confiado en ÉL” es un poema con un sentir
místico enmarcado en el mismo fondo del corazón del escritor donde explaya su
entrega y amor al Creador. Deja al descubierto esa humildad que lo viste
y agradece los beneficios que recibe de su Salvador.
“Haz de mi tu eco
continúas dejando tu paz en mí adentro
acata la súplica de mis clamores, tú que
conoces mis aspiraciones, responde mis peticiones.”
El autor también escribe al amor, en
“Reposaste en mi ilusión” el poeta, expresa un dolor por un amor
ingrato y dice:
“¿Qué si te amé? Sí, como quien en vano
siembra
en tempestades arrastradas por el viento
Y en verdad no me arrepiento.”
Al pie de cada poema el poeta escribe una
reflexión que encierra una enseñanza en espera de fortalecer la práctica de los
valores, en esta juventud de hoy que tanto lo necesita. Es este autor, un
pensador de actitud positiva, que verá florecer el jardín de sus aspiraciones,
sentirá desbordado el río de sus éxitos, palpará el crecimiento que engrosará
sus ilusiones y olerá el aroma de sus buenas obras.
Leer los poemas de Cesáreo Silvestre, es nadar
en un mar de ensueños dibujado con pinceles de humildad, es oír el clamor
de un jilguero que echa al viento su melodía para alegrar los confines del
alma, es ver manifiesta la armonía de un clamor en rimas que
conforta y endulza el alma.
Expresión del autor
El Verso Libre es la expresión poética
definido por su alejamiento deliberado de los modelos de rima y métrica que
predominaron en la poesía europea en el siglo XIX. Ese género nació como opción
a la forma establecida en la indicada época, en la que se determinó poner de
manifiesto LOS VERSOS LIBRES sin rimas, a diferencia de los sonetos y la
décima, que aún se rigen por su estilo rítmico.
Lo que exteriorizo en este contenido es una
diversidad, en la que consiento que converja la poesía, el poema y las
expresiones de contenido de VERSOS LIBRES, presentados con rima; a propósito
del soberano albedrío que le concierne su esencia: libre de toda
contextualización.
Nombro esta obra bajo el titulo de VERSOS
LIBRES, no por la calificación dada por la corriente poética que le proporcionó
la descripción que le ampara su estilo, más bien, lo enfoco desde la libertad
expresa, en lo que se refiere a su declaración como sentimiento pronunciado en
la manifestación sentimental, al margen de la inclinación estructural.
Complemento el contexto del título de estos
VERSOS, diciendo que los sentimientos no se deben encerrar, y que la llave del
amor liberta las ataduras. -Visto desde este argumento, el lector entenderá que
cuando digo LIBRE, trato de interpretar la independencia que conlleva el sentir
expresivo, gesticular, oral y escrito.
En las expresiones de este material,
manifiesto el amor vehemente. Estos poemarios se suscitan de vivencias que
envolvieron la causa de su origen. Al manifestarme en esos escritos, me sitúo
en experiencias propias que aspiro sean la interpretación de aquellos que la
ponen de manifiesto en su presente, o se recreen en recordar, quienes la
ejercieron en el pasado. En esta publicación, pongo de relieve el lenguaje
integral que envuelve mi apreciar, caracterizado en mí esencia, en lo
sentimental y en otras manifestaciones...
En estas descargas de sentimientos,
amontonados en letras vivas, hago manifiesta fraseología basadas en conceptos
muy míos. Me expreso también en lo concerniente al quehacer social, como
preocupación, manifestación e indignación de mi sentir ante los males sociales
que me inquietan. Muestro el desprecio ante lo que va contra la dignidad moral,
en donde dejo notar mi considerar crítico del comportamiento moral, social y
político.
Procuro no valerme de sutileza enigmáticas,
surrealista, ni de retoricas baladíes. No hago uso excesivo de la hipérbole, a
pesar de que son recursos muy propios de la literatura, pero no es mi estilo
asumir la pose de impresionista. Trato de ser lo más realista posible, las
utopías son de los que sueñan, considero estar despierto en mi realidad. -Rijo
mi escritura en lo que son mis aspiraciones reales, sin dejar de reconocer a
quienes se inspiran en pensamientos esotéricos.
Amo, y asumo lo que escribo como un deber
correspondido en sí mismo. En verdad, no me sitúo como poeta, más bien creo ser
un pensador que exteriorizo mí sentimiento, en la proporción de una concepción
muy particular, ello me permite recrearme en mi propia naturaleza…
En estos VERSOS LIBRES, manifiesto el desahogo
de mí adentro. Me visualizo en Dios como centro, y en su amor que es su más
hermosa obra de manifestación. Siempre me he dado con intensidad, el deber de
la reciprocidad que no hayan asumido los demás, no ha sido causa para
restringir los sinceros sentimientos que se posan en mi sentir.
Esta fija
soledad
Oh, soledad cruel tu causa me hace entristecer.
¿Por qué sigue estacionada en mí?
tengo derecho a compartir
¡vete ya!, quiero existir
agonizo en el vacío de este espacio sombrío
en el que no logro unir tu amor al mío.
situación turbada
permítame tener a mi
amada.
¡Cuánto daría yo por deshacerme de este desconsuelo atroz!
mi desierto se expande, ¡se hace cada día más grande!
este desamparo
se ausenta si estoy a su lado.
Pretensión desacertada
deseo a esa compañera amada
desfallezco una vez más
se aumenta mi soledad
sigo pasmado, esperándola a mi lado.
Fijo mi mirada al infinito consolador
de nuestro amante salvador
¡ande redentor!, presénteme ese espacio
en el que procuro tenerla en mis brazos.
El
discurrir...
Abunda el
atardecer…
se agotan
los días…
mengua
el deseo…
declina
la vida
escasas se
hacen las esperanzas…
Saciedad…,
tu
momento…, ¿algún día se llegará?
Quizás
se haga realidad, pero
¿no es
una seguridad?
dejemos
transitar la cotidianidad…
fluya la
espontaneidad…
Quien se
desespera
no
consigue ver llegar lo que quiere
las
emociones se alteran
se
agitan los corazones.
Prefiero
esperar lo que anhelo
pago el
precio por lo que quiero
provoco
circunstancias
se
pactan a mi sentir
elijo no
huir de mis conscientes pretensiones
trato de
dominar mis emociones
en la
misma proporción que
me dicta
el corazón.
Reposo
la quietud de la calma que construyo
no hay
renuncia a lo difícil…
gozo en
la plena manifestación que me llena
poseo
mis debilidades, lucho por superarle.
Abundan
los que pretenden avasallar
la
injusticia me indigna, satura mis sentidos
tenemos
que alcanzar un mejor y digno bienestar…
se puede
lograr, hay que accionar…
amar sin
descansar, recompensas no esperar.
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