domingo, 20 de octubre de 2024

DE MI BIBLIOTECA: IGNACIO MILLÁN- JOSE E. ITURRIAGA / Marcial Báez



JOSE E. ITURRIAGA

José Ezequiel Iturriaga (Ciudad de México, 20 de abril de 1914. Ciudad de México 19 de febrero de 2011) fue abogado, historiador, sociólogo, politólogo, diplomático, periodista y bibliófilo mexicano. (Wikipedia).



80. NOVELAS Y CUENTOS. Dostoiewsky y Tolstoy. Los Clásicos. W. M. Jackson, INC.  Estudios Preliminares: Igancio Millan-Joseé E. Iturriaga. Traducciones: Ricardo Báez / Alfonso Nadakl / Vera Macarov. 7ma. Edición 1974. 377 págs.

 Dostoiveski y Tolstoi se alzan en la literatura universal como los más luminosos faros de la ciencia y el arte que, a las puertas del siglo XX, señalan el camino para el desarrollo posterior de la novela contemporánea. Este volumen contiene una selección de sus novelas cortas y cuentos. En La Mansa y El Eterno marido Dostoiveski concentró toda su sabiduría del alma humana. Pieza aparte en su Discurso sobre Pushkin, un magistral análisis de la obra de su admirado poeta. De Tolstoi han sido seleccionadas tres pequeñas grandes obras: La muerte de Iván Ilich y La Sonata a Kreutzer (severos juicios a la sociedad de la época) y No puedo callarme (un encendido manifiesto contra la pena de muerte).

Leer la obra de Dostoiesvky es comprender lo que él vio en su tiempo: la segregación mortal del hombre como hombre, de la fe en su progreso como ser inteligente. Dostoiesvky palpo y describió magistralmente este divorcio, sobre todo en el aspecto en el que el hombre ha sido empujado hacia la forma de concebir sus dioses y amarlos   , en vez de dejársele que organice su propia idea de Dios. (Ignacio Millán).

 Tolsltoy es, además, terriblemente concienzudo y probo cuando empuña la pluma. Nada improvisa. Antes de abordar un tema, sabe agregar a sus aguadas observaciones y a su caudalosa experiencia, la erudición exacta que requiere ese mismo tema, y ello, sin incurrir en prolijidad. Va y viene en pos de toda suerte de datos para que nada necesario falte en sus novelas; paciente y abnegadamente acarrea e injerta a sus escritos aspectos insospechados de la realidad, hasta convertirlos en atalayas estratégicamente situadas desde donde se contempla el mundo en su fluir incesante, en su devenir eterno. (José E. Iturriaga).

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