PROSPERO MORALES PRADILLA
Próspero Morales
Pradilla (Tunja, 1920 — Bogotá, 1.º de septiembre de 1990) fue un escritor,
periodista y diplomático colombiano. Fue autor de la novela histórica Los
pecados de Inés de Hinojosa, llevada a la televisión en 1988.En los años 1940 trabajó en
los diarios El Tiempo y El Espectador. También colaboró con la revista Estampa y la emisora HJCK.
Fue diplomático en América, Europa, la Unión Soviética y Australia.
Se casó con la barranquillera Lolita
Riveira y en 1955 nació su hijo, también escritor, Antonio Morales Riveira.
(Wikipedia).
224. LOS PECADOS DE INES DE HINOJOSA. Plaza and Janes
editores. 1989. 588 págs.
“Los
pecados de Inés de Hinojosa” es una novela histórica y erótica del escritor
colombiano Próspero Morales Pradilla. La acción se ambienta en las poblaciones
de Carora, Pamplona y Tunja, en el Nuevo Reino de Granada en los años 1565 –
1570, actuales territorios de Venezuela, Santander y Boyacá. Pradilla nos
sumerge en la época de expansión del Imperio Español en el continente
americano, un entorno de post-conquista en donde se configura la administración
política, se realiza la conversión religiosa de las poblaciones locales y se
ensalza la pureza de la sangre peninsular. Un reordenamiento del caos producido
por las matanzas de viruelas y de guerras que diezmaron a las poblaciones
originales, por la llegada de los “viracochas” con la cruz y el quijote, por la
creación de un nuevo mundo que deje atrás la “idolatraría”, la barbarie y el
canibalismo: la América Española. Esta hermosa región de la fantasía histórica
permite la convivencia de encomenderos, obispos, canónigos, señoras de
alcurnia, indias e indios, vividores, negros, curas y frailes; y ofrece el
marco perfecto para una novela histórica de las pequeñas cosas, de la
convivencia diaria, de la superstición, del escamoteo, de los hábitos y
costumbres que demuestran que “la conquista” fue mucho más que un proceso
monolítico de “saqueo” o una “invasión”, más bien, fue un territorio complejo
de negociación y transformación, en donde el desenfado y la lubricidad dictaban
los actos, mientras las conciencias se lavaban en las iglesias. (Flacso).
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