Prólogo
Amigo lector o lectora. Tienes delante el mejor Manual
para Vencerse a sí mismo que yo conozco. Este libro de los Ejercicios
Espirituales, fue escrito por San Ignacio de Loyola en el castellano de su
tiempo alrededor del año 1540. La primera edición impresa se escribió en latín
en 1548, tras recibir la aprobación del Papa Pablo III. Este trabajo quiere ser
un aporte práctico, sencillo para los que como tú y como yo. Latinoamericanos
de habla hispana, que estamos en camino de la tercera década del siglo XXI y
buscamos alcanzar la mejor versión de nosotros mismos que para mí es: vencernos
a nosotros mismos; conociendo más la intimidad de las personas, su esencia más
que su apariencia; su corazón, su divinidad.
Ignacio nos presenta, como un manual, una serie de
Ejercicios Espirituales orientados a este fin, en los que nuestra naturaleza
humana y nuestra naturaleza divina están siempre en una lucha constante, pero
unidos como una pareja inseparable, porque eso es el ser humano: una conjunción
perfecta de lo imperecedero y lo perecedero. La conjunción perfecta de esa creatura
divina que no conoce la muerte, y vive encarnado en esta experiencia humana
corruptible que debe, sobre todo, guardar obediencia a su Divina Majestad,
Nuestro Creador.
Estoy compartiendo esto contigo, porque una de mis
mejores experiencias de vida fue el realizar los Ejercicios Espirituales
acompañado de un grupo de amigos en el año de 1977, cuando estaba en el
noviciado con los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC) y compartía con otros aspirantes
a la Vida Religiosa en un Centro Inter-congresional de Formación Religiosa
(CIFRE). El que dirigía los Ejercicios es un santo varón: Juan Montalvo SJ. ¡Es
de los muertos que nunca mueren!
Esos Ejercicios Espirituales impactaron tan fuertemente
en mi vida, que, a pesar de los que yo entendía era mi vocación, comencé a sentir
la voz de Jesús en mi interior que me decía, mi misión no estaba en la Iglesia
como religioso, sacerdote ni como diácono, sino como laico, como Él. Y el mismo
designio fue llevándome por esos caminos, a veces, sin ni siquiera yo quererlo ni
caer en la cuenta.
No volví a repetirlos hasta unos veinte y tantos años
después, en el Bronx, Nueva York, cuando estaba haciendo una maestría de Educación
Religiosa en Fordham University. Allí nuevamente me enfoque en seguir el camino
a vencerme a mí mismo a la vez que profundizaba en los escritos de Teilhard de
Chardin, Anthony de Mello y Guillermo Ameche, entre otros.
Ahora, ya retirado y animado por la vida y
canonización de MamáTula (Beata María Antonia de Paz), la primera santa
Argentina este 11 de febrero de 2024 por el papa Francisco en el Vaticano,
recibí como una inspiración a seguir sus pasos. Me decidí a tratar de hacer
llegar a la mayor cantidad de personas posible estos ejercicios, teniendo como
base la edición de los Ejercicios Espirituales escrita en el castellano antiguo
que tengo a mano y traducirla al español latinoamericano que conozco.
Siempre tratando de mantener lo esencial, el deseo de
Ignacio de ayudarnos a vencernos a nosotros mismos para mayor gloria de Dios,
en el proceso, me he encontrado con varios desafíos. Sobresale la realidad ya
conocida de que Ignacio fue militar y como tal, exigía una disciplina de
obediencia rígida al Señor, a su Divina Majestad. Tan rígida que de seguro le habría
costado mucho hoy, seguir las orientaciones del Concilio Vaticano II y el Papa
Francisco. A esto responden los ajustes en la redacción que he hecho. Me he
atrevido a compartir de esta manera sus enseñanzas, porque siento siguen
vigentes para la gente de este siglo XXI y que es posible también lo serán para
otras generaciones.
Espero que, como a mí, este manual te sirva de guía ya
acompañado o acompañada por alguien que haya recibido los beneficios de estos Ejercicios
Espirituales y que se sepa como acompañarte, comiences o continúes el camino a
vencerte a ti mismo, a ti misma. A vivir desde la conciencia y no desde el Ego.
Desapegándote de toda atadura que no te deje vivir en plenitud, que es al fin y
al cabo, lo que desea y espera de nosotros Nuestro Creador.
CONTENIDO
Prólogo / Anotaciones /
Primera semana / Recomendaciones o adiciones / Preámbulos para Considerar
Estilos de Vida / Para hacer elección de estilo de vida / Tercera semana /
Reglas para ordenarse a comer / Cuarta semana / Contemplación para alcanzar
Amor / Tres maneras de Orar / Misterios de la Vida de Cristo.
REGLA DISCERNIMIENTO DE
ESPĺRITUS
Para la primera semana / Para
la segunda semana / En el Ministerio de Distribuir Limosnas / Para Advertir y
Entender Escrúpulos / Para sentir que hemos de tener en la Iglesia / Notas /
Ejercicio para meditar sobre el salmo 8 y confiar en la Vida.
EJERCICIO PARA MEDITAR EL SALMO 8 Y CONFIAR EN NUESTRO
CREADOR.
Dedicar unos minutos a mirar las estrellas desde el
balcón de su casa u otro lugar.
Detenerse en una estrella particular y reflexionar un
poco sobre el origen del Universo.
Mirarse a sí mismo y decirse: “Aquí estoy yo
contemplando desde el balcón de mi casa”.
Soy un ser humano, una de las 100 millones de especies
que habita este planeta.
Solo la humanidad tiene 8,000 millones de seres y uno
de ellos soy yo. Yo, que estoy aquí, en el balcón de mi casa.
Y todas esas formas de vida moramos en este planeta
que es la Tierra.
En este planeta que tiene la manía de girar sobre sí
mismo y que lo viene haciendo desde hace más de 4,000 millones de años, a una
velocidad tan vertiginosa que ni nos damos cuenta. Y quizás, si aminorara su
velocidad nos moriríamos.
Pero además, tienen la característica de mantenerse
girando alrededor del sol a una velocidad de más de 6,000 kilómetros por hora y
lo ha venido haciendo por más de 4,000 millones de años.
Para colmo, hace esto acompañado y así hacerlo más
complicado, de un grupo formado por siete planetas más, contados hasta ahora,
que hacen lo mismo y nunca se chocan sin que ningún policía de tráfico
interplanetario aparezca de un pronto. Eso, sí, de vez en cuando aparecen unos,
asteroides, como nuestros motoristas, sin chocarse muy frecuentemente. ¡Esto es
espectacular!
Y el Sol, como astro rey, también se pasea con sus
planetas del Sistema Solar a una velocidad increíble por la Vía Láctea, nuestra
galaxia, de aproximadamente 102,000 kilómetros por hora.
Pero lo más increíble es que solo en nuestra galaxia,
los científicos como Michiu Kako y los administradores del Telescopio Espacial
James Webb, dicen hoy que existen aproximadamente medio billón (500,000,000
millones) de estrellas como el Sol y cada uno con su sistema planetario.
Y cada uno andando en medio de círculo o elipse
perfecta sin chocarse con los otros.
Y podemos seguir, porque la Vía Láctea es solo una
galaxia con más de 7,000 millones de años y dicen que como la nuestra, en el
universo conocido hasta ahora, hay más de 6,000 millones de galaxias. Y cada
una moviéndose a una velocidad que somos incapaces de medirla.
Nuestra galaxia, dicen los astrónomos, va en dirección
hacia un punto que se llama Agujero Negro, que es como un seductor. Pero no se preocupen,
para llegar allá necesitara unos 10,000 millones de años. ¡Pero para allá
vamos!
AHORA, desandemos el camino hasta llegar a vernos
nuevamente en el balcón o patio de la casa, o cualquier otro lugar donde
podamos ver un poco de la Luna con las estrellas.
Ponernos serios y comenzar a pensar… ¡Aquí hay algo
raro, algo que no funciona! Y reírme de mi mismo. ¡Aquí hay algo que debemos
cambiar! Y caer en la cuenta de lo tonto que a veces somos. Darme cuenta de que
TODO está en su sitio y decidirme a confiar en la vida.
“Señor, duelo nuestro, ¡que
admirable es tu Nombre en toda la tierra!”
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